La carrera presidencial. Candidatos sin propuestas.

Los tres principales partidos políticos han iniciado ya la carrera para designar candidatos a la presidencia. Ninguno de los tres ha presentado un programa de gobierno a la población, nadie ha planteado cuales son las propuestas de su instituto político frente a los graves, endémicos y estructurales problemas que padecemos. Pero las cúpulas dirigentes se empecinan en imponer a las figuras de su interés.

Toda esta situación desnuda las debilidades de una democracia que apenas llega a ser formal y está muy lejos de volverse real. Aunque al final es la masa votante la que aparentemente decide quién será el próximo Presidente de la Republica, la verdadera decisión se toma de entre una reducida propuesta de candidatos nombrados por cúpulas o élites. Además esta decisión se ve obscurecida por la falta de propuestas concretas que terminan siendo ocultadas por una gran cortina de propaganda publicitaria en que el slogan, la imagen bonita y la música pegajosa sustituyen el planteamiento serio. Finalmente la masa votante parece un ejército de zombis votando por el que más publicidad compró.

Todo indica que detrás de las cúpulas partidarias de los tres partidos hay grupos con claros intereses económicos. Estos grupos, cada uno, buscan escoger la figura, que tenga la imagen para ganar pero que sea fiel a sus intereses.

En ARENA se encuentran concentrados los grupos de mayor poder económico tradicional, han gobernado a lo largo de la historia salvadoreña, pero comenzaron a perder espacio cuando llegó a la Presidencia Antonio Saca. Ahora se preparan para retomar de nuevo el control del Estado. Esto es lo que hay de fondo en todo el proceso de designación de su candidato.

En GANA se concentra un grupo económico emergente, que cobró alguna relevancia durante la presidencia de Saca, que ahora ha logrado acuerdos mínimos con el actual Presidente. Para este grupo el control de Estado es más vital, pues por su menor nivel de desarrollo económico se vuelve más imprescindible contar con el aparato público para garantizar su desarrollo.

Finalmente en el FMLN se concentra el grupo económico de más reciente constitución. Este nace en torno a Alba Petróleos, por el momento está en fase de diversificación a otras áreas de la economía a partir de la enorme plusvalía que les queda en virtud de los términos contractuales que tienen con la empresa estatal venezolana.

De los tres partidos antes mencionados, solo GANA tiene unanimidad en torno a su candidato. Antonio Saca es visto por todos como la figura natural que encarnaría la candidatura presidencial, incluso es probable que no haya problemas para que él escoja a su compañero de fórmula.

En ARENA las cosas están más complicadas. Por una parte el actual alcalde de San Salvador, que tiene la mayor popularidad en las estructuras territoriales de ese partido, pero causa enormes temores en el grupo de poder económico que dudan de su capacidad y por la posibilidad que los traicione al igual que Saca. Aparecen otras figuras apadrinadas por las más poderosas familias.

En el FMLN la cúpula ha propuesto e impuesto a Salvador Sánchez Cerén, personaje de su absoluta confianza, pero con rechazo en un importante sector de la base partidaria y con una imagen que vuelve difícil pensar que tiene posibilidades de ganar la elección. Han surgido otras figuras como Oscar Ortiz, Hugo Martínez y Gerson Martínez. Pero hasta ahora las cosas marchan en la dirección de “convencer” a los dirigentes locales del partido de las bondades de Sánchez Cerén.

La competencia de candidatos está comenzando, esta acaparará las principales noticias en los próximos meses. Algunos analistas creen que en septiembre tendremos las candidaturas definidas, otros consideran, que podemos llegar al otro año en vista de los conflictos internos.

Además falta que aparezcan otros importantes actores políticos, que no se expresan a través de un partido, pero que necesitarán llegar a acuerdos con al menos, uno de ellos. El Presidente de la República es un actor importante en todo este proceso, que puede incidir en las decisiones de al menos dos, de los tres partidos grandes. El peso presidencial puede inclinar balanzas.

Veremos que nos dice la realidad.

Ayutuxtepeque, jueves 21 de junio de 2012.