LA HISTORIA Y LA HISTORIOGRAFIA DE EL SALVADOR.
Se dice de la historia que es la ciencia que tiene como objeto de estudio el pasado de la humanidad y como método el propio de las ciencias sociales. Se denomina también historia al periodo histórico que transcurre desde la aparición de la escritura hasta la actualidad.
Más allá de las acepciones propias de la ciencia histórica, historia en el lenguaje usual es la narración de cualquier suceso, incluso de sucesos imaginarios y de mentiras.
Por el contrario, el propósito de la ciencia histórica es la fijación fiel de los hechos e interpretarlos ateniéndose a criterios de objetividad; aunque la posibilidad de cumplimiento de tales propósitos y el grado en que sea posible son en sí mismos objetos de debate.
La historiografía es el registro escrito de la historia, la memoria fijada por la propia humanidad con la escritura de su propio pasado.
El término proviene de historiógrafo, y éste del griego ????????????? ([historiográfos]), de ??????? ([historía]: historia) y -?????? ([gráfos]), de la raíz de ???????([gráfein]: escribir); o sea, el que escribe (o describe) la historia.(ESCRIBANO, ESCRITOR).
Desde estos principios se puede definir que la historia es la ciencia que busca la verdad del pasado, y la Historiografía es la que se encarga de plasmar o dibujar el pasado, la cual puede estar plagada de veracidad, relatividad y mentiras.
Ahora podemos ver, cual es el motivo, del porqué existe negación histórica en El Salvador. Y muchos hemos descubierto que la historia escrita no es objetiva al compararla con la realidad.
Ningún intelectual se ha pronunciado por la revisión de la historia de manera más objetiva, el único acercamiento que conozco es una Edicion denominada “Historia Mínima”. Que trata de ordenar las diferentes etapas históricas de El Salvador. Esta historia mínima narra los registros de la historiografía, pero habla poco de la historia objetiva, en otras palabras hablan más de lo superficial que antes fue escrito por otros profesionales de la época en contaminación metafórica.
Las razones por lo que el Salvador no es rico en su historia, no es porque no lo sea, sino porque la historiografía no ha sido la mejor desde los inicios del estado y ha descrito los hechos de manera disfrazada, ignorando información que perjudique a sectores de poder y al oficialismo, defendiendo los principios de libertad para ellos mismos, negándole a gran parte de la sociedad las causas y la verdad de los hechos de ésta sociedad multiétnica.
La negación histórica fabricada por los historiógrafos Salvadoreños, ha puesto dificultades a las nuevas generaciones, por haber destruido, anulado, saltado, información, en el tema multiétnico, que ha contribuido a desconectar la identidad de la sociedad salvadoreña y los descendientes se arman con el discurso “pueblos en decadencia”, pero nada se habla de un reconocimiento objetivo y la dignificación de los mismos.
Pareciera que el máximo interés ha sido eliminar la cultura original, se me ocurre que uno de los principales motivos ha sido y es por haberse adueñado de sus bienes y de sus almas.
Me llama mucho la atención luego de haber conversado con los nietos y bisnietos de Feliciano Ama, de quien tanto habla la historia y lo describe la historiografía como un héroe e icono del levantamiento campesino de 1932. Me preocupa que hasta intelectuales de renombre lo afirman y lo reafirman que así es, y me da tristeza al comprobar mis hipótesis que es mentira de nuevo, y que murió utilizado, ignorando el precio de su alma, puesto por la Familia Barrientos de la época, quienes buscaban poder estatal, y económico. Ellos utilizaron de amuletos a mis hermanos nativos por ser considerados personas de menor categoría, porque solo sabían entender la naturaleza y solo sabían cultivar la tierra.
Etnológicamente tanto en el oriente del país, como en el occidente desde el año 1,550, ha existido un gran interés por eliminar o desaparecer la huella de las etnias primitivas de El Salvador, sigo creyendo que es porque les quitaron sus pertenencias, no digo del todo que de manera ilegal, pero si estoy seguro que fue de manera injusta e indigna.
