Si vemos hacia adonde apuntan los más grandes medios de comunicación llámese prensa escrita, radial o televisiva, nos damos cuenta que se limitan a los siguientes tópicos:
El ataque a la propuesta gubernamental sobre las pensiones
La cobertura sobre el caso de ciber fraude a un periódico involucrando a Nayib Bukele
Las capturas de los militares, sobre los cuales hay orden de detención por parte de España
Y una semana atrás, las maderas eran la muerte del ex presidente Francisco Flores y las discrepancias en las cuentas de gastos del ex presidente Mauricio Funes.
Esta tarde se desata la noticia bomba de que la Corte Suprema de Justicia levanta juicio civil contra el ex presidente Funes por presunto enriquecimiento ilícito.
Y más tarde se soltaba otra bomba noticiosa, el Fiscal General de la República Douglas Meléndez desclasifica información sobre viajes oficiales del ex fiscal Luis Martinez.
Incluso los temas de violencia y maras quedaban opacados por toda esta guerra de titulares, bajo mutuas acusaciones de lanzar cortinas de humo los dos bandos hacían noticia en uno u otro sentido, acaparando los ojos, oídos y mente de la población.
Pero muy abajo en el fondo de todo esto se discute un tema que no quieren que se haga público, el debate sobre el salario mínimo.
Se establece en la constitución de que el salario mínimo debe ser revisado cada tres años y desde el último incremento ya pasaron casi los tres años, por lo que se inició el debate “público” para el sector privado y tanto para el salario urbano como para el rural.
La federación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD), vigilante del proceso solicitó en una carta fechada 11 de enero de 2016 al Consejo Nacional del Salario Mínimo (CNSM), que se permitiera que la ciudadanía pueda acceder a las sesiones de discusión del Consejo sobre el tema de la revisión del Salario Mínimo.
Apelando a la transparencia que debe regir según la Ley de Acceso a la Información Pública que en su artículo 2 dice que es un derecho ciudadano acceder a la información pública y es una obligación del estado, poder proporcionarla, siempre y cuando no se encuentre dentro de las excepciones de ley.
Considerando que en este caso era justificado porque la información generada y controlada por el Consejo Nacional del Salario Mínimo, no es de propiedad e interés privado, sus contenidos y usos potenciales conciernen a la sociedad que directa o indirectamente sería beneficiada con un potencial aumento salarial.
Por estas razones y en base al artículo 18 de la Constitución, solicitaron estar presentes en las sesiones para poder mantener informada a la ciudadanía del desarrollo de las mismas.
La representación de la ANEP en el Consejo se opuso a la solicitad de FESPAD, la representación del gobierno apoyó el pedido de FESPAD pero quedó en minoría, pues los representantes del sector laboral respaldaron a la ANEP.
El tema del salario mínimo es importante para todos los sectores de la vida nacional, porque se trata del ingreso monetario de la población trabajadora, de los costos y las utilidades de las empresas, se trata de los fondos de pensiones, de los ingresos y gastos del gobierno, de recursos al ISSS y a otras instituciones, para quienes el tema reviste importancia capital.
Realmente el tema del Salario Mínimo es de interés nacional y debería discutirse de cara a la población pero prácticamente ha sido invisibilizado de forma sistemática y ahogado en las grandes telenovelas mediáticas que consumen las maderas informativas de los grandes medios de comunicación.
La Asociación de la Empresa Privada (ANEP) ha propuesto un incremento del 9 por ciento al salario mínimo, dio a conocer Jorge Daboub, presidente de la gremial, esto repartido en 3 años, en la última revisión se aprobó un incremento del 12 por ciento es decir 4 por ciento anual hasta la siguiente revisión, ellos proponen bajar el porcentaje de aumento, como si la inflación estuviera bajando..
Según Jorge Daboub, discutir este tema no tiene sentido, porque en la empresa privada los salarios, en promedio, son superiores a $430. Por eso opinó que es preferible preguntarle al Estado por qué no garantiza servicios de calidad en salud y seguridad porque si lo hiciera los salvadoreños se ahorrarían “su dinerito” .
Hablar de promedios es peligroso en temas de ingreso por persona, aquí se ignora el tema de la brecha salarial, pues cuando el señor Daboub dice que «en promedio» los salarios son superiores a $430 dólares está hablando de lo siguiente:
Supongamos una empresa de 20 empleados, con 1 Gerente General, 2 Gerentes, 1 Jefe, 1 contador y 15 operarios.
Hagamos un poquito de números y supongamos que ganan lo siguiente:
Si sacamos el promedio según los sueldos de todos los empleados nos da en promedio US$ 663.78, es decir aún más de lo que dice el Sr. Daboub, si quitamos a los gerentes del cálculo y promediamos entre los “trabajadores”, incluyendo jefes tenemos US$ 369.15, casi llegamos al “promedio” que dice nuestro amigo Daboub.
Pero el operario no gana ni recibe mas de sus US$ 251.70 dólares, que no se acercan a los 370 o 400 dólares que en promedio paga la empresa privada, porque si los paga pero a los dueños de la misma, porque los gerentes suelen ser los mismos parientes directos del dueño de la empresa.
Eso es mentir con los números, pero el problema realmente no es esta discusión, sino que no se le permite al pueblo enfocarse en este tema que es realmente crucial para su vida inmediata.
Un incremento salarial que no cubra la inflación, empobrece más a la clase trabajadora, uno que apenas la solvente, únicamente perpetua la condición de pobreza, pero este tema es prohibido en los medios alineados, todo se enfoca en el show, en el morbo, que si los militares, que si Nayib, que si las pensiones, pero cuidadito de hablar del salario mínimo, en eso no debe pensar el pueblo.
¿A donde puesta nuestra atención?
¿Quienes manejan los hilos de la información?
2 comments for “La agenda mediática nacional versus la discusión del Salario Mínimo”