Esta vacación agostina fué bien aprovechada por mi parte ya que acompañé a un grupo de Rovers Scouts a la Gran Aventura Rover 2010.
Yo que fuí hace años miembro del movimiento, sé que este es el máximo evento de la rama mayor del movimiento Scout y tuve el privilegio de vivir mi 3a. Aventura Rover, un evento de caminata que se realiza cada 4 años, cuando las condiciones lo permiten.
Esta vez fué un recorrido de mas de 120 km. en 5 días, partiendo desde Campo Escuela Atlacatl en San Ignacio, caminando por Citalá, Shitán, Las Cruces, San Miguel Ingenio hasta llegar a Metapán los días Lunes y Martes.
Luego el miércoles caminar hasta Coliseo y de ahí el jueves hasta Esquipulas en Guatemala en donde el evento terminó.
La prueba es durísima y los muchachos dan lo mejor de sí, caminando con toda su carga, tiendas, comida, ropa, etc., sufriendo cuestas interminables y bajadas aún mas interminables, sol, lluvia pero gozando de impresionantes paisajes como los que les dejo a continuación.
El evento culminó el viernes 6 de agosto en Esquipulas con todos los jóvenes al límite de sus fuerzas, agotados, con ampollas, dolor de espalda, de cuello, de pies, de rodillas pero totalmente satisfechos de haberla realizado, maravillados del nivel de hermandad alcanzado.
En los Facebook de todos los jóvenes que asistieron no se habla de otra cosa, la Gran Aventura Rover 2010, la Aventura de sus vidas, algo que no se repetirá hasta dentro de 4 años con una nueva generación de jóvenes Rovers Scouts.
Este es el tipo de actividades que deberían promoverse en nuestra juventud, eventos lejos del consumismo que ofrecen las radios que promueven el vicio fácil, la cerveza, el cigarro el bailar embrutecidos por el alcohol y en muchos casos por algo mas enervante.
Estos jóvenes se mantuvieron alejados de los placeres sofisticados que se ofrecen en las playas, discotecas y hoteles de «n» estrellas, y caminaron bajo la lluvia, bajo ardiente sol, con enormes cargas a cuestas , cocinando la poca comida que llevaban, comprando tortillas, queso y frijojes en las casas, «saqueando» las tienditas de dulces y chucherías, reactivando en cierto modo la economía de estos lugares alejados del mundanal ruido.
Al terminar agotados pero francamente felices y emocionados, sienten que algo de ellos ha cambiado y que son mas fuertes, mas responsables y mejores personas que cuando empezaron, lo pueden leer en los comentarios que pululan el Facebook de estos jóvenes que han vivido la experiencia de su vida.
Un Saludo a todos los jóvenes Scouts de El Salvador.
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