Por Alex Tepas
Hagamos juntos un reconocimiento literario metafórico de la realidad etnológica Salvadoreña. Entre la verdad y la mentira existe una delgada línea, y es tan diminuta que puede ser utilizada sutilmente para manipular la historia. Por ello surgen derechas, izquierdas y de centros para ambos lados (cuando las mentiras se deslumbran en disgustos), por lo que estamos llamados a utilizar por lo menos dos de nuestros sentidos para no ser manejados. En la ausencia de las personas, no existe una historia, por lo tanto nosotros somos la historia, y de nosotros mismos depende el repetirla, construirla, o cambiarla. En razón de la diminuta línea de confusión estamos llamados a abrir bien los ojos y a separarlos del corazón, para no llorar después, estamos llamados a abrir bien los oídos y separarlos del corazón, para no oír y ver en el futuro realidades que lamentar por nosotros mismos o por nuestros hijos.
Este es el origen de los grandes problemas sociales de El Salvador y la forma más suave y diplomática de decirlo para los funcionarios, es: “el problema es complejo”.
Según el diccionario de la real Academia:
indio1, dia. Es adj. Natural de la India. U. t. c. s. || 2. Perteneciente o relativo a este país de Asia.|| 3. Se dice del indígena de América.
Nota: “se dice”, viene de dicho (Ocurrencia chistosa y oportuna.
) o apodo.
original. (Del lat. origin?lis) Es adj. Perteneciente o relativo al origen. || 2. Dicho de una obra científica, artística, literaria o de cualquier otro género: Que resulta de la inventiva de su autor. Escritura, cuadro original. U. t. c. s. m. El original de una escritura, de una estatua.
natural. (Del lat. natur?lis). adj. Perteneciente o relativo a la naturaleza o conforme a la cualidad o propiedad de las cosas. || 2. Nativo de un pueblo o nación. U. t. c. s.
nativo, va. (Del lat. nat?vus). adj. Que nace naturalmente. || 2. Perteneciente o relativo al país o lugar en que alguien ha nacido. Suelo nativo. Aires nativos. || 3. Nacido en el lugar de que se trata. U. t. c. s.
originario, ria. (Del lat. originar?us). adj. Que da origen a alguien o algo. || 2. Que trae su origen de algún lugar, persona o cosa. ? V. encomienda ~.
apodo. (De apodar). Es m. Nombre que suele darse a una persona, tomado de sus defectos corporales o de alguna otra circunstancia. || 2. desus. Chiste o dicho gracioso con que se califica a alguien o algo, sirviéndose ordinariamente de una ingeniosa comparación.
Imaginemos que lo complejo, no es complejo, más bien es difícil o penoso el decirlo o aceptarlo públicamente, y es mejor disfrazarlo a la hora de decirlo, contarlo o venderlo. Lo complejo entonces es lo irracional lo fácil que se hace el decir quien no soy en realidad, suplantando, ocultando la verdadera identidad. Lo complejo es decir que me he robado ((DRA.robar. (Del lat. vulg. *raubare, y este del germ. *raubôn, saquear, arrebatar; cf. a. al. ant. roubôn, al. rauben, ingl. reave). tr. Quitar o tomar para sí con violencia o con fuerza lo ajeno. || 2. Tomar para sí lo ajeno, o hurtar( DRA.hurtar. (De hurto). tr. Tomar o retener bienes ajenos contra la voluntad de su dueño, sin intimidación en las personas ni fuerza en las cosas. || 2. Quitar un bien patrimonial a otro con engaño o astucia) de cualquier modo que sea.) el alma o la identidad.
Pero que será lo más complejo. Lo más complejo es contar cuál es el interés de decir quien no soy y robarme o hurtarme el alma o la identidad del otro.
Entonces cual es el interés de robarse o hurtarse la identidad de las personas salvadoreñas. Lo complejo es decir que ellos son los dueños originales de las riquezas, como son las mejores tierras y manantiales; pero lo más complejo es decirles, que queremos lo que tienen y no lo van a aceptar.
Hoy lo más complejo de decir es, que lo hicimos con engaños y astucia, porque ellos no sabían leer ni escribir.
Pero eso no es todo, hoy es bien complejo decir que unos de ellos casi se enteran, que también queríamos las tierras comunales donde vivían y sus manantiales, porque queríamos cultivar café, y se corría el peligro que ya no quisiesen ser nuestros colonos y trabajadores baratos, pero lo más irónico es que ellos no se han enterado del todo, son otros los que les estaban asesorando, entonces dijimos es momento que eliminemos a los meques que les estén lavando el cerebro, y con esa excusa deshagámonos de ellos de una vez, para ya no tener problemas en el futuro, inventemos una revuelta campesina y culpemos al socorro rojo y en el futuro digamos que ya no hay indígenas y que todos somos mestizos.
Por último es mucho más complejo, decir que la forma silenciosa de suplantar a los originales para que no nos culpara la historia fue eliminar a los que descubrimos que hablaban Nahuat y se vestían como indígenas, para hacer sentir ahora a los sobrevivientes como, desvalidos, avergonzados, desprotegidos pobres o olvidados.
Y en los medios oficialistas hagámosles creer, por algún infortunio, que ser originario es motivo de chiste, delincuencia, vergüenza, violencia, pobreza, para que desaparezcan poco a poco y pase lo que pase, no nos vayan a echar la culpa a nosotros y nuestros descendientes poseerán todo.
Hoy que se avecina otro aniversario más del 21/01/1932, en el que se habla de los hechos y no de las cusas por ser tan complejas. Muchos se golpean el pecho y se rasgan sus vestiduras antes de tirar sus dados de chiviadores, para ver cuántos votos se consiguen con el tema. Para ellos es fácil conseguir votos porque ahora que nos han robado la identidad muchos no saben de dónde vienen ni para donde van. Mucho menos saben que sus linajes eran los que tenían todo para vivir en éste país, donde no habían pobres ni pobreza, ni hubiesen pobres porque ellos no necesitaban una profesión para sobrevivir, ni un oficio para vender sus servicios. Hoy existen muchos profesionales, pero siguen siendo pobres, y sobrevivientes porque no heredaron las riquezas que poseían nuestros tatarabuelos.
Aunque sea complejo sería no solo un calmante, o un tranquilizante sino la medicina, para que vuelva el rescate de la identidad salvadoreña, desde una realidad objetiva, desde todo punto de vista. Es necesario el reconocimiento legal y público de nuestra verdadera identidad, revisando la historia y haciendo políticas públicas que ayuden al desagravio y la dignificación de lo que queda.
No basta seguir repitiendo hechos de irracionalidad, estos agravan los problemas sociales. El salvador de hoy, es lo que hemos hecho de él, y aunque sea complejo, pero no es lo que todos nos merecemos. El primer paso para cambiar no es justificar nuestros hechos, sino reconocer nuestros errores y antes de exigir respeto debemos respetar a los demás, antes de usar la violencia para defender nuestros intereses mezquinos es mejor desagraviar, o dar muestras de humildad para recibir el perdón. Creemos que todos somos hermanos, y así lo concebimos todos aunque en la realidad compleja, primero fueron nuestros huéspedes y amigos, luego nuestros patronos, y hoy nuestros medios hermanos, que compartimos este pedazo de tierra que se llama El Salvador.
Alexandro Tepas Lapa
Nativo Nahuat PIPIL
Autor.