En las últimas semanas, la posible elección, por esta legislatura, de los cinco magistrados de la CSJ y el Fiscal General de la República ha dominado el panorama de la opinión pública. Los grandes medios de comunicación, las gremiales empresariales y varias organizaciones de la sociedad civil acompañan la posición del partido ARENA en el sentido que a esta legislatura, que finaliza el 30 de abril, no le corresponde dicha elección. El argumento es que los actuales diputados ya eligieron a estos funcionarios y por tanto, la elección de los futuros funcionarios le corresponde a los diputados que tomarán posesión el primero de mayo. Señalan que una posible elección antes del primero de mayo sería ética y moralmente cuestionable y podría ser inconstitucional.
Pero el partido ARENA en la legislatura 2003-2006 hicieron exactamente lo mismo que hoy cuestiona y repudian. Esa legislatura eligió dos veces con los votos de ARENA, que promovía dicha elección. Además los que ahora elevan el grito al cielo señalando la falta de ética y la ilegalidad de una elección adelantada, no dijeron nada en ese entonces. Los gritones de ahora, guardaron sepulcral y cómplice silencio.
Por la otra parte, el FMLN, que en aquella ocasión se opuso a la doble elección de la legislatura 2003-2006, que salió a acusar a ARENA de organizar madrugones y de asumir una actitud antidemocrática y contraria a derecho; ahora impulsa la elección de los mencionados funcionarios para que sea votada en esta legislatura. Para el FMLN, elegir antes de mayo es legal y legítimo, por tanto no existe problema ético ni moral.
Los que ahora critican al FMLN y GANA de querer elegir a Guillermo Gallegos en la FGR, lo cual sería una monstruosidad, se olvidan que en el pasado los Fiscales que se eligieron eran iguales o peores.
Lo que hay detrás de todo esto es una confrontación, en la cual están en juego las correlaciones aritméticas de los votos en la Asamblea Legislativa. En la actual legislatura el partido ARENA es irrelevante, no tiene ninguna capacidad de incidir en una decisión de elección de segundo grado, pues debido a su división interna perdió el tercio de los diputados que había ganado en la elección del 2009. El FMLN, GANA y el CN pueden tomar decisiones de mayoría calificada sin tomar en cuenta la bancada arenera. Pero en la legislatura que tomará posición el primero de mayo las cosas cambian, en ella ARENA con 34 diputados tiene capacidad de vetar una decisión de mayoría calificada, además será la fracción con más diputados.
El punto entonces es simple, la vulgar aritmética política es lo que está detrás de esto y no el debate de la ética y la moral, que es desconocida por la mayoría de los diputados salvadoreños. Para estos señores (y señoras) “moral” es una plantita que da moras.
Siempre que prevalece la aritmética política en las decisiones legislativas, pierde el país. Por lo general es el interés partidario o de grupos de poder lo que la determina. La aritmética como forma de imponer decisiones ha frenado la posibilidad de debate serio y del libre juego de ideas. Como lo decía un veterano legislador: “usted tiene la razón, pero yo tengo los votos”.
Un verdadero debate sobre la elección de estos importantes funcionarios debería comenzar por definir el perfil que deben llenar los aspirantes. Pero ello está ausente del actual debate, nadie habla de las características profesionales, personales y morales que deben cubrir los funcionarios. La problemática de la justicia y de la delincuencia ha venido en franco deterioro en las últimas dos décadas, al grado que constituyen el principal problema que percibe y sufre la población salvadoreña. El rol de estos funcionarios es clave en estos campos, pero nadie se refiere a las características que deben tener para poder desempeñar con eficiencia el cargo para el que serán nombrados. ¿Qué tipo de Fiscal y Magistrados necesita el país para contribuir a enfrentar con éxito la escalada delincuencial? ¿Cuáles son las características profesionales que deben poseer?
Tampoco es parte del debate político público las condiciones que se necesitan para crear un entorno legal e institucional que favorezca la labor de estos funcionarios. La fiscalía necesita más recursos para desempeñar su labor, al parecer la CSJ tiene un presupuesto sobrado que podría servir para la investigación del delito que le corresponde al Fiscal. De esto nadie habla.
Es difícil predecir si los funcionarios serán electos en esta o en la próxima legislatura, pues depende de las correlaciones aritméticas que se logren. Lo que es seguro es que el país no ganará, pues en uno u otro caso los electos responderán a la lógica de los partidos y los grupos de poder que hay detrás y no a los intereses que demanda con urgencia la sociedad salvadoreña.
Ayutuxtepeque, miércoles, 11 de abril de 2012.
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