Hay que empezar por aclarar que la teología como conocimiento de Dios es una especie de racionalismo. Dios esta presente en todas partes pero no lo podemos conocer por medio de nuestros sentidos, es decir no es sujeto de conocimiento empírico. Por otro lado la teología especulativa en cuanto conocimiento de Dios es hoy un saber en crisis tanto por el enorme desarrollo de las ciencias como por las bases teóricas de los fundadores de la teología cristiana: por un lado tenemos a la patristica con San Agustin que huele a cierto platonismo y por otro con mas sistema a Santo Tomas de Aquino con la escolástica que la mayoria sabemos que es una interpretación crisitiana de Aristóteles, ellos en estos tiempos es poco lo inmediatamente pueden decirnos para nuestras realidades. No podemos decir lo mismo de los escritores sacros o lo que algunos denominan los santos padres, pero estos solo se entienden al calor de la teología revelada: la Biblia.
También hay otra cosa que llama la atención del conocimiento de Dios y es que a pesar de ser razonado, no es ni necesariamente, ni principalmente un conocimiento que tengamos que pasarlo por el juicio de la razón o de los sentidos, sino toda la teología sería una aporía. Este viene mas bien del corazón de lo que Unamuno llamaba la Cardíaca y es ademas que no proviene principalmente de Grecia, ellos hablaban del Teós, mas bien proviene en su s raices del pueblo judío de la tradición Yavihsta, por lo que no podemos hablar de filosofía en el sentido griego como amor a la sabiduría, sino de sabiduría del amor tal como lo enuncio Levinas un pensador judio-eslavo que se radico en Francia. Pero aqui nos habla de las raices judías de la sabiduria del amor entendido en sentido judeo-cristiano como amor agapéico, el amor de la realidad de los misterios y virtudes teologales: fe, esperanza, caridad y sobre todo gratuidad y miserícordia.
Dios entra por la realidad humana principalmente y por la realidad de la materia al pesar de algunos científicos. Solo que pertenece al ambito de la deidad, de la realidad de Dios y con ello a lo mistérico y a lo sacro a lo enigmatico y sagrado, que es el ambito propio de la Deidad, de lo divino.
Escribo estas lineas principalmente en contestación a un correo que me hablaba de la realidad de Dios como algo tambien parte la epistemología, aunque se que lo hago con limitaciones, puesto que no soy teologo sino filosofo (amigo de la sabiduria). Pero valga una aclaración y es que hoy, en nuestros tiempos para todo mencionamos a Dios por lo cual este podría convertise en un Dios que queremos que lo resuelva todo, en un Dios tapagoteras.
Si bien con esto entendemos que Dios es el todopododeroso no lo consideramos asi en nuestras vidas para las cuales tendríamos que tener mas abierto no solo los sentidos sino el corazón y la mente. Ser creyente implica cumplir los preceptos que nos manda la Biblia, o en sentido cristiano creer en en la salvación por medio del reino de Dios en la tierra, lo cual nos puede llevar a mucho dolor, sacrificio y crisis.
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