Ayer en la Tuitosfera Salvadoreña comenzó a circular el rumor de que el Ministro de Justicia Manuel Melgar había dimitido de su cargo, presentando su renuncia al presidente Funes, pero nadie de los supuestos autorizados, confirmaba ni negaba nada, sin embargo ya entrada la tarde el rumor se iba convirtiendo en noticia y en los medios salvadoreños se publicaba desde diversos ángulos:
Diario de Hoy: Renuncia ministro Manuel Melgar
El faro: Presidencia informa que Manuel Melgar dejó Ministerio de Seguridad
http://elmundo.com.sv/politica/20539-melgar-renuncia-como-ministro-de-seguridad.html
http://www.diariocolatino.com/es/20111107/nacionales/97114/Renuncia-ministro-de-Seguridad.htm
El hecho es que a pesar de los esfuerzos realizado por la cartera de estado dirigida por el señor Manuel Melgar, los resultados eran mas bien pobres en materia de seguridad, efectivamente aunque en realidad la delincuencia y la violencia homicida no se había disparado mas allá de los límites que nos dejaron los dorados años de las “manos duras”, la estadística de homicidios criminales no había retrocedido sino al contrario iba en aumento, las políticas se enfocaban mas bien en el sentido represivo y tal como lo dijimos en reiteradas ocasiones ni la salida a las calles del ejército, ni penalizar las maras, ni aumentar las penas a menores infractores no iban a solucionar el problema.
En el período del 2003 al 2009, (Plena época de gobiernos de ARENA), pasamos a ser el país mas peligroso del mundo y durante el 2010 pasamos a ser el segundo pais mas peligroso del mundo, detras de Honduras, pero de ningún modo eso es un honor o algo de lo que debemos sentirnos felices, así que como lo expusimos en algun post anterior, no es una defénsa válida argumentar que Honduras nos gana en peligrosidad, pero aunque la situación del Ministerio de Justicia y Seguridad, en cuanto a credibilidad era similar a las de los gobiernos Areneros, esta vez si se ha visto un cambio de cabeza.
Es de hacer notar que esta es la primera ocasión que se dá un cambio en la dirección del Ministerio debido a los pobres resultados, a pesar de los votos de confianza del presidente Funes, Manuel Melgar ha presentado su renuncia “para facilitar al presidente la posibilidad de un recambio en el área de seguridad pública", cosa que nunca hicieron el Dr. Bertrand Galindo primer ministro de Justicia y Seguridad o el Lic. Rene Figueroa, quienes tuvieron a Mauricio Sandoval y a Rodrigo Avila al frente de la institución con un trabajo de tan pobres resultados como el actual, pero quienes nunca se hicieron cargo de la situación de violencia y criminalidad a la que iba escalando El Salvador y que terminaron campantes sus períodos al frente de este estratégico Ministerio sin haber dado ningún resultado positivo.
Recordemos que entre los años de 2001 a 2008, El Salvador reportó la alarmante cifra de 24 mil 457 homicidios.
Y que solo durante el periodo de Tony Saca, de 2005 a 2009, antes del cambio de gobierno, hubo 16 mil 592 homicidios.
Algunos dicen por ahí que la renuncia de Melgar se dió por presiones estadounidenses, para quienes el efemelenista ministro no era grato por relacionarlos con una matanza de marines norteamericanos en el marco de la guerra civil salvadoreña, conocida como “La Masacre de la Zona Rosa”.
Lo que sí debemos reconocer es que los resultados si cuentan en este gobierno y ya sea por propia voluntad o por solicitud del ejecutivo, el señor Melgar ha depuesto su cargo y dejado al presidente a la disposición de cambiar la cabeza de un ministerio que en estos momentos resulta estratégico para el buen o mal desempeño gubernamental, cosa que nunca pasó en los dorados tiempos Areneros, en los que la poca capacidad y magros resultados no eran objeto de ningún cuestionamiento por nuestra Prensa Nacional que asumía actitudes de avestruz ante el alza delincuencial.
Prensa 1999-2009
Una nueva gestión del tema de la seguridad pública está por comenzar y nuevamente saltan las preguntas:
¿Que hacer?
¿Que dejar de hacer?
Lógicamente más “mano dura” sería una total estupidez, estos esquemas nunca funcionaron y nunca van a funcionar, ¿Pena de Muerte? …Pero para quien la proponga.
