La primera ficha
Zine El Abidine Ben Ali, septuagenario presidente Tunecino había creado una feroz dictadura en su país luego de afianzar al poder por medio de un golpe de estado en 1987 y ganando las elecciones en 1989, posteriormente modificó la constitución de la república árabe para perpetuarse en el poder, manteniendo un duro control sobre el pueblo, que mientras tuvo solvencia económica, aceptó a regañadientes el régimen, pero la segunda esposa del Ben Alí, una mujer llamada, Leila Trabelsi, de 53 años, fué afianzando un enorme poder y control sobre toda la economía junto a su familia, hasta crear una red de corrupción y enriquecimiento ilícito que resultaba indignante para el pueblo de Tunez, el cual a pesar de conocer todo esto, se mantenía en calma pues gozaba de relativa prosperidad.
La crisis mundial los golpeó dúramente y el desempleo se disparó llevándose los precios de la canásta básica a niveles inalcanzables para la gente y a esto se sumó la represión excesiva de las autoridades con los que manifestaban desagrado al régimen, con estos ingredientes mezclados en un apropiado caldo de cultivo, se activó la chispa que encendió todo.
El 17 de diciembre de 2010 Mohamed Bouaziz, un joven profesional, desempleado de 26 años, que vendía frutas y verduras en un puesto ambulante, sufrió el decomiso de su puesto, humillación y maltratos físicos de parte de la policía por no contar el permiso correspondiente; por lo que el joven, decepcionado y harto de todo esto, se prendió fuego públicamente, inmolándose frente al ayuntamiento del pueblo de Sidi Bouzid.
La ola de indignación que el hecho causó inició las primeras protestas y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en esa región que sufre una alta tasa de desempleo y dichas protestas se extendieron rápidamente en otras ciudades del país bajo la represión oficial que llegó a contabilizar 66 muertos y la reacción civil creció en un forma incontenible pese a los anuncios del presidente Ben Alí de reducir el precio de alimentos básicos, respetar los derechos humanos y no presentarse a elecciones el 2014, además de poner en libertad a los capturados durante las protestas.
Al día siguiente el pueblo tunecido casi en su totalidad salió a protestar exigiendo la salida de Ben Alí y su corrupta conyugue no dejándo otra alternativa al presidente que renunciar y salir de Tunez, dejando al pais en un caos político mientras el ejército asumió el control de la nación y el primer ministro Mohamed Ghanuchi, se ha hecho cargo de la representación del ejecutivo.
El efecto dominó
Cerca de Tunez se encuentra Egipto, un pais mucho mas grande y poderoso que Túnez, pero con una situación política y económica similar. Muhammad Hosni Sayyid Mubarak, ha sido presidente de la República Árabe de Egipto desde el asesinado de Anwar Sadat ocurrido 14 de octubre de 1981.
Al asumir el poder, Mubarak implantó un régimen fuerte y represivo así como acabó con toda la oposición política, lo que le valió para ganar sucesivas elecciones en medio de acusaciones de fraude y con una participación electoral excesivamente baja.
El régimen ha tenido altibajos en sus relaciones con los estados unidos, pero siempre ha contado con el pais norteamericano ya que desde entonces, Egipto ha sido un importante aliado árabe de los Estados Unidos.
En Egipto se encontraban condiciones similares a las de Tunez y luego de los acontecimientos en el vecino país que culminaron con la caída del régimen por las protestas populares, se gestaron ideas similares entre los egipcios en torno a Khaled Said, un joven que fué asesinado en junio del 2010 por una brutal golpiza de la Policía de su país.
ElShaheed, es el nick de la persona que realizó la convocatoria por medio de Internet en la red social Facebook creando el grupo «Todos somos Khaled Said«, y haciedo el llamado a «un día de furia», es decir manifestaciones contra el régimen de Mubarak el 25 de enero, lo que desató las protestas populares masivas a niveles sin precedentes en el pais africano que no se había caracterizado nunca por este tipo de demostracioens populares.
El gobierno respondió con represión y violencia, se han cerrado los espacios de expresión, se intentó bloquear internet con malos resultados, la comunidad internacional y la gente se las ingenió para transmitir todo lo que acontece en el país y se ha desatado una cruzada de apoyo a los manifestantes que son prácticamente todo el país.
Los enfrentamientos entre los manifestantes y supuestos grupos que apoyan a Mubarak (armados), han dejado a centenares de muertos y miles de heridos, el país está totalmente paralizado y el régimen egipcio ha perdido todo el apoyo internacional e incluso ha sido conminado por Obama a iniciar «el proceso de transición», pero Mubarak se niega a hacerlo, lo que se pensó en un momento que pudierse desencadenar un baño de sangre, sin embargo el ejército mismo el pasado lunes consideró «legítimas las protestas» y anunció que no recurirá al uso de las fuerzas contra el pueblo, lo que desperto la confianza de la gente para continuar con las mismas.
Analistas temen que la situación sea aprovechada por grupos islamistas que instauren una teocracia similar a la de Irán en 1979 cuando fué derrocado el Sha Mohammad Reza Pahlevi por un grupo islámico, además de que esta mecha se está encendiendo en otros paises como Yemen, Jordania y Argelia. y posiblemente contagie al resto de paises árabes en un increible efecto dominó que puede extenderse al resto de Asia, Europa y llegar hasta América.
¿Y ahora?
Lo interesante de esto es que los pueblos se están dando cuenta de que el poder real no está en los gobernantes ni en los grandes potentados económicos, el poder real está en manos del pueblo mismo, tan solo deben caer en la cuenta de eso…. y ejercerlo.
En todo el mundo disidentes de tódos los regímenes democráticos, autocráticos, socialistas, capitalistas, etc, están haciendo llamados a sus pueblos para imitar el ejemplo de Tunez y Egipto.
¿Hasta cuando vamos a soportar como borregos?
¡Nosotros tenemos el poder…usémoslo!
¿Cuando nos rebelaremos?
Son los mensajes que circulan a lo largo y ancho de internet, se ha comprobado que los intentos de bloqueo son prácticamente inútiles, la información fluye y los efectos de la censura y represión son peores, la gente está entendiendo que solo es cuestión de decidirse para cambiar y que no hay régimen capaz de soportar o detener el cambio.
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