Desde hace una semana hay en los medios de comunicación una campaña atribuida a los “Trabajadores de Industrias La Constancia” que cuesta una verdadera fortuna. Son cientos de anuncios televisivos los que pasan diariamente en todos los canales de TV, especialmente en las horas y programas de mayor audiencia, que son los espacios más caros para la publicidad comercial.
En esta campaña, “los Trabajadores de Industrias La Constancia” nos explican como la cerveza paga muchos impuestos y para colmo de males, le quieren aumentar más. Dicen que el guaro y los Vodkas son malos para la salud. En cambio una cervecita heladita es un gran alimento.
Los “Trabajadores de Industrias La Constancia” nos hablan de la importancia de la libre competencia en el mercado y de la necesidad de que en el país exista seguridad jurídica.
Para mantener esta campaña solidaria con su empresa, los “Trabajadores de Industrias La Constancia” deben de ganar muchos miles de dólares mensuales de salario. Seguramente están gastando en publicidad el dinero que les sobra después de pagar la cuota de su casa en la Santa Elena, después de pagar la cuota escolar de sus hijos en la Escuela Americana, después de pagar el cable digital avanzado que tienen para ver la pantalla 3D de 52 pulgadas.
Además sus salarios les deben alcanzar para mandar a sus mujeres (o mariditos) a las mejores salas de belleza y que visiten con tarjeta de crédito platinium los exclusivos almacenes de la Gran Vía y Multiplaza.
De seguro los “Trabajadores de Industrias La Constancia” ya compraron su TOYOTA Prado del año, o su NISSAN XTRAIL. Ya le compraron al cipote quinceañero su auto deportivo para que apantalle a las bichas. De seguro que ya están hartos de ir a los mejores restaurantes de San Salvador.
Por ello del dinero que les sobra después de darse estos lujitos, se ponen la mano en la conciencia y piensan en su querida empresa que los trata de forma tan generosa. Entonces deciden donar unos centavitos para iniciar una campaña publicitaria que ayudará al lobby legislativo que hará su empresa para que no le aumenten los impuestos.
Los “Trabajadores de Industrias La Constancia” hacen un pequeño sacrificio. “Mi amor, este año no podremos ir de vacaciones a Europa, pues tenemos que donar unos dolarcitos para apoyar a la empresa”. La mujer hace un puchero de fastidio pero comprende y le dice “lo que tu digas mi amor, este año nos conformaremos con un hotel de cinco estrellas en Tela.”
Creo que todos los salvadoreños nos morimos de envidia cuando vemos a los “Trabajadores de Industria La Constancia” financiando esa carísima campaña publicitaria. Es por ello que ni sindicato tienen ¿Para que lo necesitan, con los salarios que ganan?
Solo le pido a Dios que no los vayan a secuestrar los Perrones, los Zetas, o cualquier banda de crimen organizado y exigirles un jugoso rescate, pues entonces ya no podrían hacer donaciones para continuar con esta campaña educativa.
Ayutuxtepeque, martes, 31 de agosto de 2010.
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