Hace poco venía platicando con una joven, hija de un empresario salvadoreños y ella me preguntaba cómo veía la situación política para estas elecciones.
Tanto la joven como su padre son de derechas, ya que tienen una empresa de mediana envergadura y los he escuchado quejarse del actual gobierno por las exigencias del Ministerio de trabajo, de Hacienda y demás instancias a las que deben rendir cuentas.
Yo le respondí que realmente ninguna opción me parecía convincente y que ni sumando todas las partes obtendríamos un buen estadista.
A ella pareció satisfacerle mi respuesta y eso dió pauta para que comenzara a expresarse con cierta confianza y pude darme cuenta que no toda la gente de derecha está contenta con la actual dirigencia Arenera, ya que me hizo un comentario bastante malo del señor Jorge Velado por unas declaraciones «torpes» que había realizado esa misma mañana en la televisión.
Igualmente me manifestó su incomodidad con el actual candidato a la presidencia a un punto tal que «le dan ganas de no votar».
Igual expresión he escuchado de diversos jóvenes mas o menos simpatizantes con las distintas corrientes ideológicas, ninguno está contento con la clase política ni con el manejo que hacen de nuestra sociedad.
Están asqueados de la polarización pero no soportan ver la figura de Tony Saca asumiendo el centro político como algo propio, quizá de ahí se puede entender su drástica caída en las encuestas, la apuesta por la polarización de los partidos mayoritarios ya está haciendo su efecto y muchos jóvenes ya no piensan en estos términos de blanco o negro, desencantándose de la actividad política.
Le comenté que más que abstenerse la verdadera opción debe ser anular el voto ya que al anularlo se deja un mensaje claro: ¡No nos gustan ustedes!
En cambio al abstenernos estamos dejando que otros decidan por nosotros.
Hace algún tiempo escribí en el blog lo siguiente, que sigue siendo válido para los jóvenes que se vuelven apáticos a la política:
«Luis Alvarenga, docente, escritor y autor de la obra biografica sobre Roque Dalton: “El Ciervo Perseguido” relata precisamente en ese libro que en 1971, Roque sostuvo una entrevista con Ernesto Cardenal, sacerdote, intelectual y poeta nicaragüense en la que le hizo la siguiente aseveración:
«Los partidos comunistas de América Latina son lo más corrompido que te podés imaginar. Te hablo con conocimiento de causa, porque soy miembro militante del Partido Comunista de mi país. Pero yo entré al Partido Comunista Salvadoreño porque creo que las personas decentes deben entrar a estos partidos y no dejarlos sólo a los cabrones».
Roque se refería en concreto al partido en el cual militó durante años y daba por descartados los demás partidos políticos tradicionales que eran y son la mar de corrupción y sus palabras son aplicables a cualquier partido político del mundo, porque muchas de las personas decentes se asquean del manejo de los políticos y se apartan de todo eso, procurando no meterse para no ensuciarse, lo cual es un error, porque al no participar en política, las personas decentes dejan que una retahila de indecentes tomen el control de los partidos u organizaciones, incluso del país o del mundo.
Los jóvenes en cambio vienen con sus mentes limpias, frescas y llenos de ideales por cambiar al mundo, pero son objeto de la manipulación mediática que les atiborra el cerebro con cientos de distractores que los abstraen de las realidades nacionales a las que son sensibles por naturaleza y también se vuelven apáticos a la política.»
El voto es una forma de hacer política y anularlo es una forma real y tangible de protestar por el estado de la misma, así que si no les gusta ningún candidato y no creen en ningún partido no se abstengan de ir a votar, deben ejercer el sufragio y anular su papeleta.
Mensaje mas claro no puede haber.
¡NO NOS GUSTAN USTEDES!
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