En declaraciones brindadas por Lisandro Quintanilla, abogado defensor de 13 de los 17 militares requeridos por una corte española, acusados de la masacre de la los sacerdotes jesuitas y sus dos domésticas en la UCA en el año 1989, dijo, refiriéndose a los crímenes, que no eran de lesa humanidad sino que eran “simples homicidios”.
http://www.ysuca.org.sv/especiales_vista.php?especial=100
http://www.librosrecientes.com/simples-homicidios.html
http://www.lapagina.com.sv/nacionales/114433/2016/02/07/Abogado-de-militares-No-son-crimenes-de-lesa-humanidad-son-simples-homicidios
http://elblog.com/noticias/registro-26496.html
Esta trivialización del horrendo crimen, desató la furia en las redes sociales y no es para menos, el estúpido argumento esgrimido por este abogado, lo descalifica moralmente para emitir opinión siquiera sobre el caso, pues por donde lo quiera ver, un asesinato es un crimen doloso, diferente al homicidio involuntario, los Sacerdotes y sus colaboradoras no estaban en medio de un enfrentamiento armado, sus muertes no fueron producto del fuego cruzado, mucho menos estaban en situación de combate, muriendo con sus armas en las manos, se trató de una incursión nocturna, con perímetros asegurados por un operativo militar, con el objetivo específico de matar a los sacerdotes y posibles testigos, se trató de asesinatos fríamente calculados, con una logística alevosamente planificada, discutida, aprobada y coordinada, fue una operación militar ejecutada con precisión, eficiencia, pero con saña criminal, contra personas indefensas, algunas de ellas incluso inocentes de toda actividad intelectual o política, como era el caso de las colaboradoras.
Si nos vamos a la omnisciente Wikipedia vemos la definición de crimen de lesa humanidad.
La definición de crimen contra la humanidad o crimen de lesa humanidad recogida en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional comprende las conductas tipificadas como asesinato, exterminio, deportación o desplazamiento forzoso, tortura, violación, prostitución forzada, esclavitud sexual, esterilización forzada y encarcelación o persecución por motivos políticos, religiosos, ideológicos, raciales, étnicos, de orientación sexual u otros definidos expresamente, desaparición forzada, secuestro o cualquier acto inhumano que cause graves sufrimientos o atente contra la salud mental o física de quien los sufre, siempre que dichas conductas se cometan como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque.
Estos actos también se denominan crímenes de lesa humanidad. «Leso» significa agraviado, lastimado, ofendido: de allí que crimen de lesa humanidad aluda a un crimen que, por su aberrante naturaleza, ofende, agravia, injuria a la humanidad en su conjunto.
Por donde quiera que lo queramos analizar, la masacre de la UCA fue por sus características un crimen de Lesa Humanidad, pretender negarlo es una absoluta aberración, intentarlo es como tratar de negar el Holocausto, la masacre del Río Sumpúl o los crímenes de Mayo Sibrian, y aunque ciertamente no es comparable a estos ejemplos por la cantidad de víctimas, este tipo de crímenes no se puede circunscribir al genocidio como único crimen de Lesa Humanidad, el genocidio es en realidad un tipo de crimen de Lesa Humanidad, porque como lo dice la definición, no es la cantidad de personas dañadas o asesinadas, sino las características del crimen, sobre todo viniendo de actores gubernamentales que era el caso.
Igual resultado tuvo el intento de los detractores de Monseñor Romero por hacer ver su muerte como resultado de sus «acciones políticas», cuando luego de exhaustivos análisis y contra análisis la iglesia determinó, que su asesinato se debió a un acto de odio a la fe y su muerte fue por «Martirio» en defensa de esa misma fe que profesaba.
La extremas, de cualquier lado, tienen esa enfermiza tendencia a justificar sus crímenes y a magnificar los de sus opositores, es decir unos atacan la corrupción de un personaje afín a su ideología mientras minimizan la corrupción de otro personaje que es de su simpatía o de su misma ideología.
Las palabras que el señor abogado, Lisandro Quintanilla ejemplifican la clase de pensamiento que domina de ese lado de la sociedad.
Lecturas recomendadas:
Argumentos contra la justicia
http://www.uca.edu.sv/noticias/texto-4054
El brazo de la justicia no reconoce fronteras. pero…
http://netorivasnet.blogspot.com/2016/02/el-brazo-de-la-justicia-no-reconoce.html
“Esto es una injusticia. Ustedes son carroña”.
https://quejoder.wordpress.com/2016/02/06/
¡Washintong ordene!
http://siguientepagina.blogspot.com/2016/02/washington-ordene.html