La violencia aqui….maldita seas.

La violencia aqui….maldita seas.

«…Húndete en la ceniza, perra de hielo,
Que te trague la noche que te procrea;
Por la sangre en el viento, no en su recinto,
Dondequiera que nazcas, ah dondequiera,
Sin descanso de estirpes, años y mares,
Sin descanso, violencia, maldita seas.» (David Escobar Galindo)

En momentos como los que vivimos los salvadoreños, al enterarnos de niños muertos por granadas lanzadas por infames asesinos, es natural que sintamos el deseo de haber estado ahí con una pistola 45 al menos, (bien cubiertos y protegidos de las balas, claro está) y despachar sin misericordia hasta el otro mundo al agresor, al delincuente, al asesino; por supuesto olvidando que nosotros también seríamos asesinos, pero justificaríamos nuestro crimen alegando acerca de las vidas que vamos a salvar eliminando semejante alimaña de nuestra sociedad.

Ese es el efecto natural al ver por la televisión tanta muerte, crimen y violencia, así que es lógico que se quiera al ejército haciendo labores de policía, que se quieran crear grupos de exterminio delincuencial o que se quiera en todo caso tomar la ley por nuestras propias manos «ya que el estado es incapaz» de frenar la ola criminal.

Los medios colaboran a inducir estas percepciones en la mente de los ciudadanos, presentando los crímenes pero no los resultados de las autoridades encargadas de luchar contra el crimen y la delincuencia.

Aparecen amenazas contra el procurador de los derechos humanos que motivan a pensar como que el personero de esta institución lo que hace es defender criminales lo que motiva a que algunas mentes débiles incluso «justifiquen» estas amenazas.

Ya se tiene bien definido que uno de los puntos mas débiles de la gestión del nuevo gobierno es la seguidad pública y lo que en los gobiernos de ARENA era un tema ocultado o minimizado por los grandes medios, hoy es el tema del día, sumado al aparecimiento y proliferación de atentados con explosivos privativos del ejército (que misteriosamente antes no estaban en manos de los criminales), empujan a la opinión pública a aceptar dos premisas falsas:

1. Que el ejército debe ser quien tome las riendas de la seguridad pública.
El ejército no está preparado para asumir labores de policía, en todo caso la labor que están haciendo debe seguirse manteniendo como «persuasiva» ya que ellon no tienen la formación para lidiar con problemas de seguridad pública, únicamente están entrenados para apuntar y disparar, porque no se espera otra cosa de un soldado y querer cambiar su papel no nos dará un ejército de policías sino un ejército como policía que aunque se parece no es igual. Ya aparecerán los que pidan a gritos que renazcan la Policía de Hacienda y la Guardia Nacional, que recordemos no se caracterizaban por su eficiencia, sino por su sanguinario salvajismo.
Porque de labor policial fueron utilizados en labor represiva y esto nos condujo inexorablemente a la guerra.

2. Que la justicia debe ser tomada por los mismos «ciudadanos» por medio de «grupos antidelincuenciales».
Segundo: La excusa de los «grupos antidelincuenciales» pierde validez porque se convierten en simples «escuadrones de la muerte» que posiblemente se inicien eliminando delincuentes comunes, pero pronto pasarán a labores de sicariato y comenzarán a matar a personas por motivos pasionales, políticos o comerciales, constituyendose en grupos de delincuentes paramilitares que gozarán del «beneficio» de las autoridades institucionales.

Cualquiera de estas dos opciones solo terminará en escalar la violencia a niveles parecidos a los que que se viven en ciertos estados mexicanos en los que hay una virtual guerra por el control de regiones completas.

El FMLN es el encargado de velar por la seguridad ciudadana y recibió esta responsabilidad al asumir el gobierno y al obtener los puestos visibles de seguridad pública, (que son miembros del FMLN) por lo tanto son ellos quienes deben responder por los éxitos o fracasos de sus gestiones en este sentido.

Deben recordar que los planes «manos dura» y «Super Mano Dura» fueron un total fracaso ya que eran una forma de inmediatez sin efecto real sobre el problema el cual excusaban diciendo «Imagínense como sería la delincuencia si no tuvieramos Mano Dura», lo cual se parece  mucho a lo que dice el actual Ministro Melgar cuando menciona con el mismo tono autocomplaciente que: «se logró frenar la tendencia al alza de homicidios con las acciones realizadas».

No podemos engañarnos mas, realmente no han dado resultados, pero es que no se han operado verdaderos cambios en el rubro de seguridad pública. La estructura policial está casi intacta y no se les han mejorado las condiciones de trabajo, salarios, equipamiento, entrenamiento ni se les ha dotado con mejores recursos tecnológicos.

Responder «al clamor» popular por que el ejércto se convierta en policía y que se alienten grupos paramilitares de exteminio o escuadrones de la muerte será regresar a las causas de la guerra y será tembién el motivo de fracaso del Gobierno de Mauricio Funes en materia de seguridad pública.

«…Porque si no
el niño-pueblo seguirá chulón
apuñaleado por los ladrones más condecorados
ahogado por tanta basura y tanta mierda
en esta patria totalmente a orillas del Acelhuate
sin poder echar abajo el gran barrio fuerteza cuzcatleco
sin poder aplanarle de una vez las cuestas y los baches
y dejar listo el espacio
para que vengan los albañiles y los carpinteros
a parar las nuevas casas.» (La violencia aquí – Roque Dalton García)