Psicologicamente estamos dominados por nuestros sentidos, pero los sentidos actuan sobre la psique de una forma extraordinaria, de tal manera que esta actua sobre el cuerpo o soma de manera benefica y sustancialmente poderosa.
El sentimiento de la enfermedad es el sentirse mal es el enfermar, la enfermedad. Cosa que puede sobrepasarse de alguna manera con tratamiento medico, pero no es ese el sentido de lo que pretendo razonar, sino lo hago en el sentido de la voluntad y sobre todo de la voluntad ferrea hacia lo que van dirigidas nuestras acciones, hacia lo que hacemos por sentirnos bien. No nos enfermamos por pura casualidad. Hay sustancias que se activan en el cuerpo y que nos hacen que nos sintamos infirmis.
Pero el cuerpo y la psique estan dotados de extraordinarios poderes benéficos, los cuales viene de toda la estructura orgánica, especialmente del cerebro. Cuantos casos vemos de enfermendades que son meramente males espirituales y los buscamos como una huida de lo que son la raíz de ese mal. Debemos tener la certeza de cuanto es la huida hacia ese grado de sentimiento que es el que nos pone mal, debemos tener en cuenta que es una huida del cuerpo del sentimiento de espiritualidad, que por cierto se aloja en ciertas partes de nuestro cerebro.
La enfermedad curativa no es un simple acudir a los médicos y que nos den los medicamentos que calmen nuestros males. Es mas bien el caso de mantener una mentalidad sana hacia nuestro organismo y hacia nuestra psique que los griego traducian por alma.
Estos tienen una regulacón mas bien benefica con el ejercicio y la dieta. Creo que en ese sentido la vida es pura actividad activante. El sentirse mal es algo pasajero según los creadores de la medicina, los griegos cuando uno se rige por los espíritus que rigen el destino o daimon. Esa es una forma de que con nuestros sentimientos y voluntad somos capaces de dominarlos malos espirítus que se apoderan de nuestra unidad sistemática.
En nuestro mundo de hoy los hospitales estan llenos de enfermos, que no son personas que no padecen ninguna enfermedad o que el mal es imaginario, estan ahí solo por la costumbre de acudir al médico y eso es lo que hace a los médicos de los hospitales de no paga que traten con tanta renuencia a tanto necesitado de aliento. Esos son los verdaderos tanatocrátas que sirven de puente hacia la muerte, los cuales no tratan bien a sus pacientes tan solo les importa el lucro con su carrera, tan solo somos números u objetos de ganancia.
Dicen que no hay enfermedades sino tan solo enfermos, esto tien mucho de verdad. La historia personal y biográfica es la clave, es el desarrrollo personal y evolutivo el que va marcando la pauta de nuestros males. Sobre todo el sentir y el sentimiento son los que hacen que profundicemos en lo que verdaderamnete somos y no dejarselo todo a los farmacos a los tratamientos quirúrgicos. La enfermedad nace de nuestros males que son producto de nuestra forma de pensar o mentalidad. Todo ello se ha convertido en una de las industrias mas lucrativas.
Pero la necesidad de sentirnos bien con nosotros mismos, hace que andemos corriendo de medico en medico, esos dioses de blanco que de dioses no tienen nada, son seres humanos formados en una disciplina científica que a veces padecen mas males que nosotros los pacientes.
El espíritu y fuerza de voluntad son los que nos hacen mantenernos fuertes en un medio ambiente adverso que esta pugnando siempre por sufrir nuestra propia realidad. Con esto no estoy diciendo que la enfermedad no tenga una realidad constitutiva pero es parte de nuestro decurso hacia la muerte, de la cual nadie escapa.
Lo que sucede es que la vida intrapsiquica y somatica son realidades autonomas e interdepenedientes. Vivimos en gran parte de supersticiones. Hay que tomar en cuenta que lo que necesitamos en los casos de males creados es atención personalizada y esto requiere el factor tiempo que se ha convertido en una mercancia mas.
Para cerrar quisiera hacer una reflexión sobre las fuerzas del mal que hoy acosan a la humanidad. Hay muchas fuerzas que buscan descontrolar el planeta con planes destructivos y de dominio sobre gran parte de la humanidad.
La tradición milenaria de la cultura y la sabiduria deben ser nuestras armas primordiales ante estos males.