Hace unos días las redes sociales estallaron de indignación ante la publicación de una joven que fue atropellada y quedó tirada en medio de la calle, sangrando y pidiendo ayuda ante la vista atónica de muchas personas e incluso de policías que no sabían que hacer o no querían hacer nada, dejando a la pobre jovencita desangrarse durante mas de media hora hasta que llegaron los cuerpos de socorro.
Esto nos está mostrando claramente la degradación que hemos ido adquiriendo como sociedad y como instituciones, un ejemplo de esta degradación se refiere a la ética periodística de algunos medios que parecen no conocer esa palabra o ese concepto, pues juegan con el morbo del receptor, sacando el lado mas amarillista de la noticia, con una indignante portada que decía algo así como “Quedó molida” en referencia a la joven luego de su accidente, mostrando una foto de la chica tirada en el asfalto con la cara sangrante.
El otro ejemplo es la incapacidad de la colectividad para prestarle pronto auxilio, pues tal parece que había mucha gente además de los policías y algunos de los curiosos le reclamaban a los agentes que hicieran algo, pero nadie hizo nada por su cuenta, lo que se entiende considerando que no poseen adiestramiento de Primeros Auxilios, recuerdo que durante la guerra era común encontrarse con gente herida o golpeada, ya sea como víctima colateral o como blanco de uno de los bandos o incluso en accidentes similares a este.
En más de alguna ocasión pude ver e incluso participar de la reacción de la gente ante un hecho de este tipo, que era inmediata y enfocada en prestar atención a una persona herida o golpeada, siempre había quien ayudara a levantar a la víctima y quien ofreciera su vehículo para llevarlo a un centro hospitalario, incluso recuerdo que los que alguna vez fuimos parte del movimiento scout reaccionábamos casi de inmediato, brindando lo básico que conocíamos de primeros auxilios, para evitar que la víctima entrara en Shock antes de recibir atención especializada.
Hoy en nosotros hay indiferencia ante el sufrimiento ajeno pero también hay mucho morbo para ver los sucesos, además se aprecia miedo en la gente de actuar e ignorancia en las instituciones de seguridad pública; tal parece que al agente de la PNC no lo han adiestrado como tal, sino que su formación ha llegado a ser similar a la de la vieja Policía Nacional o Guardia Nacional, es decir una formación eminentemente represiva, no de seguridad. (Y pensar que algunos idiotas claman porque regresen esas nefastas instituciones.)
Seguridad no solo es combate al crimen, sino servicio a la sociedad y un Policía por más básica que fuera su formación debería tener bien cimentados sus conocimientos y técnicas de primeros auxilios o de rescate básico, como agente de la seguridad que se pretende que sea, porque en casos de accidentes o situaciones en las que existan personas dañadas o mal heridas, el alto tráfico vehicular que circula a diario por nuestras calles hace casi imposible la llegada inmediata de cuerpos de socorro al lugar de un accidente, lo que atrasa grandemente la atención inmediata de una víctima.
La solidaridad parece estar desapareciendo en nuestra sociedad, cada vez más nos estamos volviendo más indiferentes ante la desgracia del prójimo y solo somos capaces de quejarnos de las autoridades por su ineptitud, pero al contrario de la vieja canción de Alí Primera:
“hacemos el sordomudo
cuando se presenta el hecho,
caramba ¡Ay! Samba la Cosa…
El código del Derecho…”
3 comments for “Amarillismo en la prensa e incapacidad en la PNC. Joven Accidentada sin recibir atención.”