¿Pedofilia?... Eso es sólo problema de los Americanos!
Me encuentro con éste artículo en Medio Lleno sobre los nuevos mecanismos de la Iglesia Católica para manejar los casos de pedofilia entre sus sacerdotes.
Me parece interesante, pues el autor menciona todo tipo de acciones en apariencia más «severas» por parte de la Iglesia Católica en casos de pedofilia entre sus sacerdotes, sin embargo, no encuentro por ningún lado algún tipo de acción que prevenga tales actos. Se menciona también que apenas entre el 1% y el 4% de los sacerdotes a nivel mundial han sido denunciados en éste tipo de casos entre 1950 y 2002.
Un porcentaje que para el autor es muy pequeño, pero si tomamos números realistas, de acuerdo a los recuentos del Vaticano, hay alrededor de medio millón de sacerdotes a nivel mundial. Si tomamos en cuenta el número mínimo de casos (1%) esto nos da un total de 5,000 casos de pedofilia a nivel mundial. El autor dice que son todos casos comprobados y supongamos que cada sacerdote viola a dos niños como mínimo, hay 10, 000 niños que han sido vejados, sin recibir justicia. Obviamente las violaciones no comenzaron en 1950 ni tampoco se detuvieron en 2002, han habido abusos antes y los hay hoy en día.
Ahora, quiero aclarar que mi crítica no tiene motivo de destruir la reputación de la Iglesia Católica. Nací, crecí y estudié en ambientes católicos , mis amistades y familia son de ésta religión también por la que respeto a ésta institución. Estudié en colegio católico y los sacerdotes de mi colegio fueron siempre correctos, excepto uno que si se le encontró culpable de pertenecer a una red de pornografía infantil. Tener un caso tan de cerca y peor, que dicho sacerdote fué maestro en una de mis clases es escandalizante y decepcionante a la vez.
La congregación no hizo nada más que ocultarlo y lo remitieron a otro colegio en otro país. Lo extraditaron y finalmente se hizo justicia. Todo el proceso tomó varios años gracias en buena parte a las acciones de obstaculización que la Iglesia realizó, argumentando que ellos protegían a las victimas y al sacerdote al enviarlo lejos para evitar problemas, también de realizar una investigación interna acerca del asunto.
Esto me lleva a la siguiente parte del artículo:
Se establece que todas las denuncias de abuso de un menor deben ser investigadas por la diócesis local. Si la acusación es plausible, el obispo local debe transmitir toda la información necesaria a la Congregación para la Doctrina de la Fe, con sede en Roma, expresando su opinión sobre los procedimientos a seguir y las medidas que se adoptarán en torno al caso.
Esto es totalmente ridículo e insultante para las victimas de abuso infantil. ¿Por qué la iglesia tiene derecho a investigar antes que las autoridades correspondientes?, ¿Acaso están por encima de la ley?…
Un delito es un delito y quien debe investigar las denuncias y comprobar su culpabilidad o inocencia son las autoridades correspondientes. La Iglesia no tiene derecho a reservarse el primer lugar de investigación. Hay demasiada pauta a que un sacerdote decida o no el denunciar un caso o varios casos de abuso infantil.
En todos los casos, debe informarse del delito a las autoridades civiles competentes. Además, el obispo local puede imponer medidas cautelares para salvaguardar a la comunidad, como la restricción de las actividades de cualquier sacerdote de su diócesis.
¿Pero cuándo?. Deacuerdo a éste mecanismo, después de finalizada dicha investigación, debe denunciarse el hecho a las autoridades correspondientes… pero dicha investigación puede durar días, meses, años o incluso décadas. No menciona ningún límite de tiempo para entregar a un sospechoso a las autoridades.
En 2010, el Papa Benedicto XVI agregó nuevas normas para los casos de abuso: siempre es obligatorio denunciar ante la justicia a los sacerdotes que cometen abusos contra menores, pero además de los menores, se agrega como víctimas a las personas mayores con discapacidades, y se recrimina la posesión de material pornográfico de menores en manos de sacerdotes. En los casos más graves, puede solicitarse directamente al Papa un decreto para “anular de oficio el estado de sacerdote”. En otras palabras, el pederasta puede ser despojado del sacerdocio.
Es obligatorio, siempre y cuando, ellos determinan si su investigación primaria resulta en culpabilidad. Pero nuevamente entra mi duda si por ser Sacerdotes están por encima de la ley, ya que la Iglesia no puede retener una denuncia sólo porque se les antoja investigar antes. Por otro lado, el quitarles el sacerdocio es como lavarse las manos, pues si preguntan: «No, el no es sacerdote católico… si, es culpable pero no pertenece a nuestra congregación y nada tenemos que ver».
Me parece bien que se agreguen a las personas de edad mayor y con discapacidades, pero como dije al principio, no existe ninguna acción de prevención para éste tipo de actos. Me parece que todo sigue siendo maniobra para lavarse las manos y evitar manchar su reputación. Personalmente me gustaría que hubiera más acción concreta para evitar la pedofilia entre sacerdotes, me aprece que a la larga les sería mucho más efectivo.
Hasta la próxima.-