Por su puesto, como en toda relación dialéctica, los maestros no se entienden sin los estudiantes o alumnos. En este sentido, aparte de los buenos o excelentes alumnos, también hay diferentes tipos de deficientes alumnos:
a) Alumnos que sólo llegan a pasar el rato a la escuela, es decir, que ven a la escuela como un parque o una razón que justifique no estar en la casa, no estudian en absoluto, su modus vivendi es la copia o la extorción social y pedagógica del maestro.
b) Alumnos que conociendo las debilidades de sus maestros acostumbran aprobar las materias regalándoles algo a sus tutores y que además conocen muy bien sus derechos pero tiene amnesia en cuanto a sus deberes.
c) Alumnos que estudian, pero dado que la calidad educativa y de los maestros que tiene es baja, no logran desarrollar con toda plenitud sus capacidades, se convierten en el mejor de los casos en alumnos que aprueban las materias en forma raspada.
Todos estos alumnos, sobre todo las dos primeras categorías, se complementan con sus papás, que por lo regular, también saben los derechos que tienen sus hijos pero alegan demencia en cuanto a los deberes que deben de cumplir sus hijos como estudiantes. Estos papás y mamás recurren a las herramientas de demandar o amenazar a los maestros que reprueban a sus hijos.
En síntesis, las políticas del MINED apuntan a maximizar los derechos de los alumnos y a ocultar sus deberes y en sentido opuesto a maximizar los deberes del maestro y a invisibilizar los derechos de los mismos. Esta dialéctica inversamente proporcional sumada a toda esa política perversa de la pedagogía de la felicidad, de la piñatería, se expresa y sale a flote en la superficie del océano más profundo de la mediocridad educativa. Esta mediocridad por no decir, deficiencia, salta a la luz como un grillo en la oscuridad, o como luciérnagas fugaces en las noches más silenciosas, en los resultados anuales de la PAES y de la prueba de conocimientos de ingreso a la UES.
Veamos a estas alturas los resultados obtenidos en la prueba de conocimientos en el 2014 en la UES en general y en la Facultad Multidisciplinaria de Occidente.
En la UES en general de 23,609 estudiantes que se sometieron, sólo 1.043 aprobaron, es decir, un 4.4%; 9,093 reprobaron o quedaron eliminados, lo que equivale a un 38.5%, y 13,473 obtuvieron un puntaje que le permite someterse a una segunda prueba, es decir, un 57.1%.
En la Facultad Multidisciplinaria de Occidente de la UES, de 3,745 aspirante sólo 81 estudiantes aprobaron dicha prueba, lo que equivale al 2.1%; 2,148 obtuvieron una nota que les permite haberse ganado el derecho a una segunda prueba de conocimientos, esta cantidad equivale al 57.3%, y 1,516 estudiantes que por su nota bajísima quedaron totalmente eliminados para poder aspirar a ingresar a estudiar en la FMOcc para el año 2015, esta cantidad equivale al 40.5%.
De estos 81 aprobados la mayoría proviene de los colegios, es decir de las instituciones privadas más reconocidas en la ciudad de Santa Ana, principalmente de colegios como el San Luis, el San José y el Santa María.
El Rector de la UES, con un pobrísimo análisis realizado al respecto y expuesto en un entrevista que el telenoticiero del canal 12 trasmitiera el día 10 de noviembre del presente año, afirmó que dicha prueba y resultados es un cuestionamiento a las deficiencias del sistema educativo nacional, y que además el 60% de aceptados para iniciar sus estudios en la UES provienen de las instituciones privadas.
Contrariamente la inmensa mayoría de descalificados y de los que tiene “derecho” al segundo examen de conocimientos, provienen de las instituciones públicas.
Habría que preguntarle al Rector de la UES, si ha impulsado investigaciones científicas que logren poner al descubierto con datos empíricos, todas las aristas del problema educativo y si además como representante de la máxima casa de estudios superiores, se han hecho la pregunta fundamental qué piensa hacer la universidad para incidir en la estructura del sistema educativo y de la misma universidad para elevar sustancialmente la calidad educativa.
Igual valoración, que además de pobre, resulta ofensiva, la hecha por el actual Ministro de Educación, que los resultados no le sorprenden, porque son los que se viene dando todos los años, pero no plantea que políticas estructurales va a implementar para superar ese problema estructural de la baja calidad educativa, o para superar la reforma educativa de 1995, que es la que esta desorientado la educación del pueblo salvadoreño, como el vejuco de ajillo, que al ser pisado, emana un olor que desubica espacialmente al caminante que lo piso o que lo oleó al caminar en las montañas.
