Hace años escribí acerca de “los grandes robos y la situación de violencia actual”, un post en el que contaba la experiencia de una pareja de profesionales psico pedagogos que se vieron involucrados en un plan de educación permanente y prevención contra la violencia en la juventud de la post guerra, con abundancia de fondos y recursos para lograr evitar que llegáramos al nivel de descomposición moral y social que sufrimos en estos momentos.
Dichos profesionales vieron con espanto como estos fondos fueron sistemáticamente desviados hacia las juventudes de ARENA, Empresarios Juveniles y otras organizaciones que estaban preparando a los cuadros del partido en el gobierno, descuidando las áreas en donde debieron ser aplicados, sectores de pobreza extrema, severa y moderada.
En lugar de brindar apoyo a los jóvenes que estaban en peligro de ser absorbidos por las estructuras pandilleriles que se estaban conformando, se lo dieron a niños y jóvenes que no tenían riesgo social, aparte de lo que desapareció en manos de estos desvergonzados funcionarios.
Años después vivimos lo que entonces se cosechó y ahora aplicar la correctiva no solo es más difícil sino que requiere una cantidad de recursos humanos, financieros, técnicos y hasta militares enorme.
Sin embargo parece que nuevamente hay voluntad para hacerlo de parte de los países ricos y ya se comienzan a tener reuniones en este sentido y aunque, en estos momentos, el gobierno está en otras manos, eso no garantiza el éxito de un proyecto de esta envergadura, porque tal parece que las decisiones que se tomen serán políticas y los beneficiarios de dichos programas están en manos de gente con visión política no pedagógica o psicológica.
Este es un trabajo para antropólogos, pedagogos y psicólogos, no para abogados o ingenieros, existen abundantes estudios sobre el fenómeno de la violencia social en El Salvador y suficientes propuestas para erradicarlo.
Fomentar el deporte, es parte pero no es integral, quedan los grupos juveniles en las iglesias, los Boy Scouts, Exploradores de Rey, clubes artísticos, escuelas de tiempo completo, etc.
En asociaciones como los Boy Scouts que tienen un programa educativo integral, complementario y generador de buenos ciudadanos, se sufre el problema de ineptitud y corrupción de sus dirigentes principales, defectos señalados constantemente por reconocidos scouts como Guido Miguel Castro que los ha criticado con mucha aspereza, lo digo en el sentido de querer mantener focalizados a los scouts en lugares de relativa estabilidad económica, sin buscar hacer crecer al escultismo mas allá de las zonas metropolitanas, haciendo un escultismo caro e inaccesible para las grandes mayorías.
Me han dicho que Instituciones como La GEO, anualmente donaban cerca de 50,000 dólares a la Asociación de Scouts de El Salvador, lo que hubiese ayudado al mantenimiento de la oficina nacional, pero por alguna razón nunca fue suficiente, los eventos son caros, la membresía anual cuesta bastante dinero, los uniformes son caros y exclusivos, de tal manera que el escultismo no puede ser para todos, solo para los que pueden pagarlo.
Ahí hay un gran desperdicio de un modelo educativo muy exitoso y absorbente para los jóvenes que bien canalizado pudiera servir en la prevención de violencia.
Lo mismo sucede con los deportes, no hay coordinación entre los esfuerzos, la gente piensa que deporte es sinónimo de fútbol y solo le apuestan a eso, pero existe una gran variedad de deportes que pudiera ser impulsados y masificados para absorber a los jóvenes, realizar torneos locales, municipales, departamentales, regionales y nacionales para ir creando selecciones de atletas y deportistas que nos puedan representar dignamente en torneos internacionales, cubriendo los gastos de viaje, en lugar de meterle tanto recurso a algo tan poco productivo como el fútbol salvadoreño que se toma una gran tajada del presupuesto deportivo para: NADA.
Yo he visto y vivido como los padres de familia ponemos nuestros propios recursos para costear el viaje a nuestros hijos e hijas a un torneo de alguna disciplina olvidada como Gimnasia y los chicos van llenos de alegría y muchos regresan con medallas doradas y trofeos de nación, destacando como los amañados futbolistas salvadoreños jamás lo harán.
Las casas de la cultura son lugares vacíos sin visitantes ni actividades, cuando deberían ser el motor cultural de las comunidades con certámenes literarios, festivales musicales, exposiciones pictóricas o de esculturas, temporadas de teatro, etc. patrocinadas y con buenos premios para estimular a los jóvenes hacia el arte.
Promover ferias científicas locales, municipales, departamentales, regionales y nacionales para quienes tienen la espinita de la ciencia.
Promover y alentar la difusión y aprendizaje de programación de computadoras, pero no las clásicas aplicaciones sino que bajo las más nuevas tecnologías web como HTML 5, CSS, Java, etc, buscando que logren entrar al mercado de las aplicaciones móviles y desarrollo de juegos.
Es decir capturar la atención de la juventud en actividades que les atraigan y los complementen evitando que caigan en el ocio que es el primer paso hacia la incorporación de las pandillas.
A las maras hay que matarlas de hambre, dejar de seguir dándoles el alimento que las mantiene vivas: los jóvenes.
Pero a los jóvenes hay que darles espacios de diversión, entretenimiento, aprendizaje, entrenamiento y capacitación, no se debe permitir repetir la maldita fórmula Arenera del desvío de los fondos hacia sus propias instituciones juveniles.
No queremos Juventudes del FMLN fortalecidas, no nos importan, queremos deportistas, scouts, artistas, científicos, programadores, no cuadros políticos.
5 comments for “Prevención de la violencia, ayuda externa, corrupción y las mil y una historias contadas todas de lo mismo”