Desde la proximidad del "otro"

Los salvadore–os se mantienen como la cuarta minor’a hispana en Estados Unidos y crece la proyecci—n de connacionales residiendo en este pa’s, segœn cifras presentadas este jueves por el Bur— de Censos Americanos de Reconocimiento Comunitario, difundido por el Centro Hispano Pew.
Foto Tomas Guevara

Esta vez quisiera hablar un poco de la convivencia entre los humanos. Realmente es poco lo que los salvadoreños hemos aprendido de la convivencia en paz. Estamos en un conflicto o pleito permanente, los unos contra los otros.

La guerra que tuvimos fue la maxima expresión de ese permenente conflicto, pero no hemos aprendido sobre todo la clase política y las diferentes clases socio-económicas, que se mantienen en un odio que no deja salir adelante.

Y es lógico pues somos un pais pobre y con grandes desigualdades, esto motiva el permanente conflicto. Y es que el salvadoreño es por costumbre sobre todo entre los ricos muy egoista y entre clases pobres muy carentes de educación. Esto no lo podemos cambiar rapidamente sino que habran de pasar muchas décadas de conflicto, para que no sean los intereses personales los que se impongan.

En realidad, el salvadoreño es muy exigente y eso es bueno, pero la clase dominante no quiere ceder un apice de sus riquezas, y los pobres no encuentran la forma de hacer de sus energías un «crescendo» que les permita salir de su pobreza, en todo se impone la ley del mas fuerte. Las clases dominantes siempre estan listas siempre para aplicar el «para vos nuay» como lo decia el poeta asesinado por sus compañeros de lucha Roque Daltón.

En todo esto hay algo de filosófico la proximidad, es decir el projimo o «proximo» en nuestro país tiene poco valor. No solo es una cuestión de simple humanización, es algo mas profundo lo que esta fallando en las bases de nuestra sociedad y por lo tanto en las formas de conciencia. La verdad es que no podemos decidir por los otros, solo nosotros mismos somos los que en la medida de nuestras capacidades podemos hacernos cargo de la realidad.

Es cuestión de fortaleza como pueblo. Los salvadoreños somos muy dados al placer y muy poco a lo ascetico, aunque nos consideremos uno de los pueblos mas religiosos del mundo. En  los 200 años de vida independiente  no hemos logrado crear nuestra propia ciencia y tecnología, somos un pueblo de mercanchifles o de mercaderes incapaces de ponernos a pensar y a crear. Como decia alguien «El Salvadoreño es el gran desconocido» y es que ni entre nosotros mismos nos conocemos. Pero eso si volviendo a Roque Dalton somos «los primeros en sacar el cuchillo».

Hay por otra parte gente muy soñadora y muy visionaria en este pais, pero por lo demas es poco lo que pueden hacer ante tan grandes dificultades con las que se topan. Un pueblo sano y rico es un pueblo que razona y estamos tan poco acostumbrados a esto que nos morimos en la batalla por sacar pensamiento verdadero que trascienda hasta llegar a las raices mas profundas y a los substratos del poder. Para que sirven tantas mercancias que poseemos sino tenemos una verdadera unidad de pueblo.

La identidad del pueblo salvadoreño no existe mas que en  los distintos nacionalismos y racismos. Lo pobre se quita, pero lo torpe no. Nuestro destino no esta mas ligado que a nosotros mismos a nuestras propias fuerzas y a nuestros empeños. Soñamos con grandezas, pero somos empequeñecidos por nuestras acciones.

Ya no hay excusas que valgan. Si bien es cierto que los los paises poderosos siempre se querran imponer. Pero para eso esta nuestra capacidad contra  todo intento de saqueo, y aún asi es poco lo que nos pueden saquear en un pais tan pequeño y pobre como el nuestro. Yo veo el problema como mas interno por un lado tenemos una sobrepoblación y por  otro una una gran desigualdad que son como los puntos que generan tanta violencia y que por tanto no seamos mas tolerantes.

La verdad es que no necesitamos mas dinero de un dolar que nos impusieron para tanto «proyecto de desarrollo» otros paises se han desarrollado solo con sus propias fuerzas. Si nos unimos en nuestras capacidades seremos fuertes y la convivencia con el otro sera mucho mas humana.

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