Hay que reprimir… a la Impunidad.
Siempre hemos dicho en este blog que debe haber represión pero hacia la impunidad, todavía vemos a sobrinos de ex-primeras damas salir libres por falta de testigos en casos de asesinatos, asi como otros asesinos de “buena familia” que logran soslayar sus responsabilidades penales y terminan en libertad, ex-ministros que solo son acusados sin que sus casos prosperen en los tribunales, ex-presidentes la república que ni siquiera son acusados y se pasean con toda tranquilidad por nuestra tierra. Aquí todavía hay poderosos que son inmunes al brazo de la ley, Tenemos Médicos, Dueños de laboratorios, y otros profesionales, que lindan sus actividades con el narcotráfico que son defendidos a capa y espada por el Colegio Médico y la sociedad “respetable”, Funcionarios corruptos que se enriquecen ilícitamente y ex-funcionarios corruptos que hoy gozan de lo que le lograron rascar a la guayaba presidencial.
A los delincuentes hay que darles con todo, pero sin permitirles la oportunidad de salir libres por falta de pruebas o de testigos, las leyes deben reformarse para validar las pruebas técnicas y documentales, de nada sirve que la policía capture y capture delincuentes si a la vuelta de dos o tres días salen libres por cualquier barrabasada legal.
Solo hasta que veamos un estado de derecho inflexible e igualitario, tanto para el vil pueblo como para las altas esferas de la sociedad, es que la población sentirá que la ley es efectiva; sin el combate frontal y directo a la impunidad no se dará nunca el mensaje correcto.
Hay que prevenir… con la juventud.
Hay que quitarle el agua al pez, la juventud es la que alimenta a las maras y a la delincuencia, debe serles arrebatada con programas educativos completos e integrales que involucren todo el tiempo de ocio posible, deben impulsarse agresivos programas de inclusión en actividades extracurriculares como deportes, música, artes plásticas, literatura, actividades de campismo y excursionismo, conservación y reciclaje, baile y otras actividades grupales para atraer al 100% de la juventud a sus intereses, y esto debe hacerse en combinación con las entidades educativas que tienen experiencia en este sentido pero no recursos: las iglesias, ONG’s, Scouts, Exploradores del Rey, Pioneros, etc.
Debe cuidarse al joven y dársele oportunidades de desarrollo y de inclusión laboral para que no tenga necesidad de caer en la tentación de formar parte de estructuras delincuenciales.
Fortalecer a las fuerzas de seguridad.
Esto implica mejorar las condiciones de los Policías, que son personas entregadas y valientes que exponen incluso su vida por defender a la sociedad y no es justo que ganen tan poco que tengan que regresar a las antiguas practicas de soborno y extorsión, el policía debe tener además de un sueldo superior al de cualquier otro trabajador público, prestaciones adicionales que le garanticen su seguridad y la de sus familias, deben estar dotados de equipos y medios suficientes para cumplir sus deberes, deben tomarse medidas de saneamiento y de control para evitar la infiltración en sus filas de miembros de estucturas delictivas, es decir reforzar la inteligencia y vigilancia interna para permearla en lo posible del crimen.
Una propuesta de nación.
El gobierno solo no podrá contra la delincuencia y es ahí donde todos los actores e incluso espectadores del devenir del país entramos, cada uno desde nuestra propia trinchera, respetando y cumpliento la ley, vigilando y denunciando el crimen.
La propuesta de los Estados Unidos del asocio para el desarrollo, podrá ser satanizada como una intervención imperalista a nuestra soberanía, pero por el momento es la mejor apuesta que podemos hacer para comenzar el proceso de reconversión de nuestra sociedad, la principal causa estructural del crimen y la delincuencia es la pobreza no es porque genéticamente seamos violentos o criminales como lo dijo una vez cierto funcionario de seguridad y solo si luchamos por erradicar las desigualdades y la exclusión es que podremos dar pasos en favor de la paz y el desarrollo nacional, pero esto significa sacrificio y la empresa privada salvadoreña no ha sido nunca un sector progresista y con visión de futuro o de nación, el empresario criollo tiende a la codicia y esto tampoco es genético, es cultura que se forjó desde los tiempos de la independencia de España.
Si la empresa privada no está dispuesta “a pagar” por el desarrollo de la nación se quedará sin nación en donde hacer negocios.
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