Se ha levantado un intenso debate en torno a las redes sociales sobre la supuesta ley mordaza que quieren impulsar desde la Asamblea Legislativa, dicha ley permite buscar, capturar y sancionar a todo aquel que calumnie o difame a honorables personas desde el anonimato o desde sus propia identidad, por medio de los medios conocidos como redes sociales.
Sin embargo calumniar y difamar son conceptos que aplican para el común mortal que a título personal o amparado en el anonimato dicen algo en las redes en contra o a favor de personas o instituciones, porque los conceptos de “calumnia” y “difamación” parece que se desvanecen ante la presencia de los “medios formales” de comunicación, llámense, Prensa Escrita, Radio, Televisión, en donde dichas palabras se convierten en “libertad de expresión” y “derecho a la información”.
Una línea que puede volverse de una perversidad palpable cuando vemos a los medios tradicionales despotricar contra personas e instituciones con toda impunidad, mientras se pretende perseguir a quienes usando los medios alternativos, por cierto no tan masivos, intentan hacer sentir su descontento hacia funcionarios o instituciones.
Algunos recordamos el caso del joven Tuitero @Jeanfer de Guatemala, quien fuera detenido por un tuit que hizo en contra de un banco, amparados en una extraña ley de protección contra el pánico financiero.
Esto desató una ola de indignación en la red que logró poner el caso en la mira mundial, con lo cual seguramente se libró el joven de estar preso por un tiempo indefinido, sin embargo no lo libró de responsabilidades civiles que le complicaron su existencia.
Las redes sociales antes del 2006 se habían visto con indiferencia, pero poco a poco han ido tomando protagonismo, un protagonismo que nosotros en este blog hemos ido anunciando desde hace años y la importancia de estos medios alternativos ha llegado a niveles tan altos que hoy buscan amordazarla con una ley que solo afecta al ciudadano común y no toca a los grandes medios de información.
Como tanto la derecha como la izquierda han sido tocados por las redes sociales, ambos polos están buscando “regular” su difusión, sin embargo la red se auto protege y es tan fácil usar herramientas de enmascaramiento de IP, de publicación remota que la respuesta será que aparecerán muchas, pero muchas cuentas anónimas que serán casi imposibles de rastrear.
Dentro de poco será prohibido “seguir” a cuentas que están “fuera de la ley”, pero aún así no se podrá detener a la media social.
Pero más grave que la inútil Ley Mordaza es la formalización de la impunidad para la prensa, amparados en la Libertad de Expresión que solo aplica para quienes tienen control de los grandes medios de comunicación.
El FMLN debe asesorarse bien respecto a lo que representa intentar amordazar a la red, todo intento en este sentido es vano, NO SE PUEDE CALLAR A LA RED.