La controversia vuelve a la luz pública. Ésta vez, se agrega un nuevo elemento, al parecer totalmente desconocido para el Arzobispado por casi 15 años: Un supuesto símbolo Masón en el Mural de Catedral.
Ojo de Dios
El símbolo es llamado «El Ojo de Dios», también conocido como «El Ojo que todo lo ve» o «El ojo de Horus». Símbolo que frecuentemente se asocia con la Logia Masónica y cuyo orígen es bastante discutido, pero definitivamente no es inventado por los Masones. Pero no voy a profundizar sobre la verdad acerca de los Masones ni la historia de éste símbolo o sus significados pues aunque los Masones no son una secta ni tampoco son una religión, el prejuicio que la mayoría de la población ignorante de los orígenes y de las actividades de dicha organización no dejará de existir, principalmente entre grupos religiosos fundamentalistas y grupos conservadores. Concentrémonos en los hechos: Le tomó casi 15 años a el Arzobispado notar el supuesto símbolo en el mural. No se habían dado cuenta hasta que un supuesto feligrés les advirtió sobre el símbolo por lo que decidieron demolerlo. Me pregunto entonces, si tanto rechazan ése símbolo Masón, ¿Por qué no dejan de aceptar los dólares también?. Es otra excusa ridícula, sacada de la manga como un intento desesperado por mejorar su imagen pública al echar la culpa a los Masones, sabiendo la total ignorancia de la población en general en cuanto a éste tema.
¿Quince años?… Bueno, supongo que los Arzobispos ya no ven hacia el cielo como antes. Supongo que no es raro en la Iglesia Católica el darse cuenta de las cosas bastante tarde: hasta hace algunas décadas decidieron que Galileo si estaba en lo correcto… solamente les tomó casi 500 años y una santa inquisición el darse cuenta que la teoría geocéntrica (dogmáticamente aceptada e impuesta por la Iglesia) era incorrecta. Tal vez tome otros 300 años más el que acepten la teoría de la evolución de Darwin y unos mil para que por fin acepten la teoría de la relatividad y la física cuántica.
Es lamentable el hecho que hoy por hoy, muchas Iglesias toman una postura bastante rígida, cuadrada y excluyente en cuanto a las costumbres y símbolos que utiliza su feligresía para venerar a su Dios. Esto es inevitable cuando hay un choque de culturas como sucedió en nuestras tierras, se crea una mezcla de rituales que enriquecen la fe de su feligresía y a la cultura local. Acá sucede que no se acepta nada que no sea lo que el Arzobispo o El Vaticano digan que es «aceptable», lo demás debe ser desechado pues no es parte de los intereses de su Iglesia. Yo no pertenezco a ninguna Iglesia, pero por ser criado en un hogar católico y haber estudiado en un colegio católico, sé los rituales que existen e incluso participé de joven en ellos, por lo que conozco el sentimiento de fe que muchos aún poseen, la necesidad de «creer» y celebrar esa creencia como uno cree que debería ser. Pero algo que no sabe la gente es que las religiones no son democráticas por lo cual, no existe ni voz ni voto en éste tipo de cuestiones. Si a un cura no le parece que enciendas una vela a un santo, simplemente no vas a poder hacerlo, si a un cura no le gusta tu mural, simplemente lo va a mandar a quitar.
Son tan cuadrados, que no se dan cuenta que el rechazar las costumbres locales no solo ahuyenta a la feligresía, sino que aumenta el resentimiento y el rechazo hacia su Iglesia, pues el negar al pueblo la libertad de expresión de su fe es una falta que no pasa desapercibida. El éxito de las iglesias protestantes es que no rechazan éstas costumbres, sino que las aceptan y las toman como suyas, por lo que la gente se identifica más como ellos. Por supuesto, mentes trogloditas como las del Arzobispado y el ala conservadora de la Iglesia no ven el potencial en ello, pues el motivo de ellos es el de controlar la vida de sus feligreses en todo aspecto.
Peor aún, mucha gente no entiende que Catedral no es sólo una iglesia. Aún no entienden la dimensión histórica que posee, ya sea por ignorancia o por fidelidad a su iglesia… que también se deriva de la primera. Catedral no pertenece solamente a los católicos, en su momento fue refugio para personas de todas las religiones, incluso de ateos. Fue testigo de masacres en sus puertas y de tomas en protestas por la represión de su gente… no, Catedral no pertenece solamente a la Iglesia Católica, entiendan de una vez.
El mural debe ser restituido, debe ser protegido y debe reconocerse su valor para nuestra identidad. Su destrucción debe ser castigada con lo que la ley diga y que no existan más excusas para éste atropello.
Hasta la próxima…
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