Estamos a menos de cuarenta días para las elecciones de alcaldes y diputados y todavía la mayoría de la población no sabe cómo se votará. La gravedad del hecho reside en que gracias a las resoluciones de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, ahora, por primera vez se podrá votar por personas en las elecciones de diputados y habrá candidaturas no partidarias.
Esta nueva forma de votar puede generar confusión en el electorado si este no tiene el conocimiento básico de cómo ejercer el sufragio, especialmente que recibirá dos papeletas de votación. En la de Concejos Municipales, se votará igual, la papeleta que recibirá el ciudadano será similar a las de las anteriores elecciones, pero en el caso de los diputados las cosas cambian.
Para las elecciones de diputados la ciudadanía podrá votar por la bandera de su partido favorito, también podrá votar por uno o más candidatos de un solo partido político y su voto será válido aunque no marque la bandera a la que pertenecen, también tendrá la opción de votar por un diputado no partidario. Serán nulos los votos que marquen más de una bandera, o que marquen candidatos de más de un partido político o que marquen candidatos no partidarios y de partidos.
Como puede observarse la situación es un tanto diferente que en las anteriores elecciones. Por lo cual educar a la ciudadanía es urgente y vital. De lo contrario la cantidad de votos nulos o impugnados será muy grande y esto atentará contra la poca legitimidad que tienen los procesos electorales en nuestro país.
El desacuerdo al interior del Tribunal Supremo Electoral sobre la empresa de publicidad que manejará esta campaña de información al ciudadano es un hecho inaudito. En este desacuerdo puede haber interés político, especialmente de los partidos que han opuesto feroz resistencia a las resoluciones de la Sala de lo Constitucional. Pero también se especula que puede estar en juego intereses económicos, pues la suma de cuatro millones de dólares que se destinarían para esta fase publicitaria no es nada despreciable.
Explicar la nueva forma de votar a todo el cuerpo electoral salvadoreño no es tarea fácil, aunque esta no sea complicada. El problema está en la masividad que necesita el mensaje para que sea comprendido por millones de electores. El problema puede ser más grave en el campo o en las poblaciones pequeñas y alejadas, donde por los bajos niveles educativos se necesita de mucha insistencia en la publicidad.
En las grandes ciudades o con los sectores medios basta unos días de publicidad en la televisión para que el votante conozca las nuevas formas de votar. Además, varias organizaciones sociales están iniciando campañas de emergencia para explicar a los ciudadanos como votar. Pero estas organizaciones podrán llevar el mensaje a las universidades o los sectores profesionales de las ciudades grandes. Pero la población de los caseríos, cantones y pueblos pequeños difícilmente podrá ser beneficiada con estos planes.
En los cantones y caseríos el votante quedará en las garras de los grandes partidos políticos que serán quienes les dirán a los ciudadanos “cómo votar”. El clientelismo político en el cual son expertos, servirá para inducir el voto. Por lo cual, lo que debiera ser una campaña de educación cívica se convertirá en una extensión de las multimillonarias campañas electorales de los grandes partidos. Esto golpea la poca credibilidad y legitimidad de los procesos electorales.
Otro factor a considerar es el aumento del ausentismo electoral. Si el ciudadano no está seguro de cómo votar, es probable que decida no ir a las urnas. Esto favorece y fortalece el clientelismo político pues estos si sabrán “como votar por su partido”. Por tanto lo que tendremos es una vuelta al poderío de los votos duros de los partidos, en detrimento del voto más consciente o más pragmático.
El día de las elecciones se elegirá 84 diputados, independientemente de cuantos voten. Si el número de votantes disminuye serán menos ciudadanos los que elegirán a estos. Por tanto a menor votación, mayor peso del voto clientelar y del voto duro. Las pocas posibilidades de mínimos cambios en la calidad de los integrantes de la próxima Asamblea Legislativa, quedarían totalmente descartadas.
Como podemos ver, el problema de la ausencia de publicidad institucional del TSE sobre la forma de votar es más grave de lo que parece a simple vista. Todavía para este día no hay acuerdo en el seno del TSE.
Hay otros temas bastante graves en este evento electoral, como el voto residencial en 185 municipios del país, la nueva metodología del escrutinio preliminar la noche de las elecciones y la transmisión rápida de resultados electorales; para mencionar solo tres temas candentes.
Todo parece indicar que estas elecciones caminan sobre una cuerda floja. Los riesgos de que las cosas salgan mal el día de las elecciones son ahora más altos que nunca.
Ayutuxtepeque, martes, 31 de enero de 2012.
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