Estos datos de instituciones públicas frente a las privadas, mueve a una serie de reflexiones, alucinadas por los análisis superfluos de magnas autoridades como el Rector de la UES y el Ministro de educación.
a) Una de ellas es que es un serio cuestionamiento de las políticas estatales educativas en lo referente a la educación pública en los diferentes niveles, ya que el fracaso educativo y del escolar, no es algo que ocurre en el inicio del final de su formación académico – profesional, sino que es un resultado de todo un proceso que comienza desde parvularia.
b) Las instituciones públicas si bien están presentado educandos en su mayoría deficitarios no indica que esta educación por naturaleza es deficiente, sino que tal deficiencia obedece a los descuidos o poquísima importancia que le han dado los gobiernos nacionales tanto de derecha como de los mal autollamados de izquierda.
c) Así como las instituciones públicas no son por naturaleza deficientes, tampoco las instituciones privadas por naturaleza son eficientes, sino que algunas, las de mayor prestigio y reconocimiento a nivel nacional, logran aplicar algunas políticas propias, como por ejemplo el impartir por separado las materias de ciencias físicas, química y biología, contario a las instituciones públicas donde sólo se imparte Ciencias naturales.
d) Esas políticas estatales educativas que se viene aplicando desde por lo menos 1995 (inicio de la última reforma educativa), los datos empíricos las cuestionan y las reprueban profundamente, datos mostrados en la práctica de lo que ocurre diariamente desde parvularia hasta la universidad, así como los datos que se han obtenido en la PAES y en la prueba de conocimientos de ingreso a la UES, son un reflejo del fracaso del sistema educativo.
e)Los resultados obtenidos en la prueba de conocimiento en la UES – FMOcc, que les dan una ventaja a los estudiantes de los mejores colegios privados, ponen en las llamaradas del fogón una de las ideas mesiánicas que aparecen plasmadas en la misión y visión filosófica de la UES, como es estar la educación universitaria y la misma universidad a favor de los más necesitados, de los más excluidos, pero entonces resulta contradictorio, que quienes tiene más posibilidades de acceder a la UES, son los que tiene mejores posibilidades económicas, y los que tienen menos posibilidades de estudiar en esta institución son de escasos recursos económicos.
f) Otra reflexión, es que los de menos recursos económicos han estado financiando a los de mejores condiciones económicas, ya que con los aranceles que pagan por dicha prueba ($10.00 en la primera y $3.00 en la segunda) se les ha estado dando beca para que estudien en la UES los estudiantes de mejor rendimiento académico de los colegios, donde incluso dichos estudiantes con una cuota que pagan mensualmente en los colegios, pagarían todo el año en la UES. Acá en la UES no sólo no pagan, sino que de ribete se les da beca a costa de los de menos recursos económicos.
g) Una penúltima reflexión, es que la PAES y la prueba de conocimientos de ingreso a la UES, pone al descubierto, la pedagogía de la felicidad y de la piñatería que el MINED, impulsa y exige que se aplique desde el primer grado, que tanto daño le ha hecho a la formación y educación de los estudiantes en general y al desarrollo de sus capacidades cognoscitivas y de solidaridad de los estudiantes en particular. En otras palabras esta pedagogía de la felicidad, es una falsa felicidad, ya que los resultados desastrosos de la prueba de ingreso a la universidad, generan mucha infelicidad y heridas profundas a los educandos.
h) Y la última reflexión, es que las políticas públicas de la pedagogía de la felicidad, ofenden sustancialmente la esencialidad del significado latín de la palabra alumno, la cual deriva de la palabra latina alumnus, que viene de la raíz latina alére que significa alimentar, cultivar, educar, es decir, alumnos significa persona criada por otro para ser alimentada, con el alimento del saber, pero este saber se ha prostituido con esta reforma de 1995 que sigue a todo vuelo y está envenenado al sujeto que necesita ser alimentado espiritualmente para que cuando crezca se alimente por sí mismo y alimente a otros y nadie ni el MINED ni la UES parece interesarles, de ponerle alto, con una propuesta creativa, soberana y realmente revolucionaria.
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