Simplemente uno no sabe cómo enfrentar esas amargas sorpresas que la realidad depara. Son esos hechos fulminantes en los cuales la primera reacción de incredulidad nos deja con la mente en blanco, como deseando despertar para darnos cuenta que no es cierto.
No es posible emitir ninguna reacción de inmediato, porque no se pueden aceptar de golpe las tragedias.
Héctor ha sido de los amigos que allí han estado toda la vida.
Encuentros y desencuentros.
Etapas de mucha cercanía y de alejamiento. Distancias y cercanías.
Han sido cuarenta años de encontrarnos en la realidad de la vida, desde aquel lejano 1971 en que llegó a Santa Ana a una reunión de la Juventud Nacional Opositora. Allí se abrió un libro, que el destino cerró este día.
Es difícil decir adiós a un amigo, que esta mañana se levantó con toda la ilusión de avanzar en sus ideales y la muerte se le atravesó sin darle ninguna posibilidad… Quizás es mejor decirle hasta siempre.
Ayutuxtepeque, jueves 08 de diciembre de 2011.
4 comments for “HASTA SIEMPRE, HÉCTOR”