Secuestros y tiroteos en lugares públicos. Consejos de Seguridad

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Está creciendo la percepción de que nos vamos encaminando a un incremento exponencial en el número de secuestros, ciertos rumores dicen que la policía sabe que se está gestando la reactivación de viejas bandas de secuestradores y que están apareciendo nuevas, como sucedió hace varios años, las cuales fueron efectivamente combatidas por la PNC debido a que estaban tocando a los grupos de poder, sin embargo para esta embestida criminal los blancos apuntan a las clases medias ya que son las mas desprotegidas.

Ayer vimos con aprensión la noticia del tiroteo ocurrido en el centro Comercial La Gran Vía en el que se tuvieron presuntamente dos víctimas colaterales que tuvieron la mala suerte de estar en el lugar equivocado al momento de la acción criminal.

Lo extraño fue la facilidad con que se movieron y salieron del centro comercial, sin que en ningún momento fueran interceptados o detenidos, sobre todo porque el lugar debería contar con una vigilancia eficiente y capaz, cualidades que brillaron por su ausencia en el incidente de ayer.

Es curioso que hace poco se publicó la noticia de que El Salvador había mejorado su percepción de seguridad ciudadana en el área centroamericana, colocando a Guatemala y a Honduras en los primeros lugares de percepción de inseguridad, aparte de que la baja de homicidios es un hecho palpable.

Así que el incremento de secuestros y ataques a personas en lugares públicos lleva al traste todas las proyecciones de mejorar la percepción ciudadana de la seguridad pública.

De cualquier manera los hechos están sucediendo y cada vez con mayor frecuencia y ya no discrimina entre “civiles” y “objetivos”, por lo que se debe tener cuidado y tomar precauciones para minimizar el riesgo de convertirse en víctima directa o colateral de un hecho criminal.

1. No exponga su vida en las redes sociales. Muchos criminales buscan a sus víctimas entre los adictos a las redes sociales que colocan incluso hasta su ubicación física utilizando aplicaciones que los ubican con el GPS de sus «teléfonos inteligentes», (mas inteligentes que ellos), y publican en Facebook o Twitter el lugar en donde se encuentran, además mediante el rastreo de los perfiles pueden establecer todo el árbol genealógico de una persona, sus amigos, familiares y lugares por donde se mueve. Métale privacidad extrema a sus perfiles y no acepte desconocidos y conocidos con ciertas reservas.

2. Mantenga un perfil bajo. En estos tiempos, el éxito de una persona se mide en el tipo de auto que maneja, el teléfono que usa, los lugares que visita y muchos tendemos a exhibirnos públicamente con nuestros bienes materiales con el único afán de impresionar, pero no hay nada peor que ser muy llamativo en estos tiempos, para capturar la atención de un presunto delincuente. Usted vale por lo que es, no por lo que tiene.

3. Manténgase alerta. El peor error que podemos cometer es pensar que a nosotros no nos va a pasar nada, porque no somos adinerados ni lo parecemos, porque andamos en bus o en un carrito año setenta, con algunos parches de su pintura original. FALSO, todos podemos ser víctimas objetivos o colaterales de una acción criminal. Evite la rutina, salir y llegar a la casa a la misma hora y transitar por las mismas rutas siempre es la mejor manera de que lo controlen, rompa los esquemas, cambie de ruta sin razón, dé una vuelta de mas si tiene sospechas de que lo siguen, es volverse algo paranoico pero en estos tiempos no se sabe.

4. Evite trasnochar y transitar solo en lugares poco recomendables. Siempre está algún lugar de moda, antes era el Centro, después la Roosevelt, luego el Boulevard Los Héroes, La Zona Rosa, La Gran Vía, el Paseo El Carmen, etc. Pero para llegar hay que buscar parqueo y ahí está el problema, muchas veces el parque nos queda muy alejado y debemos transitar por calles oscuras y solitarias, propicias para un asalto, si usted va sólo con su pareja, son un blanco perfecto para un asalto, por muy Ninja, cinta negra que usted se crea, poco puede hacer contra dos o tres hampones bien armados así que no se exponga.

5. Si lo asaltan no se resista. Mantenga la calma, entregue todo en forma tranquila, muchas veces los ladrones están tan nerviosos que un gesto o un movimiento intempestivo lo provocan y aunque no hayan tenido la intención de dañarlo lo harán, una buena práctica es no salir con muchos documentos personales o tarjetas de crédito, únicamente los básicos y portarlos separados de su billetera, para evitarse el engorro de reponerlos o de que clonen sus tarjetas.

6. Si es víctima de secuestro, es otro asunto. No hay forma de conocer las intenciones de los secuestradores, posiblemente no tengan intenciones de devolverlo con vida, así que no sería buena idea dejarse llevar, pero si se trata de profesionales es posible que respeten su integridad física, pero eso lo sabrá hasta que se presente el hecho, usted debe actuar según su mejor corazonada. Si es un familiar de un secuestrado exija hablar con su familiar antes de pagar o de aceptar cualquier acuerdo, de otro modo por duro que sea considere a su familiar como muerto. Es duro pero es peor estar engañado.

7. Cuidado con la ingeniería social. Alguien lo aborda en la calle como si fuera un viejo conocido, compañero de trabajo o amigo de algún lado indeterminado, NUNCA dé información de más, si no le dicen su nombre no lo dé, tampoco información de su trabajo, universidad o nada en donde lo puedan relacionar, diga sinceramente que no se acuerda de la persona y espere a ver si éste se identifica bien, posiblemente se haga el loco, le pida disculpas por haberse confundido y se vaya a buscar otra víctima, lo mismo por teléfono, NUNCA dé información personal a NADIE, por muy ejecutivo de tarjeta de crédito parezca.

8. Cuide su vecindario. Si los habitantes de un comunidad no son solidarios entre si, estamos perdidos, sus vecinos son gente como usted, con familias, trabajos, deudas, logros, aspiraciones y parientes, por lo tanto debería confiar en ellos, a menos de que su vecino tenga dos meses de haber llegado a la colonia y se la pase preguntando a la señora del pan y a los distintos vendedores o borrachitos callejeros, por la vida obra y milagros de toda la gente que vive cerca, además de haberle visto una gran MS tatuada en la espalda, una tarde de domingo que “casualmente” usted estaba atisbando por la ventana, para admirar el jardín del vecino, no para espiarlo,  y que haya notado que no se le vea salir a trabajar a ninguna parte, salvo algunas noches que lo llegan a recoger en un automóvil con vidrios polarizados, y al día siguiente escuche en las noticias que hubo una masacre en una zona lejana, pero para el caso debería tomar contacto con los que considere de fiar y establecer mecanismos de comunicación para avisarse de cualquier movimiento sospechoso o incluso alertar a la policía, aunque no confíe en ellos, los policías, porque al denunciar anomalías alguien mas se da cuenta y si realmente hay infiltración policial, al menos se podrá abortar un intento de robo o secuestro, si se sabe que se ha avisado a la policía.

Lo peor es quedarse de brazos cruzados esperando a que nos pase algo o escondernos del todo y vivir prisioneros de nuestro propio temor, un pueblo así, ni siquiera se merece tener un gobierno, mejor que entregue su alma al crimen organizado y se apreste a vivir la más miserable de las vidas, escondiéndose como cucaracha hasta que por azar o por destino le pongan el zapato encima y lo aplasten.

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