«Hemos venido aquí con gran humildad. Hemos venido aquí con gran emoción. Hemos venido aquí conscientes de la gran deuda que hay con el pueblo de Cuba. ¿Qué otro país puede mostrar una historia de mayor desinterés que la que ha exhibido Cuba en sus relaciones con África?¿Cuántos países del mundo se benefician de la obra de los trabajadores de la salud y los educadores cubanos? ¿Cuántos de ellos se encuentran en África?¿Dónde está el país que haya solicitado la ayuda de Cuba y que le haya sido negada?¿Cuántos países amenazados por el imperialismo o que luchan por su liberación nacional han podido contar con el apoyo de Cuba? Yo me encontraba en prisión cuando por primera vez me enteré de la ayuda masiva que las fuerzas internacionalistas cubanas le estaban dando al pueblo de Angola, en una escala tal que nos era difícil creerlo […]
“Si se quiere tener un ejemplo de un hombre absolutamente íntegro, ese hombre, ese ejemplo, es Mandela. Si se quiere tener un ejemplo de un hombre inconmoviblemente firme, valiente, heroico, sereno, inteligente, capaz, ese ejemplo y ese hombre es Mandela”. Fidel, 26 de julio de 1991.
El hombre que liberó a Sudáfrica del apartheid nos ha dejado. No se sobrestima la importancia que tuvo para Sudáfrica. Pero, ¿conocen el papel crucial que desempeñó Cuba para acabar con el apartheid y para liberar a Mandela ?
Es poco conocido y, sin embargo, Cuba desempeñó un papel determinante en la abolición del apartheid. Desde la década de 1970 hasta la de 1990 la minúscula Cuba resultó ser un contrapeso esencial de la superpotencia estadounidense.
“Sin el internacionalismo la revolución cubana no existiría”, afirmó Fidel Castro en uno de sus muchos discursos. Es una verdad. Durante la Guerra Fría Cuba no dudó en emprender misiones militares peligrosas para ayudar a luchar contra el imperialismo de Estados Unidos. A petición de países hermanos se llevaron a cabo expediciones internacionales en Vietnam, Siria, Argelia, Ghana, Congo (Brazzaville), Zaire, Guinea Ecuatorial, Zimbabwe, Etiopia, Somalia, Eritrea, Yemen del Sur, Tanzania, Angola, Namibia y Guinea Bissau. Cuba apoyaba, además, a los diferentes movimientos de guerrilla en América Latina.
Cuba emprendía estas acciones sin obtener el menor beneficio. La mayoría de ellas incluso se emprendieron en contra de la voluntad de la Unión Soviética, su protector y principal socio comercial.
La más importante fue sin duda alguna la misión en Angola. Y esta misión es la que nos lleva a Mandela y al final del apartheid.
La historia empieza con la independencia de Angola en 1975. En el mes de octubre de ese mismo año, un mes antes de la proclamación de la independencia, el ejército sudafricano había invadido el país con el objetivo de echar al MPLA (el movimiento de liberación marxista que logra la independencia) ya que un régimen marxista en Angola podía poner en peligro su control de Namibia.
Es dudoso que el MPLA aguante sin apoyo y que Sudáfrica logre controlar Angola. La Unión Soviética es muy reticente y por ello el movimiento de liberación de Angola MPLA se dirige a Cuba para pedir ayuda militar. Cuba envía 36.000 soldados y logra detener el avance de Sudáfrica. En marzo de 1976 el ejército del apartheid se retira.
El asunto no está completamente solucionado. En 1977 estalla una rebelión en el seno del MPLA. Nito Alves, un amigo fiel de Moscú, organiza un golpe contra el dirigente Agostinho Neto, golpe que solo se puede desbaratar gracias a los soldados cubanos que luchan al lado de los combatientes leales del MPLA.
En la década de 1980 Cuba vuelve a entrar en acción. Sudáfrica se da cuenta de que la Unión Soviética está debilitada y prepara una ofensiva en el sur de Angola. En noviembre 1987 pasa al ataque junto con el ejército rebelde UNITA, al que apoya la CIA. A petición del gobierno angoleño, Cuba envía inmediatamente 50.000 soldados. Al cabo de unas semanas de intensos combates el ejército sudafricano es derrotado en Cuito-Cuanavale.
El ejército del apartheid se retira primero de Angola y después de Namibia. Esta desbandada no solo representa una derrota militar sino también un golpe moral. Finalmente provoca la abolición del apartheid al tiempo que contribuye a la liberación de Zimbabwe. En total 400.000 cubanos habrá combatido en Angola en diferentes misiones y más de 2.000 de ellos perdieron su vida.
Después de ser puesto en libertad, Mandela, un testigo privilegiado, evalúa la participación cubana de la siguiente manera:
«Hemos venido aquí con gran humildad. Hemos venido aquí con gran emoción. Hemos venido aquí conscientes de la gran deuda que hay con el pueblo de Cuba. ¿Qué otro país puede mostrar una historia de mayor desinterés que la que ha exhibido Cuba en sus relaciones con África?¿Cuántos países del mundo se benefician de la obra de los trabajadores de la salud y los educadores cubanos? ¿Cuántos de ellos se encuentran en África?¿Dónde está el país que haya solicitado la ayuda de Cuba y que le haya sido negada?¿Cuántos países amenazados por el imperialismo o que luchan por su liberación nacional han podido contar con el apoyo de Cuba? Yo me encontraba en prisión cuando por primera vez me enteré de la ayuda masiva que las fuerzas internacionalistas cubanas le estaban dando al pueblo de Angola, en una escala tal que nos era difícil creerlo […]
Nosotros en África estamos acostumbrados a ser víctimas de otros países que quieren desgajar nuestro territorio o subvertir nuestra soberanía. En la historia de África no existe otro caso de un pueblo que se haya alzado en defensa de uno de nosotros. […]
¡La aplastante derrota del ejército racista en Cuito Cuanavale constituyó una victoria para toda África! […] ¡Sin la derrota infligida en Cuito Cuanavale nuestras organizaciones no hubieran sido legalizadas! ¡La derrota del ejército racista en Cuito Cuanavale hizo posible que hoy yo pueda estar aquí con ustedes!¡Cuito Cuanavale marca un hito en la historia de la lucha por la liberación del África austral! ¡Cuito Cuanavale marca el viraje en la lucha para librar al continente y a nuestro país del azote del apartheid! La decisiva derrota de Cuito Cuanavale modificó las relaciones de fuerza en la región y redujo considerablemente la capacidad del régimen de Pretoria para desestabilizar a los países vecinos” .
Cuba fue el primer país que Mandela visitó después de su liberación.
Al terminar la Guerra Fría, Cuba ya no envió soldados sino profesores y, sobre todo, médicos. Actualmente 30.000 médicos trabajan en más de 90 países y 50.000 médicos venidos de 82 países estudian gratuitamente en Cuba (en Bélgica, con una población de las mismas dimensiones, trabajan en total 47.000 médicos). En los últimos cinco años Cuba ha curado a dos millones de ciegos. No en vano Ignacio Ramonet, ex redactor jefe de Le Monde diplomatique, califica a Cuba de superpotencia médica.
Nota:
http://www.juventudrebelde.cu/internacionales/2010-07-17/discurso-de-nelson-mandela-el-26-de-julio-de-1991/
http://www.juventudrebelde.cu/inter… Tomamos la traducción del discurso de la página web de Juventud Rebelde (N. de la t.).
Traducción: Beatriz Morales Bastos
Fuente: Demuynck K. & Vandepitte M., De factor Fidel, Antwerpen 2008
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