El General Ridgway no estaba dispuesto a iniciar otra aventura hacia el norte, de echo lo que pretendía era terminar la guerra lo más rápidamente posible, sin embargo esta se prolongaría por tres largos años, la estrategia Estadounidense fue agotar al enemigo para lo cual emprendió un bombardeo masivo por toda Corea del Norte; todo objeto en movimiento o no se convirtió en blanco militar, aldeas, pueblos, escuelas, hospitales, fabricas, aeropuertos, medios de transportes fueron objetivos de las bombas, se dice que en esos tiempos el oficio de motorista era el más letal, de cada cinco camiones que viajaban para proveer al ejercito Chino y sus aliados Norcoreanos solo uno llegaba a su destino para abastecer al ejercito, ellos tuvieron que cambiar de estrategia para avituallarse utilizando a miles de portadores transportaban los insumos para la guerra, pero esto no era suficiente en la línea de demarcación los Chinos tuvieron que literalmente enterrarse bajo tierra para no ser aniquilado por el fuego enemigo bajo duras condiciones, el mayor agobio fue el hambre que incluso impulso a muchos Chinos a robar comida a los campesinos Norcoreanos.
Del lado de los aliados el desgaste fue más psicológico (a parte de las bajas físicas que no fueron pocas), pasar meses viendo lomas, cerros nevados, sin hacer nada por largos períodos de tiempo para que de pronto verse envuelto en situaciones de extema y demencial violencia y peligro socavaban la salud mental de los soldados. Los aliados tenían que ser relevados a los pocos meses del frente mientras que los Chinos podían pasar más tiempo en las trincheras.
Las conversaciones para poner fin al conflicto comenzaron en junio de 1950, sin embargo por diversas presiones en China por parte de Stalin, en Norteamérica por cuestiones políticas, la guerra se había estancado, siendo una costosa y sangrienta lucha no llevaba a ninguna parte, salvo aumentar la cantidad de muertos para todos los contendientes.
Con la llegada al poder del general Eisenhower en los Estados Unidos quien estaba determinado a terminar la guerra y la muerte de Stalin en marzo de 1953 quitando la presión a Mao se tuvo la oportunidad esperada: Mark Clark, comandante en jefe de las fuerzas de Naciones Unidas en una carta rutinaria a China ofreciendo el intercambio de prisioneros enfermos y heridos fue respondida de inmediato favorablemente por los Chinos. Syngman Rhee estaba furioso él quería continuar la guerra hasta ocupar nuevamente el Norte, amenazó con seguir con la guerra solo, lo cual era una bravuconada vacía sin los Aliados no llegaría a ningún lado y trató de sabotear las negociaciones, liberando unos 27 mil soldados Norcoreanos que no deseaban ser repatriados esto irritó grandemente a King Il-sun, sin embargo este tampoco podía hacer mucho sin el apoyo de los Chinos, las conversaciones siguieron su curso, las batallas continuaron con renovada furia los ejércitos enfrentados deseaban llegar a las negociaciones con ventaja militar el 17 de julio de ese mismo año se logró establecer una tregua que acallaría las armas.
Parte del los acuerdos implicaba la prohibición de introducir nuevas armas salvo las necesarias para restituir las previas que habían sido destruidas en la guerra, el objetivo de dicho acuerdo era el de impedir la introducción de armas mucleares y misiles en dicha región sin embargo los EEUU en junio de 1957 informó a sus contrapartes Norcoreanos que las Naciones Unidas ya no se consideraban obligadas a respetar dichos acuerdos un año después introdujeron misiles atómicos para amenazar tanto a Rusia como a China, los Norcoreanos denunciaron la derogatoria del párrafo 13 (d) que especificaba la no proliferación de ese tipo de armamento y en 1962 comenzaron su propio programa nuclear, en el 2005 Corea del Norte admitió que poseía armas nucleares, lo que ha generado un intercambio de sanciones por parte de las Naciones Unidas, ofertas de negociaciones, compromisos desmilitarización, rompimiento de acuerdos, el último año la dinámica se ha vuelto más complicada con el advenimiento de la administración Trump la retórica bélica alcanzó niveles sin paragón con el agravante que el actual líder Norcoreano presentara el desarrollo de misiles intercontinentales que suponen pueden llegar a partes de los Estados Unidos. Sin embargo entre toda esta dinámica de “quien tiene el botón más grande”, Kim Jong-un actual líder de Corea del Norte bajó la tensión con sus contrapartes del Sur al solicitar participar en las pasadas olimpiadas de invierno, donde tuvieron una intervención unificada, incluso pidió reunirse con el presidente Norteamericano, el cual al momento a aceptado, esto nos lleva a una la dimensión desconocida, de resultar positiva estas gestiones sin duda Trump se verá enormemente favorecido como el líder que logró lo que otros presidentes no pudrieron, no resultaría raro que hasta ganara el premio novel de la paz, ya lo obtuvo Obama; de lo contrario nos podría esperar el armagedón.