Ahora que se acercan las elecciones presidenciales del 2014, sería bueno que hagamos una pausa y revisáramos las distintas perspectivas que ofrecen los distintos candidatos de los partidos políticos en la contienda.
Esto no como un ejercicio periodístico, si no mas bien desde su aspecto filosófico-político. Por un lado tenemos toda la gama de tendencias político-económicas en la palestra electoral, y por lo tanto no nos vendría mal hacer un poco de historia reciente.
Venimos de la aplicación del modelo neo-liberal desde los tiempos de la guerra con Duarte en el gobierno, con el famoso paquetazo de 1986, y le siguieron de manera mas ortodoxa, todos los 20 años desde 1989 de los gobiernos del partido Arena, quienes aplicaron los programas de ajuste estructural y privatizaciones.
Es decir que desde los tiempos de la guerra ha dominado un modelo liberal-capitalista a ultranza esto es decir en los últimos 30 años.
Otra cosa eran los gobiernos autoritario-paternalistas de los militares y los cafetaleros. Pero eso no nos interesa aquí.
En estos últimos 30 años se han seguido los dictados de las instituciones económico-monetarias mundiales de Bretón-Woods (FMI, Banco Mundial, BID), quienes siguiendo los dictados del Consenso de Washington y el pensamiento único neoliberal de los Chicago Boys y los Reagan-Tatcher impusieron medidas que hoy francamente hacen crisis en todas partes del mundo.
Es tan solo desde el 2009 con la llegada por primera vez en la historia del país de la izquierda que se impone un plan distinto de los precedentes, esto es decir, de reformas institucionales que aunque tímidas han buscado desplazar el predominio de los grades intereses corporativos oligárquicos, y con eso aplacar un poco todo el descontento acumulado por años en los sectores populares, es decir la necesidad de un gobierno que les represente en sus intereses, para lo cual se han aplicado algunos planes económicos y sociales y de transparencia fiscal-financiera.
Esto no lo ha logrado del todo Funes y el Fmln, ya que este es un trabajo muy largo que queda por recorrer y esto difícilmente lo va a resolver un par de quinquenios gubernamentales.
Se necesitara de décadas de gobiernos revolucionarios o reformistas según sea la orientación para lograr los cambios esperados por las grandes mayorías.
Pero en medio de todo esto estamos en un presente muy conflictivo, los diferentes aspirantes a la presidencia ya empezaron a mostrar sus distintas plataformas programáticas en las cuales la mayoría refleja parte del interés que representa algunos con mayor o menor demagogia.
Pero sobre todo lo que debe predominar en esta naciente democracia es la libertad de decisión, que tengamos debates de altura política, esto sobre todo porque la población necesita que se le eduque políticamente en que hay que debatir en base a una verdad política las distintas opciones que se le ofrecen sin miedos.
Por tanto hay que hacer una invitación al pueblo a estar atento y vigilante a las propuestas y sus explicaciones pedagógicas en el sentido de que esta aplicación sea ajustada y ayude a una real estructuración para bien de la economía y sociedad de todo nuestro pueblo que es el al final se esfuerza y pone toda su fuerza de trabajo.
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