El Instituto para la Economía y la Paz (IEP) es un tanque de pensamiento, independiente, no partidista, sin fines de lucro dedicado a cambiar el enfoque del mundo hacia la paz como algo positivo, alcanzable y como medida tangible de bienestar y el progreso humano.
IEP logra sus objetivos mediante el desarrollo de nuevos marcos conceptuales para definir la tranquilidad; proporcionando métricas para medir la paz; y el descubrimiento de las relaciones entre negocio, la paz y la prosperidad, así como la promoción de una mejor comprensión de la factores culturales, económicos y políticos que crean la paz.
IEP tiene oficinas en Sydney, Nueva York y Ciudad de México. Funciona con una amplia gama de socios internacional y colabora con las organizaciones intergubernamentales en la medición y comunicar el valor económico de la paz.
Los países son agrupados según su nivel de Paz que se ejemplifica en la siguiente tabla de colores.
Costa Rica | 34 |
Nicaragua | 74 |
Honduras | 116 |
Guatemala | 118 |
El Salvador | 123 |
Costa Rica está entre los primeros 50 y Nicaragua entre los primeros 100, en una posición mejor que la primera calificación que tuvimos y se tratan de naciones vecinas con quienes compartimos muchas cosas en común, especialmente con Nicaragua que tiene un gobierno de izquierda, niveles de pobreza mayores a los nuestros, salarios más bajos, pero mucha menos violencia.
Nosotros en cambio tenemos un país polarizado políticamente por dos partidos que se anulan mutuamente, que negocian en secreto con las maras, con una derecha recalcitrante cuyo máximo referente es un sicópata asesino de masas y una izquierda que solo usa el rojo como estandarte, pero que responde obedientemente a los mandatos económicos internacionales.
No tenemos un plan de nación a mediano o largo plazo que trascienda enfrentamientos ideológicos o partidarios, la meta de un partido es deshacer lo que el otro haya hecho y eso lo vemos desde lo municipal donde hay alternancia de poder mas frecuente, lo que nos hace asegurar que lo veremos marcadamente en lo nacional cuando la derecha recupere el poder y retroceda en lo bueno que ha hecho este gobierno, así como el actual desestimó lo bueno que había hecho el anterior.
Desde la firma de los acuerdos de Paz en 1992, la seguridad ciudadana es el gran fracaso de todos los gobiernos que hemos tenido y el problema solo ha servido como propaganda política para la oposición, sea cual sea, al punto que parece que no les importa resolver el problema, pues desde su privilegiada posición están protegidos contra el embate de la violencia y la inseguridad.
Esta mala calificación en el IGP debería preocupar a las autoridades, a la empresa privada, a la sociedad civil, a las iglesias y a todos nosotros, esta preocupación debería llevarnos a plantearnos soluciones integrales que están por encima de los intereses partidarios y electorales cortoplacistas, buscando un plan nacional a corto, mediano y largo plazo para pacificar el país, considerando hacer los cambios estructurales en materia económica, social y política que nos lleven al menos al nivel de Nicaragua a mediano plazo y al de Costa Rica en unos cinco años.