La Jueza Kimberlay Swank del distrito este de Carolina del Norte en Estados Unidos, concluyó que el militar salvadoreño, coronel Inocente Orlando Montano Morales, sea extraditado a España, en donde se le requiere para un juicio por el asesinato de cinco sacerdotes jesuitas en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) el 16 de noviembre de 1989, en el marco de la ofensiva guerrillera que el FMLN había lanzado pocos días antes del vil asesinato.
Desde hace días se venía discutiendo el requerimiento que el gobierno de España hacía contra 13 militares salvadoreños implicados en el mismo crimen, requerimiento que se hacía, creo, que por tercera vez sin ser atendido dado que la Corte Suprema de Justicia había declarado que no procedía la extradición y se tenía el tema en suspenso por la reacción del ejército salvadoreño, cuyos miembros eran los acusados, siendo el comandante general de las fuerzas armadas un ex combatiente guerrillero y entonces enemigo de la institución.
Esto era en realidad una papa caliente que nadie quería sostener, ni mucho menos tragarse, pero al parecer cuando los mismos Estados Unidos son los que al retirar el apoyo a los militares salvadoreños, avalando la extradición de uno de ellos que se encontraba prisionero por problemas migratorios, le han dado el coraje a las autoridades salvadoreñas para hacer lo mismo con sus homólogos que residen en nuestro país, a pesar de las implicaciones políticas que represente.
Todo esto en medio de una gran ofensiva mediática de parte de la derecha salvadoreña que dirige sus baterías contra el Ex presidente Mauricio Funes y el Alcalde de San Salvador, Nayib Bukele.
Si todo logra terminar como debe ser, se sentará un precedente en la lucha contra la impunidad, esperemos a ver que sucede.