Siempre existen locos enfermos de odio, de intolerancia y racismo, el fanatismo los ciega y fácilmente se pueden convertir en auténticas bestias si la sociedad se los permite.
Alimentadas en un medio ideal carente de valores, en crisis social y sin el debido control, algunas ideas aberrantes pueden cuajar en las mentes más débiles como las que propone los tipos de la noticia publicada por el periódico digital “La Página” que presenta lo siguiente:
Dos miembros del Ku Klux Klan, uno de los grupos más viejos y radicales en el tema racial en Estados Unidos, sugirieron tomar medidas drásticas para frenar la migración de menores de edad: asesinarlos y exhibir sus cuerpos en la frontera.
«Para mí, están rompiendo la ley cuando vienen aquí», dijo uno de los hombres identificados como Robert Jones. «Si no podemos regresarlos, creo que si matamos a unos y dejamos sus cuerpos en la frontera, tal vez verán que hablamos en serio sobre detener la inmigración», añadió.
A esta gente se les olvida que ellos son descendientes de inmigrantes, los únicos y auténticos dueños de los Estados Unidos fueron despojados de sus tierras por sus antepasados, inmigrantes pobres que llegaron en plan depredador a esa “nueva” tierra, adueñándose a fuerza de balazos de un país que no les pertenecía.
La fuerza de los Estados Unidos ha sido su origen inmigrante, pero yo he escuchado a salvadoreños que se lograron incorporar al país y obtener ciudadanía o residencia permanente, hablar mal de sus propios hermanos inmigrantes, como si ellos jamás lo hubiesen sido.
Menos mal que estos tipos solo tienen el don de ladrar, porque de esto a la concretización de sus ideas hay una gran diferencia.
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