Noruega aún no sale del Shock, en una de las naciones mas “adelantadas” y “civilizadas” del mundo moderno, se dió el pasado viernes 22 de julio, una serie de atroces crímenes que pueden ser calificados como de Lesa Humanidad, cuando un extremista noruego de derecha, de 32 años, llamado Anders Behring Breivik, detonó un coche bomba en el distrito gubernamental de Oslo, Noruega, matando a 7 personas y aprovechando el caos y la confusión causados a la policía, simultáneamente ingresó a la isla de Utoya armado y disfrazado de policía, para iniciar una de las peores masacres en la historia de la pequeña y pacífica nación nórdica, comenzando a disparar contra un campamento verano de jóvenes pertenecientes al partido laborista, caracterizado por su multiculturalidad, asesinando en el lapso de una hora, al menos a 80 jóvenes antes de que la policía llegara y lo detuviera.
Anders Behring tenía una conocida filiación hacia la ultra derecha, manifestaba odio contra el islám y la multiculturalidad que provocaba la inmigración extranjera, lo que expresaba en las redes sociales, además de un manifiesto que ”colgó” en la red antes del crimen.
Ahora lo que pretende hacer este extremista es convertir su juicio en una vitrina para exponer sus “principios”, lo que afortunadamente le fué negado ya que sus declaraciones no fueron públicas y su mensaje de odio racial, quedó únicamente en la mente de los jueces.
Ahora los medios de izquierda se regodean clamando contra la derecha asesina y recalcitrante, así como los medios de derecha se regodearon contra el extremismo criminal de la izquierda representada en Mario Belloso en aquel famoso crimen contra policías civiles de parte del joven activista en aquel famoso episiodio que fué ampliamente cubierto por la prensa nacional e internacional.
Y no se trata aquí de ver “quien la tiene mas grande”, porque en estos y en otros muchos otros casos, el resultado es la muerte de inocentes a manos de “locos”, “héroes” o “marionetas” depende del punto de vista del espectador.
Se habla de que Anders preparó él solo el atentado durante nueve meses y por otro lado se especula que toda una organización de extrema derecha estuvo tras él utilizándolo como peón en un maléfico juego, de igual modo se afirmaba que Mario Belloso planificó solo su acción mientras que los medios acusaban a todo el FMLN de estar tras él.
En realidad se trata de un problema de extremismo, en llevar la ideología hasta las fronteras de los humanamente sensato, en mayor o menor grado vemos estos casos de extremismo ideológico en muchas personas que defienden a capa y espada posiciones muchas veces indefendibles mientras que atacan ciegamente a posiciones contrarias aunque a la fría luz de los hechos las cosas sean diferentes a las que su ideología impone.
A quienes buscan ver ambos lados de la historia, se les acusa de relativismo moral, de ser unos “aguados”, de no “estar definidos”, de no ser consecuentes, etc., etc.
Creo que todos en mayor o menor grado hemos sufrido algún episodio de ceguera ideológica en la que adoptamos posiciones claramente indefendibles “atacando al mensajero, no al mensaje”, lo que nos puso al borde de adoptar poses extremistas en las que nuestro convencimiento interior era tan fuerte que obnubiló totalmente la razón haciéndo que nos comportáramos de forma irracional.
Lamentablemente en algunos casos este sentimiento de certeza absoluta se vuelve epifanía y entonces comienza un proceso de alienación total de la realidad que puede desembocar en acciones como las que hemos visto recurrentemente a lo largo de la historia de la humanidad.
Personalmente yo soy incapaz de “seguir consigna”, tiendo a cuestionar toda certeza ideológica lo que obviamente me crea un problema de disciplina que es vital en el funcionamiento de toda estructura social de caracter ideológico, por eso no milito ni he militado en ningún partido político o agrupación religiosa, ya que las veces que por el azar o por decición propia me he acercado a grupos o partidos, termino siendo persona no grata por mis planteamientos y cuestionamientos, pero ese es mi particular caso; muchos otros pueden encajar en una estructura de este tipo y además de apoyar en forma entusiasta una iniciativa, logran aportar positivamente en beneficio de la misma, lo cual es muy bueno ya que se hace correcto uso de la natural incilinación humana hacia la política.
El problema es cuando el entusiasmo se convierte en fanatismo y en este estado se lanza la consigna, el militante convertido en adepto se corre a ejecutarla ciegamente, sin medir, ni evaluar las consecuencias que ésta pueda tener, aniquilando en la psique del fanático todo sentimiento de culpa o cuestionamiento moral, llevando a grupos o sociedades enteras a casos horripilantes como los nazis en europa, los norteamericanos en Vietnám, o los comunistas en Kampuchea, como dije antes, no se trata de ver quien mató a mas gente, se trata de que no debemos dejar que cosas asi ocurran, y para eso debemos cultivar una cultura de debate, de discusión racional que busque resolver las diferencias no aniquilarlas.
Hay que considerar que muchos líderes políticos o religiosos utilizan esta fé ciega en sus preceptos que muestran algunos de sus militantes, como arma para enviarlos a realizar este tipo de atrocidades y no es que ellos realmente están tan convencidos de sus consignas, como sus seguidores, sino de que saben que los fanáticos son necesarios para lograr sus objetivos y éstos harán lo que se les indique sin cuestionarse lo moralmente aceptable o no de dichas acciones.
Anders Behring abrió una cuenta en Twitter y escribió un único mensaje: “Una persona con una creencia es tan fuerte como 100.000 que solo tienen intereses”, posiblemente se refería a los fanáticos terroristas musulmanes o a sí mismo.
10 comments for “Los peligros del extremismo. Masacre en Noruega: Anders Behring Vs. Mario Belloso”