En definitiva es un reportaje impresionante. Quizás el mejor que he leído en un medio de comunicación salvadoreño. También hay que reconocer la valentía de los periodistas, del director y el equipo que conforman El Faro.Net. No es fácil y conlleva riesgos el desarrollo y la publicación de semejante investigación. Pero era necesario que esta información, que en algunos círculos sociales, políticos y económicos se comentaba a voces bajas desde hace tiempo, saliera a la luz pública.
Este esfuerzo que desarrolló El Faro debe obligarnos a reflexionar sobre la situación del país, en general; y la de la delincuencia, en particular. Muchas preguntas de fondo surgen después de una primera lectura del informe. ¿Cómo es posible que un medio de comunicación con pocos recursos y sin personal especializado en la labor policial haya logrado profundizar en una investigación que las autoridades competentes han ocultado y abandonado desde hace tiempo? Esta fue la primera interrogante que me surgió.
Para la policía, La Fiscalía, la Asamblea Legislativa, algunas alcaldías y otras instituciones públicas es probable que el reportaje les parezca inexacto en algunos puntos, pero el punto de fondo no es la exactitud de cada palabra o párrafo. El punto de fondo es la historia en su forma general: un cartel delictivo que funciona desde hace más de una década en la impunidad y con la complicidad de importantes mandos policiales, dirigentes y líderes políticos y empresariales.
El otro tema de fondo es como la debilidad de nuestra institucionalidad jurídica y democrática no es capaz de actuar con un mínimo de eficiencia ante este complejo fenómeno delincuencial que sufrimos desde hace muchos años. La denuncia pública que hace varios meses hiciera el Presidente Funes sobre que muchas instituciones del Estado están penetradas por el crimen organizado, tiene ahora una confirmación. Muchos hubiéramos esperado que fuera el mismo Presidente, quien después de lo señalado, se pusiera a trabajar en una investigación independiente y nos presentara resultados concretos.
Para muchos salvadoreños, después de leer este reportaje les quedarán claro por qué nuestra clase política se opone a una reforma electoral seria. Por qué nuestros políticos no están de acuerdo en una ley de partidos políticos que permita mayor control de nuestras instituciones partidarias. Por qué no quieren que se ejerza ningún control sobre las finanzas y los gastos de las campañas de los partidos y los candidatos. Quedan claras las razones por las cuales ocultan a los candidatos con la bandera partidaria en las papeletas de votación.
También queda claro por qué en la Asamblea Legislativa hay fuerte oposición a la declaración patrimonial que incluya bienes muebles e inmuebles de los que obtienen altos ingresos. Por qué se oponen a darle más facultades a la Inspectoría de la PNC y por qué la acusan cuando actúa.
Ahora se entenderá mejor contra que monstruo delincuencial se ha enfrentado la Sala de lo Constitucional de la CSJ con las resoluciones sobre la cancelación del PDC y PCN.
El reportaje demuestra que no hay partido político que pueda ser totalmente inmune a la acción del crimen organizado. Con mayor peso en la derecha por ser partidos que se han mantenido en el poder desde hace muchos años, pero buscando los espacios en los partidos de izquierda. Una de las implicadas en el informe de El FARO tuvo un paso fugaz por el partido FMLN y el actual gobierno.
Este reportaje nos induce a pensar que si no se actúa con rapidez vamos en el mismo camino que México y Guatemala, donde el crimen organizado ya controla extensos territorios y va hacia el control de los Estados nacionales. Por ello, se convierte en una alerta sobre el futuro que nos espera si no actuamos.
Solo la participación ciudadana fuerte y firme, exigiendo el fortalecimiento de nuestra institucionalidad jurídica y democrática, abogando por el establecimiento de un verdadero Estado Constitucional de Derecho puede ser un muro contra este peligro que nos acecha. Por favor perdonen mis amigos cibernautas, pero no basta con una puteada de desahogo desde el anonimato, en la sección de comentarios y opiniones de los sitios de internet. Se les exige salir a “sudar la camiseta” con las organizaciones civiles que pelean en condiciones de desigualdad contra estos monstruos.
Ayutuxtepeque, miércoles, 18 de mayo de 2011.
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