Varios comentaristas que escriben en los periódicos de mayor circulación nacional se han referido en los últimos días al problema de los diputados tránsfugas, término usado para designar a los diputados que se cambian de partido. En todos los comentarios se señala lo negativo de esta práctica que se considera una estafa para el electorado. Señalan la necesidad que esto se regule en la ley para evitarlo y que estos diputados o diputadas sufran castigos que pueden incluir la remoción del cargo para el que fueron electos.
Llama la atención que en el pasado, cuando los diputados tránsfugas eran de la izquierda nadie decía nada. Después de las elecciones de 1994, siete diputados electos bajo la bandera del FMLN se alejaron de este partido desde la primera sesión del primero de mayo de ese año. Estos diputados pasaron a constituir una fracción legislativa aparte y luego fundaron el Partido Demócrata.
En esos días nadie dijo nada, parecía normal y hasta correcto lo que hacían esos diputados y diputadas. Incluso tuvieron el respaldo oficial. No nos olvidemos que fue con el Parido Demócrata y sus diputados, que el gobierno de ese entonces, del Presidente Armando Calderón Sol firmó el tristemente célebre Pacto de San Andrés a través de cual aumentaron el IVA.
En las siguientes legislaturas se produjeron divisiones al interior del FMLN, de estas surgieron el Partido Movimiento Renovador que lideró Facundo Guardado y luego el Frente Democrático Revolucionario (FDR). Ambos partidos ya desaparecidos por no haber obtenido el mínimo de votos requeridos en la primera elección que participaron.
Cuando las divisiones se producían en las filas de la izquierda estas no eran comentadas con el mismo fervor que ahora lo hacen estos comentaristas. Hasta se llegaba a considerar que los diputados tránsfugas actuaban correctamente, pues su conciencia les indicaba que no podían continuar en el partido a cuya bandera se habían acogido para llegar al cargo público. Ellos se respaldaban en el Artículo 125 de la Constitución de la República y todo era legal y correcto.
Pero a partir de las elecciones del 2009, los diputados tránsfugas cambiaron de signo ideológico. Comenzó el turno de las divisiones en el seno de la derecha. En el primer año de esa legislatura, ARENA sufrió una fuerte división interna y más de una docena de diputados se salieron de las filas de ese partido y pasaron a fundar el partido GANA. Mientras el FMLN había superado sus líos internos y ya tenía dos legislaturas que no sufrían divisiones.
En esta legislatura recién electa, son muchos los rumores de descontento entre los diputados de ARENA, se habla de varios que estarían a punto de ser “comprados” y que se pasarían a otro partido de la misma derecha.
Entonces aparecieron los comentaristas para expresar preocupación y cambió el tono y la dirección de su discurso. Lo que antes era irrelevante ahora era un tema importante. Lo que antes era natural, ahora era anti natural, lo que antes era hasta correcto ahora es incorrecto.
El anterior cambio demuestra por una parte la doble moral existente, las mismas cosas son buenas o malas según la posición y los intereses con respecto a ellas. En el pasado las divisiones del FMLN eran convenientes para la derecha, obtenían importantes ventajas políticas.
En el 2005, el FMLN a raíz de la división interna perdió la capacidad del veto en las elecciones legislativas que requieren votación calificada. Fue así como esa legislatura encabezada por ARENA pudo elegir por segunda vez al tercio de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia. El FMLN se opuso y consideró que la elección era ilegal.
Luego en el 2012, con la división que llevó a que ARENA perdiera la capacidad de veto en las elecciones legislativas que requieren votación calificada. El FMLN encabezó la elección del tercio de magistrados por segunda vez. Lo demás es historia reciente.
Pero por otra parte, también demuestra que la opinión pública es manipulada según los intereses de los grupos de poder económico. Ahora todo lo que antes era bueno e irrelevante, cambia de signo en los grandes medios de comunicación. Ahora ellos están a favor del fortalecimiento del Estado de Derecho y de la seguridad jurídica que en el pasado debilitaron y mancillaron. Todo por el simple hecho que ellos perdieron una parte importante del control del Estado.
Parece que nos conviene que sigan en la oposición, que no es bueno que asuman de nuevo las riendas del Estado. Pues solo así tendremos garantía que seguirán defendiendo lo que antes atacaban. No cabe duda que si fortalecemos la institucionalidad democrática y alcanzamos seguridad jurídica el país caminará mejor. Si ARENA retorna al Ejecutivo ¿Quién garantiza que no volverán a cambiar de opinión?
Ayutuxtepeque, jueves, 27 de septiembre de 2012.
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