Todos los izquierdistas de la tierra coinciden en que el “capitalismo salvaje” es el principal destructor y derrochador de los recursos naturales, el afán de sacar lucro acaba con ecosistemas, recursos, contamina y destruye el entorno como un virus que una vez consumido todo lo que tiene a su alrededor, emigra a otro sitio para iniciar su ciclo de destrucción.
Sin embargo otra sociedad emergente que supuestamente no tiene que ver con el capitalismo a ultranza, está a punto de colapsar por su increíble capacidad contaminante, se trata de China, cuya capital Pekín está en peligro mortal debido a su elevadísima tasa de contaminación ambiental debido al CO2.
http://www.ecoticias.com/co2/74626/Pekin-borde-colapso-co2
Pekín ha estado siempre cubierto de una densa nube de "smog" o polución por Dióxido de Cabono, resultado de la combustión interna de millones de vehículos que añade cada año 250,000 vehículos nuevos que contribuyen a la nube, pero a principios de este año los niveles de contaminación se elevaron entre 30 y 45 veces mas de lo permitido, y esto llevó a los ciudadanos a tener que encerrarse en sus hogares y utilizar filtros de aire junto a medios de calefacción que aumentan la polución exterior.
A tal punto ha llegado la niebla tóxica que ha obligado a las aerolíneas a cancelar los vuelos a y desde sus aeropuertos así como el cierre temporal de las autopistas.
El alcalde de Pekín habla de retirar 180,000 vehículos viejos y controlar el ingreso de los nuevos además de cambiar los sistemas de calefacción de 44,000 viviendas por sistemas limpios, pero la población en general desconfía de estas promesas
Muchos de los habitantes de Pekín han adquirido lotes enteros de mascarillas para protegerse del aire, que ha sido calificado de "peligroso" por la embajada de Estados Unidos que tiene su propia estación de control que mide a partir de partículas mas finas que las de los aparatos oficiales.
“Estamos respirando veneno”, es la queja que se puede leer en la Red, y son cada vez mas numerosas y frecuentes al grado que han forzado al Gobierno a prometer que mejorará sus datos sobre la contaminación para que sean más exactos. Curiosamente, las autoridades no han dicho nada nuevo sobre reducir los peligrosos niveles de polución cuando el verdadero problema no es cómo medirlos, sino cómo limpiar la viciada atmósfera china.
"Hoy es otro bonito día de smog en Pekín. Esta mañana me he puesto una mascarilla. No sé cuánto tiempo viviré si respiro este aire peligroso durante todo el día", es el mensaje que un internauta escribió en Weibo, el llamado "Twiter chino". Taobao.com, el mayor sitio de compra por Internet del país, vendió 30.000 mascarillas el domingo.
Resulta paradójico el discurso anticapitalista basados en el tema ecológico cuando un país socialista es incapaz de contener su propia destrucción, a pesar de que algunos puedan objetar que la sociedad China es neo capitalista lo cierto es que mantiene un régimen de control estatal sobre los recursos de producción que son explotados al máximo, creando un crecimiento y desarrollo industrial desaforado que sumado a su enorme población se convierten en una sociedad consumista tan voraz como la de cualquier país considerado capitalista.
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