#InterpretoComoBukele o No se puede gobernar desde Twiter

Marco Tulio Cicerón: ¡Fuera de mi vista Bichos!

La Sala de lo Constitucional, emitió anoche una resolución sobre varios decretos ejecutivos y uno legislativo relacionados con la imposición de cuarentena por la pandemia de COVID-19 en la que los declara inconstitucionales por diferentes causas, dejando vigente el decreto ejecutivo 29 en un lapso de 4 días para que el ejecutivo y el judicial se pongan de acuerdo en una ley que no tenga vacíos legales o violaciones a los derechos ciudadanos.
Poco tiempo después, ante esta resolucion, el presidente, Nayib Bukele, publicó en su cuenta de Twitter lo siguiente:

Esta visceral reacción del mandatario, desató una serie de ataques y maldiciones contra la sala, pero al mismo tiempo llovió sobre el comentario, una andanada de burlas y ataques contra la pobre interpretación de la resolución del presidente, al punto que el Hashtag #InterpretoComoBukele se volvió viral desde anoche y a esta hora se mantiene aún como Trending Topic.
Algo que, ya está comprobado, el presidente y su equipo no soportan.
Cuando algo asi sucede, inmediatamente el equipo «Social» de la presidencia busca algún tema polémico o lo suficientemente perturbador para hacer frente a la tendencia en contra, dejando en evidencia que el comportamiento de la red, realmente rige el actuar de este gobierno que se ha convertido en una auténtica oclocracia regida por el nivel de popularidad que mantiene en las redes sociales y gracias en parte a eso, en la vida real también.

El Hashtag en cuestión ha crecido enormemente, convirtiendo a Bukele en el blanco de ácidas burlas a su nivel académico e intelectual. A continuación algunas muestras de esos tuits.

Marshall McLuhan, el conocido filósofo, erudito y profesor canadiense especialista en comunicación, en los años setenta acuñó dos conceptos que en su momento eran de rompimiento con la teoría establecida y aceptada, lo que hoy llamamamos con cierta pedantería, «disruptivos», el primero fue el concepto de «La Aldea Global» que gracias a lo instantáneo de los medios de comunicación (entonces la TV) el mundo se había reducido al tamaño de una pequeña aldea en la que todo se sabía rápidamente, en nuestros tiempos el tamaño se ha reducido aun más, a ser la calle de enfrente y nosotros en la ventana, el segundo concepto era, el principio de que «el medio es el mensaje».
Un ejemplo de esto son las redes sociales, que no solamente han achicado más el tamaño de la aldea global, sino que ha cambiado la forma humana de interactuar, ya que no son únicamente medios para comunicarse, sino que para relacionarse, con todos los problemas que van ligados a la creacion y mantenimiento de relaciones entre seres humanos.
Esto le dio a las redes un novedoso y extraño poder sobre la masa, el «Trending Topic», que es el equivalente a los quince minutos de fama de Andy Warhol en la cual todos podemos ser parte de un BOOM de corta duración.
Esto creó una especie de religión en torno a los Trending, cuando vieron que se podía modelar opinión por medio del manejo de las tendencias adecuadas y así surgieron los «Gurús de las redes sociales» que garantizaban mover la opinión pública en beneficio de quien pagara la suma adecuada.
Efectivamente a golpe de hashtag cayeron gobiernos, se desenmascararon corruptos, surgieron nuevos ídolos, se ganaron elecciones como la de El Salvador.
Pero una cosa es cambiar un evento político de la historia, como una elección, de un modo «disruptivo» y otra muy diferente gobernar un país.

La red actua alrededor de momento coyunturales, no en torno a la cotidaniedad, gobernar un país es entender el equilibrio del poder y la necesidad de la concertación entre la diversidad política, social, económica e ideológica para llevar adelante una nación.
Recordemos un poco a Marco Tulio Cicerón, quien fue fue un abogado, político, filósofo, escritor y orador romano, entre cuya obra dispersa desde siglos atrás escribió cosas más o menos como esta:

La mejor forma de gobierno es la que se basa en el equilibrio de poderes. Hasta los monarcas más nobles se trocarán en tiranos si nada restringe su reinado, del mismo modo que la democracia está condenada a caer en el dominio de la turba si no se limita el poder popular. Un gobierno justo debe fundarse en un sistema de supervisión y equilibrio. Hay que recelar del dirigente que elude las leyes constitucionales so pretexto de la necesidad de conveniencia o seguridad.

Es increible que palabras que nos vienen desde la época del imperio romano tengan tanta vigencia y actualidad hoy en día, dejando de lado lo que fue dicho imperio, el pensamiento crítico y coherente siempre estuvo vigente.

Tanto el presidente, su gabinete, como la totalidad de los diputados de la honorable asamblea legislativa deberían regresar a leerse a estos clásicos romanos a profundidad, poner en práctica sus enseñanzas y dejar de llevar sus batallas políticas a un campo tan incierto como Twitter.

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