En eventos distintos, este 16 de enero, fecha en que se celebra la firma de los Acuerdos de Paz, el Presidente de la República y el FMLN pidieron perdón por los abusos cometidos durante la guerra, el primero lo hizo a nombre del Estado salvadoreño y el segundo en nombre de la fuerza insurgente. Este importante hecho ha ocasionado una polémica, en que las derechas se rasgan las vestiduras y se niegan a reconocer la importancia de este gesto.
El problema es que las derechas no se han dado cuenta que en su actitud de rechazo implícito al gesto simbólico de pedir perdón, pareciera que asumen la complicidad que tuvieron en muchos de los abusos y violaciones a los derechos humanos que sucedieron durante el conflicto armado y que se generaron a partir de la institucionalidad del aparato del Estado.
Se niegan a reconocer que detrás del aparato de Estado patrimonialista que en los años ochenta se volvió contrainsurgente, estaba la defensa de sus intereses económicos como grupo dominante. Se niegan a reconocer que hubo organizaciones armadas clandestinas para el exterminio de todo sospechoso de ser subversivo que fueron organizadas, dirigidas y financiadas por ellos con el apoyo y complicidad de instituciones del Estado.
Por ello, al escuchar al Presidente de la República pedir perdón, se les remuerde la conciencia y les entra pavor. Por ello, su rechazo encierra contradicciones, mientras que señalan que ya el ex Presidente Cristiani había pedido perdón, dicen que no es correcto que el actual Presidente lo haga. Le temen a la memoria histórica, que durante estos años han tratado de enterrar, dándole cada vez menos importancia a la fecha de la firma de la paz.
Como bien dice Hunnapuh en su comentario, pedir perdón es el primer paso. Este gesto aislado tiene poco valor. Al perdón debe seguir la justicia. Cuando señalo justicia voy más allá de pensar en la cárcel para los responsables de los abusos y las violaciones a los derechos humanos. Por hoy eso sería no solo polémico, sino que podría atentar contra la gobernabilidad democrática que con esfuerzo estamos construyendo en el país.
Por hoy, la justicia debe llegar en forma de una compensación material a todas las víctimas de la guerra. Esta debe buscarse dentro de las posibilidades materiales del Estado salvadoreño, que no será fácil en estos momentos de recesión económica. Pero son las cosas difíciles las que valen la pena.
La promesa presidencial de crear un fondo especial para compensar a los lisiados de guerra y las directrices que se le dieron al Ministro de Hacienda van en la ruta antes señalada. Constituyen los siguientes pasos importantes en el camino de la justicia.
También debe pensarse en compensación moral para victimas de la represión. Debe ser reconocido oficialmente el sacrificio de decenas de miles de salvadoreños que sufrieron la represión. Deben buscarse formas de reconocimiento moral a los huérfanos, las viudas, etc. Todos los que sufrieron la represión son mártires y héroes de la patria a los cuales debemos la democracia que hoy vivimos.
Finalmente debemos pensar en la reconciliación definitiva de la sociedad. Aunque algunos digan que ya la sociedad se reconcilió con la firma de la paz, esta es una concepción interesada y totalmente equivocada. La sociedad salvadoreña solo se reconciliará cuando las causas de fondo que generaron el conflicto armado estén en un camino de superación real.
La reconciliación solo será posible a través de la búsqueda de nuevos consensos económicos y sociales. Estos solo serán posibles si la correlación de fuerzas favorece a los sectores progresistas de nuestra sociedad. En estos años de gobiernos areneros, estos consensos no fueron posibles, pues la correlación no favorecía el progreso social. Ahora esto es posible y la oportunidad debe ser correctamente aprovechada.
Solo así estaremos sentando las bases de un mejor futuro para el país y cerrando las posibilidades que mas adelante volvamos a repetir este capítulo doloroso de nuestra historia.
Ayutuxtepeque, lunes, 18 de enero de 2010.
3 comments for “Perdón, Justicia y Reconciliación.”