El día miércoles 25 de enero de 2017 el Presidente de Estados Unidos de América, Donald Trump firmó una orden ejecutiva para levantar el famoso muro con la frontera de México, su país vecino.
Son un poco mas de 3,000 kilómetros de frontera con México de los cuales ya hay mil kilómetros de vallas y muros, que tienen características diferentes, desde vallas metálicas hasta muros de concreto.
Además hay muchos territorios que por su condición geográfica se convierten en muros naturales, BBC Mundo explica como son estos muros en un interesante video.
El costo de complementar dicho muro se estima entre los diez mil y catorce mil millones de dólares, es decir cerca de tres años de nuestro presupuesto de país.
Lo curioso es que hay gente que lo apoya incluso algunos latinos que al ser ciudadanos o estar en condición legal bastante cómoda, sienten que los inmigrantes los afectan a ellos directamente.
En nuestro país esto tendrá un efecto casi inmediato, los llamados “Coyotes” o traficantes de personas que son quienes llevan a nuestros jóvenes y adultos a emprender viajes de inmigración ilegal, están diciendo a la gente que es “ahora o nunca”, que cuando el muro se construya ya no se podrá pasar.
Lo que veremos en estos días es un incremento, posiblemente a niveles masivos de personas que intenten en los próximos días y meses cruzar la frontera, además de que se elevarán las “comisiones” que estas personas cobran a los inmigrantes por cruzar y por lo general es gente humilde que tiene que vender sus propiedades para costear ese peligroso viaje que hoy se pondrá más caro y complicado.
Lo mismo sucederá en México, quienes abusan de los inmigrantes se pondrán mucho más exigentes en el pago de sobornos, extorsión y formas de sacarle dinero a quienes pretendan cruzar.
Realmente se pondrá más complicado el intento de la gente por salir pero se incrementará exponencialmente en los días próximos.
«La verdad es que con muro o sin muro en la frontera mexicana, la pobreza no necesita pasaporte para viajar», dijo el expresidente costarricense Oscar Arias a BBC Mundo.
«Eso lo saben los europeos, porque a los pobres no los detiene el Mediterráneo y tampoco los detendrá un muro», añadió Arias, premio Nobel de la Paz en 1987.
Un muro no detendrá ni disminuirá la entrada de indocumentados al país del norte, esto lo saben todos, hasta el mismo Trump, habrá que ver quienes en el gobierno de EEUU tienen inversiones en empresas constructoras para ver la “necesidad” de ese muro.
Pero aparte del muro existen otras situaciones que si afectarán a los inmigrantes en el país del norte como el cese al TPS y DACA
El Estatus de Protección Temporal (TPS), tiene a casi 190,000 salvadoreños beneficiados con asilo temporal, y el programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA) que era para los jóvenes que llegaron a Estados Unidos siendo niños, de los cuales hay como unos 20,000 salvadoreños, ahora estos programas esperan la decisión de Trump, sobre todo el TPS vence en marzo del 2018, por lo que queda este año para ver si las medidas anunciadas y tomadas por el recientemente electo presidente gringo, son puras fanfarronadas o crudas realidades para nuestros coterráneos, de los cuales más de alguno votó por este señor.
El gobierno habla de “dialogo profundo” con Trump respecto a estos temas, pero deben despertar a la realidad de que este señor no dialoga y nosotros no significamos nada para el, lo que debería hacer el gobierno es impulsar la productividad de nuestro propio pueblo, no la venida de más corporaciones globales que solo expolian y acaban con las economías locales.
Posiblemente se vayan las fábricas y empresas maquileras, pero debemos ser capaces de generar y crear nuestra propia industria, alentar el mercado local, mejorar la seguridad y apostar a industrias verdes como el turismo, o la maquila manejada por manos locales no foráneas.
Se debe descentralizar la industria y el comercio de la capital, crear polos de desarrollo en oriente, norte y occidente, incrementar la oferta turística en la costa y en las zonas montañosas, don Napoleón Duarte lo ha hecho muy bien pero hace falta un esfuerzo aún mayor para garantizar lo que ha logrado, la gente se va al norte por hambre y desempleo, debemos mentalizarnos a generar nuestras propias fuentes de trabajo, pero no como ARENA pretendió hacerlo, vendiendo al extranjero prácticamente al país entero, sino educando a la gente para que despierte una vocación de emprendedor local, no de empleado globalizado.
Solo así podremos disminuir el deseo de la población de irse al norte a probar la “pesadilla americana”.
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