Estamos a pocas horas de que finalice la campaña electoral. A partir del jueves 8 de marzo ya no oiremos ni veremos más publicidad de candidatos o partidos pidiendo el voto. A partir de ese momento la propaganda electoral se vuelve muy sofisticada, algunos le llaman subliminal. La ejercen con mucho tacto los medios de comunicación.
A partir del jueves los medios escogen con cuidado las noticias, los comentarios editoriales y hasta cierta publicidad. Ya no se trata de pedir el voto, se trata de inducirlo. Muchas veces este método termina siendo más eficiente que la misma publicidad, no solo porque cuando consumimos publicidad ya sabemos que esta pretende vendernos algo, sino porque va dirigida al subconsciente por lo cual no tenemos mecanismo fácil de defensa.
Desde hace varios meses hemos consumido una campaña electoral tradicional con poco contenido y muchos mensajes vacíos. El hecho que los candidatos a diputados hayan aparecido por primera vez ante la opinión pública no le imprimió calidad al contenido. Los grandes problemas nacionales fueron abordados con ligereza, muchas de las soluciones que plantearon no están al alcance de la Asamblea Legislativa como Órgano del Estado. Otros hicieron demagogia con los salarios del diputado y el presupuesto legislativo.
Los candidatos no partidarios no lograron ejercer una influencia real en el electorado, no se los permitieron las condiciones de desventaja en que están participando, en relación a los partidos. Además en el fondo pareciera que no se diferenciaban mucho de los candidatos partidarios.
Casi al final de esta jornada los candidatos más conocidos son los que hicieron más publicidad personal. Muchos han gastado en publicidad más dinero que lo que ganarán en los tres años como diputados. Esto se convierte en una nueva trampa que es necesario conocer. Los candidatos que tendrán más posibilidades serán los que logran el favor de los grupos de poder económico. Ahora las grandes y poderosas familias tendrán sus propios diputados, que llegarán a las curules con su favor para servir a sus intereses. Esto podría resultarles más barato que estar comprando bancadas completas, cuando solo necesitan unos cuantos votos para lograr mayoría.
Un aspecto interesante de esta campaña es que la polarización electoral no se centró en la lucha del comunismo contra las libertades. Ahora no aparecieron los demonios de Hugo Chávez, Evo Morales y otros. En el fondo, la temática ha sido el desempeño de este gobierno. Para unos el gobierno ha desperdiciado casi tres años sin nada bueno y para otros el cambio está en marcha y debe de seguir. El problema de la polarización sigue siendo el mismo a pesar que adquiera otro aspecto, siempre deforma la realidad, idealiza lo que proponen unos y sataniza al adversario.
Otro aspecto interesante de esta campaña ha sido el bajo nivel de saturación publicitaria en relación a las elecciones del 2009. A excepción de las últimas semanas, los medios han estado relativamente vacios de publicidad electoral. En esto puede haber varios factores. Por una parte no estaba en juego la Presidencia de la República. Además los elementos nuevos que han surgido como consecuencia de las Resoluciones de la Sala de lo Constitucional (Candidaturas no partidarias, Fotografía de candidatos y nueva forma de votar) crearon un clima de incertidumbre en la clase política, que los llevó a retrasar sus planes publicitarios.
Pero en este punto es necesario destacar que ahora por primera vez, quizá en la historia, no se ha hecho uso masivo de los recursos del Estado. Probablemente más de algunos han utilizado unos cuantos recursos públicos, pero son la excepción. En la última elección fue verdaderamente escandalosa la forma y cantidad de recursos del Estado que se orientaron a favor del candidato oficialista.
Ahora los grupos de poder han tenido que ofrendar más recursos para financiar las campañas electorales de sus partidos predilectos. Ahora ya no había papá gobierno que financiara cuantiosa publicidad de medios y dotara de recursos al partido favorito. Muchas familias poderosas ya habían perdido la costumbre de dar tanto, pues los diputados les salían baratos gracias a los fondos públicos.
En esta ocasión, los del ALBA han tenido que entrar en la campaña con un programa de alimentos. Y las Cámaras empresariales han iniciado la cruzada contra los matrimonios gay. Todos ellos en apoyo del favorito y en contra del adversario.
Otro elemento interesante es el poco interés mostrado por importantes sectores de la población ante la campaña electoral, esta no ha logrado motivarlos y pareciera que el ausentismo será mayor que en otros ejercicios electorales. Lamentablemente este es un mensaje que la clase política no entiende, es probable que para algunos partidos el ausentismo les sea beneficioso. Al haber menos votos, puedo obtener también un diputado con menos votos.
En todo caso este miércoles a las 24 horas termina la publicidad de medios. Vienen los tres días de silencio, que de algo pueden servir para reflexionar sobre lo que haremos el domingo 11 de marzo.
Ayutuxtepeque, 07 de marzo de 2012.
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