Una de las novelas que afectan profundamente la forma de pensar de un joven idealista o incluso de un adulto ya envenenado de cinismo, es la considerada por muchos como la obra Magna del escritor francés Víctor Hugo, “Los Miserables”, su fuerza e intensidad golpea desde la bondad infinita de monseñor Myriel hasta la santidad sometida a toda prueba de Jean Valjean, la novela recorre todo el abanico de miserias, abominaciones y actos de extrema bondad, coraje, amor, sacrificio, valor y lealtad.
Tuve contacto con “Los Miserables” con una edición de la Editorial Porrúa de Argentina, que se especializaba en publicar las obras completas, sin cortes ni resúmenes, lo que era sufrimiento para muchos y goce absoluto para otros.
Mi padre la compró cuando yo tenía como 14 años y pasó por sus manos y fue hasta que mi primo comenzó a leerla y a comentarla que me interese en el monstruoso libro.
Pasé un año muy disparejo en la lectura, por ratos mortalmente aburrido leyendo pasajes que para mi resultaban insoportables como las detalladísimas descripciones de la batalla de Waterloo o de un simple edificio y en otros pasajes presa de una total ansiedad por ver que pasaba con Jean Valjean y Cossete mientras huían cruzando por el puente de Austerlitz y llegaban a un callejón sin salida con un alto y frío muro blanco, incluso la última parte titulada Jean Valjean, es a mi juicio la mas grande obra épica literaria de todos los tiempos, supongo que mas de alguno al ver la película saldrá con ganas de hacer una barricada.
Luego el último “libro” de la extensa novela, titulado Jean Valjean me lo leí en una frenética odisea de varias horas en las que solo me levantaba por los gritos de mi madre para comer o alguna tarea hogareña de mi responsabilidad que había abandonado a merced de la compulsiva lectura en que había caído y que me valió varios regaños y admoniciones, pero finalmente la terminé dejándome cambiado.
Pasada la adolescencia, la retomé con mas tranquilidad y en un tiempo similar la volvía a leer pero ya con una mejor comprensión de las cosas y eventualmente le he dado lecturitas a las secciones que más me gustan.
Mi hijo la comenzó hace un año y quedó prendado de la novela pero al igual que la mayoría de los que la abordamos, nos es difícil, sino imposible leerla en forma constante, por ratos me decía mi hijo que no la soportaba por aburrida y yo le decía que se saltara esos capítulos a lo que me respondía que no podía porque si no no la habría leído, igualmente me pasaba así que lo dejaba estar.
Hoy que ha venido en cartelera la película musical, mi hijo ha llegado al libro de Jean Valjean y me recuerdo a mi mismo, totalmente absorto en la lectura, descuidando todo menos el libro ante los reclamos de su madre que lo hace extensivo a mi persona por estarle dando “babosadas a leer” y tiene doble incentivo ya que quiere terminar el libro antes de ver la película y quiere ver la cinta, para criticarla a todo lo ancho y largo con la propiedad de “quien ha leído el libro”.
“Los miserables” es una obra que debería ser obligatoria en nuestros planes de estudio, pero debe darse para el final de la educación básica, puesto que es una obra muy “pesada” en su versión completa, ahora con la película se pondrán de moda los personajes, las frases, los números, etc. Eso es bueno y es malo a la vez, ya que por un lado lleva a la masa una gran historia, pero por el otro desalienta la lectura porque mucha gente es como aquel viejo personaje interpretado por el actor Tom Selleck, es decir el detective Magnum P.I. que prefiere ver las películas a leer los libros.
Existen varias ediciones resumidas en las que ponen solo “la carnita” es decir solo la historia, saltándose las magistrales pero larguísimas descripciones, historias o contextos, como el capitulo dedicado exclusivamente al “Caló”, (caliche para nosotros) Francés, son buenas para quien solo quiere la esencia de la historia, pero se pierden toda la literatura, pero si ustedes se acostumbraron a leer simplezas como las de Coelho o a Dan Brown, mejor lean una de estas versiones reducidas, aún mutilada es una obra grandiosa.
A pesar de que han convertido una obra maestra en un Musical de Broadway, al mejor estilo de Cats o West Side Story, supongo que deben haber captado la esencia de la novela, cuyos personajes son sublimes y unilaterales, el bueno lo es hasta la santidad y el malo hasta la abyección, pasando por el prisionero de sus principios y deberes sin derecho a decidir entre el bien y el mal, el revolucionario puro e idealista que llega hasta el sacrificio y el escéptico cínico que lo adora y muere con él, amores que llegan hasta la inmolación y odios que corroen el alma, en fin “Los Miserables” es una de las mejores novelas de la literatura mundial, ya sea que se animen a leerla o que decidan ahorrarse el esfuerzo y quedarse con el musical disfrútenla en toda su extensión, quizá algo cambie en nosotros después de experimentar la fuerza de “Los Miserables”.
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