La trilogía de la Antártida – Poe, Verne y Lovecraft Parte 1

La Narración de Arthur Gordon PimEdgar Alan Poe

¡Tekeli-li!

Las aventuras de Arthur Gordon Pym – Edgar Alan Poe

Hace muchísimos años leí la extraña novela de Edgar Alan Poe, “La narración de Arthur Gordon Pym”, llamada en otras ediciones como “Las aventuras de Arthur Gordon Pym” y sabía de alguna manera, quizá porque lo leí en algún lado, que tenía una especie de secuela en una novela de Julio Verne “La esfinge de los hielos”, pero esta última novela la tuve olvidada desde hace muchísimos años

Más recientemente descubrí que también existe otra novela vinculada con las dos anteriores y se trata de «Las montañas de la locura» de H. P. Lovecraft que retoma el tema de Gordon Pym, concluyendo lo que algunos llaman «La Trilogía de la Antártida«, una obra monumental escrita por tres grandes y consagrados escritores diferentes que ha pasado olvidada o mas bien, ignorada durante todo este tiempo.

De tal manera me intrigó el asunto que me puse como tarea leer las tres novelas y emitir mi propio juicio sobre ellas.

Verne en 1864 publicó uno de sus únicos ensayos «Musée des familles» un artículo sobre Poe en el cual decía de Poe entre otras cosas: «No pretendo explicarles a ustedes lo inexplicable, lo inasible, lo imposible, fruto de una imaginación que, en Poe, raya a veces con el delirio» pero además agrega que con sus cuentos como «Los crímenes de la calle Morgue» y «La carta robada», Poe logra alcanzar: «los últimos límites de la inteligencia»

Porque la historia de Arthur Gordon Pym, a pesar de su poca extensión, menos de doscientas páginas, es una obra maestra, un viaje alucinante y desquiciado por los gélidos mares del sur, que a pesar de lo mucho que detalla en el quehacer marino en algunos pasajes y las exactas medidas y descripciones cartográficas de las que hace gala, no aburre nunca y gradualmente nos va transportando de un estado de mal sueño bajo un sopor neblinoso hacia una pesadilla oscura e interminable que mezcla elementos oníricos con otros que rozan la locura, llegando a situaciones límite como el canibalismo, para terminar en algo incomprensible que deja tanto tema abierto que era lógico que escritores como Verne y Lovecraft quisieran darle continuidad y de ser posible punto final a esa alucinación, seguramente al no soportar que todo quedara sin respuesta, solo con muchas preguntas por hacer.

Tal fue el impacto de esta novela en la mente de dos genios creadores que terminaron por hacer una trilogía del horror, uno de ellos, Verne, tratando de darle coherencia y el otro, Lovecraft complementando a profundidad la locura del mundo que apenas comienza a descubrir Poe con su narración.

La novela de Lovecraft aparentemente sin conexión con la novela de Poe, pero con patrones persistentes entre las dos anteriores como el ominoso silbido-grito ¡Tekeli-li! que aves, nativos e incluso el monstruo gelatinoso de Lovecraft emiten, con un oscuro significado que solo Poe supo.
Por esta razón quería tener frescos los hechos en la narración de Arthur Gordon Pym.




ZONA DE SPOILER – LEER BAJO SU RIESGO

Resumen de la Narración de Arthur Gordon Pym

Arthur Gordon Pym un joven de Nantuteck, Massachusetts, en los Estados Unidos, hijo de un respetable comerciante de pertrechos de marina, sueña con aventuras en el mar contra todos los deseos de su familia y con su amigo Augustus quien partirá en un viaje de comercio en barco ballenero Grampus propiedad de su Padre, lo convence de ir de polizón y liberarlo ya en Alta mar cuando sea inevitable que se quede.

Accede y engañando a sus padres con una falsa carta de un tío que regularmente lo invitaba a su casa de campo a pasar temporadas de uno o dos meses, logra colarse en el barco y encerrarse en un escondite bien camuflado en la bodega del barco, ahí pasa encerrado mas tiempo del esperado sin que nadie lo llegue a ver y sufre horrores de la sed, pestilencia de vapores de aceite que lo sumergen en un estado de intoxicación mental, hambre al arruinarse su comida.

La aparición repentina de su perro, ya al borde de la muerte lo mantiene apenas con vida y por fin su amigo llega a buscarlo con comida y agua, contándole que el barco sufrió un motín y que a su padre con dos marineros lo abandonaron en el mar, pero a él lo mantienen prisionero con ciertos privilegios, gracias a las gestiones de Dirk Peters, un indio americano que de alguna manera lo protege.

Pasan muchos problemas y planifican tomarse el barco con la ayuda de Peters y en medio de una tormenta logran su cometido, matando a todos, pero la tormenta destruye la nave y su cascarón flota en el pacífico donde tres cuatro sobrevivientes, con Augustus herido de un brazo sufren las calamidades de la sed y el hambre llegando al canibalismo, al final sobreviven solo Poe y Peters quienes son rescatados por la Jane Cuy al mando del capitán William Guy que se dedicaba a pescar y traficar en los mares del sur.

Pero también se dedicaban a explorar los extraños mares helados de esta región y juntos buscan las famosas y míticas «Islas Auroras», que al final, no encuentran y terminan muy al sur, más allá de donde se han reportado los exploradores anteriores, llegando a un archipiélago de extrañas islas donde moran unos nativos de complexión muy extraña, pero son amistosos y comercian con ellos, chucherías por comida y verduras.

Sin embargo, estos «amistosos» indígenas ocultan un plan maligno y mientras llevan a la tripulación hacia un lugar dende harán la ceremonia de despedida, les hacen caer al grupo un deslave de tierra provocado, que los sepulta a todos excepto a Pym y a Peters que habían entrado a una pequeña caverna a explorar.

Ambos logran salir de la trampa y desde una loma, son testigos de la toma del barco cuyos pocos defensores no pueden contener la oleada de salvajes que los aborda, descuartiza y terminan incendiando el barco, cuyo cargamento explota, matando a más de mil indígenas que aterrorizados creen que es un castigo por sus acciones.

A duras penas logran escapar de donde se encuentran y logran tomar una de las cuatro grandes canoas que tienen estos indígenas y escapan.

Inician un viaje hacia el sur en donde encuentran cosas inexplicables, terribles y misteriosas, dejando inconcluso el relato, con muchas más dudas que respuestas y el grito ¡Tekeli-li! en el aire.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.