A partir de la próxima semana, los medios de comunicación ocuparán importantes espacios para evaluar el segundo año de gestión del actual Presidente de la República. No será raro ver de nuevo la polarización política expresándose al máximo. Por una parte el gobierno exhibiendo todos sus logros, y los principales sectores de la oposición señalando que nada bueno ha hecho el gobierno.
Esta ha sido la tónica de todos los informes anuales en las últimas décadas. Así la ciudadanía se alinea más en función de su preferencia política, que tomando en cuenta la realidad de lo verdaderamente sucedido. Esto nos lleva a un debate estéril, en que el partido en el gobierno sale a defender en forma acrítica lo expresado por el gobierno y la oposición, especialmente ARENA, lo critica y censura todo. De este debate el país pierde.
Nuestro país padece desde hace mucho graves problemas estructurales de injusticia, desigualdad, inseguridad y exclusión. El subdesarrollo es el contexto en que estos problemas se producen y se agravan ¿Qué se hace al respecto? Este debería ser el eje fundamental del informe de labores gubernamental y debería ser el parámetro de medición de los distintos sectores que componen nuestra sociedad.
La seguridad y la economía son los dos sectores donde se encuentran concentrados los problemas inmediatos que padecemos ¿Qué se está haciendo al respecto? En el tema de la seguridad se han producido importante hechos en los últimos dos meses que han comenzado a cambiar la realidad y la percepción de la gente. Pero esto apenas comienza, no podemos todavía cantar victoria. En el caso de la economía, esta debe medirse por el empleo generado y el bienestar social que produce. Las cifras o números económicos son vacíos para la población si esta no siente mejoría en su bienestar material.
En la primera encuesta que ha aparecido (lo más seguro es que tengamos otras la próxima semana) se nos dice que el ministro mejor evaluado es el de Turismo. Esto sería positivo si el país tuviera resuelto los problemas de seguridad y de la economía o al menos en ruta de solución. Pero no sería raro que las carteras responsables de estos rubros no tengan tan buena evaluación.
En fin, con este corto comentario solo pretendo que tengamos la mente lo más abierta posible ante la ofensiva mediática que se nos avecina. Creo que por ahora, pedir objetividad y análisis serio a los principales actores políticos y tomadores de decisión, es pedirle peras al olmo.
Ayutuxtepeque, 19 de mayo de 2016.