Durante muchos años era voz popular hablar de lo “trabajadores que somos los salvadoreños”, posiblemente éramos un pueblo diligente y activo hace muchos años antes del asistencialismo, antes de “las ayudas”.
En algún momento de nuestra historia comenzamos a recibir ayuda de otros países, comenzamos a dar ayuda a los damnificados por cataclismos naturales, por la guerra o por otras razones.
Recuerdo que en el año de 1982 en septiembre se dio el tristemente famoso deslave de Montebello que mató a cientos de personas y dejó sin hogar a muchos más, en esa época pertenecía a un grupo Scout que rápidamente se organizó para montar un albergue en una escuela cercana, a donde llegó mucha gente buscando protección y un lugar donde dormir.
En poco tiempo muchas personas se dieron cuenta del improvisado albergue y comenzaron a llevar ropa, víveres y alimentos, así que separamos algunas aulas para que sirvieran de almacén, se organizó a la gente para que se formaran cuadrillas de limpieza, orden, cocina, etc.
La misma gente albergada comenzó a trabajar en mantener bien el lugar, alguien llevó utensilios y se improvisó una cocina para preparar los alimentos, así mientras unos cocinaban, otros servían, preparaban los platos, lavaban después todos los trastos y dejaban listo para el siguiente turno de comida, rotando las cocineras pero quedando algunas a cargo permanentemente.
Nosotros clasificábamos las prendas por género y edad, para luego comenzar a repartirlas con el aval y la aprobación de los mismos beneficiarios, igualmente llegaron medicinas y se sumaron médicos y enfermeras a dar consulta.
Sin embargo mucha gente llegó a vegetar, posiblemente por el trauma de haber perdido sus casas o tenerlas en peligro, pero la misma presión de la gente que si estaba trabajando los hizo salir del Shock y comenzar a colaborar para el bien común.
A los dos días aparecieron las autoridades a “hacerse cargo”, les entregamos un inventario de todo, listados de personas y nos retiramos dejando el sitio “en buenas manos”.
No sé como terminaron pero debo destacar que en ese momento de crisis, la gente misma supo como reaccionar y no se cruzaron de brazos, motivando, muchas vecen con insultos, a quienes se abandonaban a la desesperanza.
Años después he visto otras situaciones similares pero en estos casos las víctimas únicamente extienden la mano y piden la ayuda, no hacen nada, ni siquiera su comida y hasta exigen la ayuda.
Similar situación se vive en el campo, cuando se hacen proyectos de apoyo a comunidades pobres, la gente sale a ver que les llevan, si se les plantea la posibilidad de auto gestión ponen toda clase de pero y trabas, exigiendo ayuda material no capacitación o proyectos de auto gestión.
El asistencialismo ha vuelto haraganes, sin iniciativa y sin aspiraciones a muchas personas que por su condición de pobreza esperan ser beneficiarios materiales de programas que les entreguen bienes y servicios, esperando recibirlos al mejor estilo Wil Salgado (de choto).
Recientemente en las noticias aparecen los devastadores efectos de la sequía en Oriente que han acabado con la cosecha temprana de invierno o “supanmil” y esto es aprovechado maliciosamente con motivos políticos para echarle la culpa al gobierno que por su parte no ha dado muestras de estar en el problema.
Las alteraciones climáticas, causadas o no por la misma humanidad y su sociedad depredad… digo consumista, son un hecho y lejos de lamentarnos y cruzarnos de brazos debemos reaccionar con medidas creativas y de costo asequible para las mayorías.
Es lógico que no tenemos la exclusividad de las sequías, en Guatemala parece se ha declarado estado de calamidad en varios departamentos y en México, la sequía es algo recurrente y extendido en buena parte del territorio.
Por eso llama la atención la noticia (no confirmada, no soy periodista, que lo hagan ellos) de un ingeniero Mexicano llamado Sergio Jesús Rico, un egresado de Ingeniería Química Industrial, del Instituto Politécnico Nacional, quien ha desarrollado una sustancia que al contacto con agua se convierte en Gel al que denomina “lluvia sólida” y que está compuesta de una fórmula de poliacrilato de potasio, que se presenta en forma de polvo blanco cristalizado al cual se adhieren las moléculas de agua para formar cápsulas de gel que se pegan a las raíces de las plantas, lo que permite mantenerlas hidratadas y saludables.
http://www.veoverde.com/2012/01/un-mexicano-inventa-agua-solida-para-combatir-las-sequias/
Según la noticia se ha probado con éxito en Colombia donde se aplicó ese novedosos método de irrigación en invernaderos de rosas y claveles; los resultados indicaron un ahorro de 75% en los costos de riego, 100% en incremento de follaje y flores, y 300% en desarrollo de raíces.
También en China, en la provincia de Gansu, una de las áreas más pobres y secas de la China que dependen de la agricultura para sobrevivir, no como mercancía de venta sino de consumo tienen desde 1980, un proyecto para suministrar agua para el uso doméstico y para el riego. Un sistema de cosecha de agua de lluvia simple y al alcance de la población, combinado con un enfoque integral para mejorar la producción agrícola, ha tenido un impacto positivo en la vida de los agricultores de Gansu.
Ellos usan unos tradicionales tanques bajo tierra, conocidos localmente como Shuijiao y Shuiyao, con un costo aproximado de US$ 120, de los cuales US$ 50 son subsidiados por el gobierno. La inversión restante es proporcionada por los agricultores bajo la forma de trabajo, materiales locales y algo de dinero en efectivo.
Los tanques tienen, generalmente, forma de botella con un diámetro de unos 3 a 4 m y una profundidad de 5 a 6 m. Los tanques de riego usualmente tienen una capacidad de 30 a 50 m3. Una tapa de concreto en forma de cúpula, con un grosor de 10 a 12 cm, ayuda a sostener el peso del suelo y la presión de la superficie. Un hueco en el centro funciona tanto para la salida del agua como de registro del tanque. El fondo del tanque está hecho de concreto de 10 cm de grosor.
Vean la Noticia y podrán apreciar detalles de los tanques y las canaletas para distribución de agua.
Esto lo pude encontrar con San Google en una simple búsqueda motivada por la curiosidad y no dudo que en el MAG existan cabezas brillantes que ya están atacando el problema con acceso a bases de datos de proyectos similares en todo el mundo, no creo que sean simples burócratas cuyo trabajo sea pasar el día haciendo cualquier cosa menos trabajar en el bien de la agricultura nacional.
¿O me equivoco?
La sequía es un problema que no es culpa de ningún gobierno, pero el perder cosechas por falta de prevención es culpa de todos nosotros, desde campesinos hasta funcionarios, incluyéndonos por no buscar soluciones creativas a un problema.
Por eso los invito vía twitter a buscar y mostrarle soluciones al Ministerio de Agricultura y Ganadería de El Salvador posibles soluciones permanentes a los problemas de #sequiaSV