CODVID-19 ¿Oportunidad en medio de la crisis?

La emergencia por la pandemia de CODVID-19 y sus efectos directos en todos los ámbitos del quehacer mundial son evidentes, tanto económicos, sociales, humanos y de salubridad.
La crisis desnudó las fallas estructurales de muchos sistemas económicos y de la mayor parte de gobiernos nacionales.
Pero en medio de este caos, algunas voces se alzan enarbolando aquella bandera del cuento chino de que la crisis es un nicho de oportunidades.
Algunos hablan de que la cuarentena aceleró la transformación digital de los negocios, impulsando empresas de teletrabajo, de videoconferencias y control remoto.
Otros de la transformación educativa, llevando al primer plano las tecnologías de aprendizaje y estudio en plataformas virtuales.
Sin embargo, de lo anterior hay poco en nuestro país, el teletrabajo sigue sin convencer a los dueños de las empresas y nuestros docentes no estaban preparados para el uso y aplicación de metodologías y herramientas tecnológicas virtuales.
En nuestro país, la pandemia fue la oportunidad para que algunos pícaros saquen provecho del pánico generalizado, los supermercados se han mantenido casi todo el tiempo de cuarentena con números navideños, es decir con ventas desbordadas, mientras las tienditas colapsaron por falta de víveres y alimentos.
Algunos negocios turbios en el corazón mismo del gobierno de Nayib Bukele están saliendo a la luz, como el de Jorge Alejandro Aguilar , director del FONAES, pre candidato a Alcalde de Santa Tecla y dueño de una empresa de reciclaje que presuntamente vendió 250,000.00 dólares en caretas protectoras al ministerio de Salud, incumpliento la ley de Ética Gubernamental y la ley LACAP.
En Twitter el Hashtag #KokyRenuncia fue tendencia desde ayer y hoy se mantenen los #KokyAguilar y #Koky.
Por ahí se ven otros señalamientos de compras por 8 millones de dólares a una «misteriosa»empresa radicada en españa, Javi Performance Parts, que aparentemente vende repuestos de autos, cuyas ventas normales no sobrepasan los 300,000 dólares, a quienes les han comprado termómentos, equipos de protección y otros insumos biomédicos.
Y entre más se escarbe, más cosas realmente sucias podrán salir a la luz, porque quedan muchas dudas y preguntas por ejemplo a quién le están comprando los insumos para las reparaciones hospitalarias, los víveres, las bolsas y muchos otros gastos más que se han hecho por libre gestión.
Preocupa, pues todo esto es dinero del pueblo, no del gobierno y no querer someterse a los escrutinios debidos, dispara las alarmas de la desconfianza, sobre todo cuando se dijo a los cuatro vientos que si un funcionario tocaba un solo centavo del puebo, el mismo presidente lo metería preso.
La delgada entre el robo descarado, llámese sobresueldos, ad honorem, salida directa de fondos y el robo por trafico de influencias, prevaricato y malversasión disfrazada de transacciones legales es tan tenue que lo hacen a plena luz del día y tienen respuesta «Legal» para hacerlo.
Pero sigue siendo un robo descarado y debería ser sancionado por la ley, el problema es cuando la ley también está del lado del ladrón.
La Crisis por la Pandemia CODVID-19 ha resultado ser un pozo de oportunidades para ciertos personajes que se pasean con aires de respetabilidad y hasta se ofenden cuando se les señala su crimen.
Y lo peor de todo es que apenas ha pasado un año.