Cuando razonamos sobre lo que podemos conocer siempre resulta que hay ciertas precondiciones para abordar el objeto de conocimiento, a esto los filósofos de corte kantiano le han llamado el «a priori» y el lo resolvió en una especie de «síntesis a priori» para las ciencias, porque estaba tratando de demostrar la cientificidad de la metafísica.
Pero el problema no se quedaba ahí, esto era lo propio del método empírico frente al deductivo.
La cuestión es que el método era el propio de las ciencias físicas, y de ahí nace un sistema que lo abordo en su obra «Critica de la razón pura».
Pero con eso no hizo sino poner trabas a los distintos tipos de conocimiento que rebasaban el de la mera ciencia.
Hay un momento en que Kant trato de resolver este problema en el período de su obras críticas y con las demás obras que tratan sobre el conocimiento: el resultado fue un poco sin solución, pero sentó las bases solidas, para que nuevos epistemólogos siguieran su ruta indagando sobre el conocimiento.
Aquí de lo que trataremos brevemente es de este «a priori» se conoce o no se conoce partiendo de la razón, sobre todo cuando esta es una «razón crítica».
El intuir es uno de los primeros pasos para no dar círculos en redondo. Luego vienen las demás facultades de los sentidos y la inducción. Para probar si un conocimiento es verdadero se le debe comprobar.
Pero es que hay muchas formas de comprobar si la razón tiene suficientemente la verdad. Este es el otro problema, el problema de la razón y la verdad.
Nuestra mente no esta hecha únicamente para conocer, sino también para re-conocer, es decir para dar rodeos sobre la cosa. Y esta cosa no solo es una cosa sino además una cosa en-si y para-si.
Las distintas formas de reconocimiento tienen sobre todo un lado oscuro y un lado claro, por eso es que vamos tratando de desentrañar el hecho o los «noumenos» como Kant los llamaría que es la esencia, esto se aplica tanto a las ciencias naturales, como sociales.
La teoría del conocimiento es posible siempre que hayan hechos sobre los que la ciencia dibuja una especie de «entramado lógico», por ello no hay que perder de vista que la lógica es la que dirige la epistemología.
Como dice Kant los conceptos sin intuiciones son vacíos y las intuiciones sin conceptos son ciegos, algo así pretendo decirnos al desarrollar nuestros conocimientos que están ligados al sujeto en otras palabras son gnoseo-antropológicos.
Seguiremos luego desentrañando los problemas del conocimiento.