En todos los hechos evidentes, se ha utilizado el término “reducciones”, y no hay datos exactos, que den fe, ni registros estatales que los sostengan: hechos como la reducción del pueblo Lenca, por el trabajo forzado y las epidemias, se sabe que la reducción de la población a través de las listas de los tributos y en los informes de la época. Los españoles se quejaban de la reducción de los tributos debido a la desaparición de los indígenas, hasta en un 80% en algunas zonas:
«En las primeras listas de tributos se refleja la pérdida de vidas y se indica la drástica reducción del número de aldeas entre 1550 y 1590: durante ese período el número oficial de aldeas en la parte oriental de El Salvador disminuyó de 70 a 52 y la población total estimada bajó vertiginosamente de cerca de 30,000 a 8,300 habitantes».
En el año de 1811, se sabe que hubo más reducciones, tanto en la zona oriental como occidental.
Y la más reciente es la reducción de 1932, en varios lugares de la zona occidental de El Salvador, y no existe información oficial que afirme la cantidad de personas asesinadas, cementerios o fosas donde se encuentran sepultadas. Por relatos de los sobrevivientes se sabe de algunas fosas y cementerios de 1932, pero nadie hace algo por investigar sobre los hechos.
Se sabe que algunos que documentaron información, les prohibieron revelarla por parte de las autoridades oficiales; tal es el caso del Sacerdote Cea quien ya murió. No se sabe con certeza si se emitió algún decreto ejecutivo para el silencio de 1932, pero se dice que para hablar del tema se debía esperar 70 años. Estos 70 años ya vencieron en el año 2002 y lo único que se ha hecho como muestras del desagravio es la declaración pública y verbal de pedir perdón de parte del presidente de la Nación (Mauricio Funes). Para nosotros es un alivio, pero no es suficiente, falta el reconocimiento, la dignificación y resarcimiento; porque hermanos de nuestros abuelos están allí en esa fosas, y quiero dejar bien claro, no están ahí por apoyar el levantamiento sino por ser NATIVOS DE IZALCO.
Tenemos información confidencial de otras fosas donde están familias enteras incluyendo niños con sus juguetitos. Los medios de comunicación, instituciones educativas y muchos titulares, algunos de ellos se imaginan que son leyendas, y que no hay evidencias de ello.
La mayoría ha escuchado de los llanitos de Izalco, lugar donde estaba la iglesia de santa Marta, iglesia de la población pipil de Izalco, los mal llamados LOS DE ABAJO, muchos llegan como turistas y no saben que allí es una tumba donde están sepultados los hermanos de nuestros abuelos y abuelas. Yo estuve ahí hace pocos días, porque ahí está el hermano de mi abuelita, quien se llamaba: Manuel Paxaca Tepas, y un hermano de mi abuelo llamado Felipe, quien fue asesinado cuando de Santa Ana se dirigía a Izalco para ver a su mujer que había dado a luz gemelos. Pude observar huesos que están a flor de tierra, que los hermanitos de la Alcaldía del Común se encargan de cubrirlos con tierra llevada de otro lugar y no quiero irrespetar a mis abuelos y hermanos pero para los incrédulos aquí les doy una muestra, para que vean que 1932, no es un mito.
Nosotros somos sus medios hermanos y compartimos el mismo territorio, ya es tiempo que dejemos ese espíritu de menosprecio engendrado por los invasores. Nosotros queremos vivir y dejarles un camino despejado, lleno armonía y de paz a nuestros descendientes, y queremos que sean vistos como originarios no como, indios, o animales, según la historiografía pentacentenaria Salvadoreña nos ha descrito; seamos justos y humanos y hagamos un mejor el salvador, rico en identidad.
Alexandro Tepas Lapa.
Originario étnico de Izalco.