Enseñando a leer a nuestros hijos

Conozco a muy poca gente que lee con frecuencia y a mucha que casi nunca lee nada mas allá del periódico, pero que sin embargo desearían que sus hijos leyeran más, solo que resulta muy difícil poder inculcar valores que no practicamos, porque la mejor forma de enseñar es por medio del ejemplo. Estoy seguro de que yo leo regularmente porque siempre vi a mi padre en sus ratos de ocio con un libro en las manos, en la casa abundaban los libros, él los compraba regularmente y todos los meses habían uno o dos volúmenes nuevos, me llevaba de niño a las ferias de libros y me hacía escoger uno.

Yo lo hacía, escogía uno pero mi decisión se basaba en la portada del libro más que por otra razón, así me hice de varios volúmenes de Ciencia Ficción, los cuales leí hasta ser  adolescente.

Primer consejo para que sus hijos lean, es: Lean ustedes antes.

Los programas de estudio para las materias de letras, idioma nacional o literatura son realmente horrendos, hacen que los niños tengan contacto con libros y novelas casi hasta la pubertad y les ponen a leer unos auténticos bodrios que son insufribles a esa edad como el Cantar del Mio Cid, El Quijote, Amadis de Gaula, la Ilíada, etc.

A nadie en su sano juicio a los 13 o 15 años le va a gustar leer semejantes cosas, peor cuando hay mucha literatura juvenil realmente ligera que casi siempre convierten en películas de cine.

Esta tendencia libro-cine, es una gran oportunidad para poner a leer a los chicos, ¿Como?

Fácil, tome a su retoño de 11 años y dele Harry Potter retándolo a que encuentre diferencias entre el Libro y la película, y lo tendrá atrapado al libro solo para poder encontrar estas diferencias.

De esta manera lo puede llevar al segundo, tercero y demás libros de la saga, que al final deviene en un verdadero curso de lectura para jóvenes, ya que los primeros libros son casi cuentos largos de lenguaje sencillo y ligero, que se van ampliando y convirtiendo en novelitas regulares cuando llegan al quinto, sexto y séptimo.

Definitivamente, no son ensayos de Eco ni magnas operas de Víctor Hugo, pero son novelas digeribles y atractivas para un niño de esa edad, mi hijo así empezó y ahora es un ávido lector, que sigue su propios gustos, que compartimos autores y críticas por este o aquel libro.

Luego existe toda una serie de Sagas de adolescentes que lo harán leer con gusto, Los juegos del Hambre, Divergente, El corredor del laberinto, incluso las novelitas de vampiritos metrosexuales, pero lo importante es que lea para crear el hábito.

Mas adelanto podrán atacar a Tolkien sin temor y de ahí pasar a mayores desafíos literarios, porque la verdad es que nadie se mete a leer por que quiere aprender filosofía, adquirir valores trascendentales, conocimiento o entender la psique profunda de los autores, todos leemos por que deseamos tener un rato de diversión y alejamiento de nuestra cotidiana realidad, así que no hay literatura buena o mala, solo hay literatura y libros.

Así que si al final terminan leyendo con avidez a Coelho, no nos sintamos mal puesto que su gusto derivó hacia este género y es su derecho.

Somos una nación que no lee, exactamente lo opuesto a… digamos… Islandia en donde uno de cada diez Islandeses va a publicar un libro, mientras los otros 9 van a leerlo, pero de alguna manera debemos de comenzar a inculcar el hábito de lectura en nuestras nuevas generaciones.

Esto no es tarea del gobierno, es nuestro deber como padres y es la forma en que podemos legarles a ellos una mejor nación, formando una generación que lea, esto impactaría mucho mas en nuestra sociedad que cualquier otra cosa que los gobiernos de turno pretendan hacer.

Y está en nuestras manos.

Como dicen aquellos entrañables y malogrados Punketos de Eskorbuto.

¡De tí depende!

 

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