Fuente: Diario Colatino
Los areneros le están apostando a la corta memoria de las y los salvadoreños, por lo que se han plantado en un discurso mediático como si no tuvieran nada que ver en los problemas del país, incluyendo su deuda externa.
Su cinismo es tal, que hoy critican a este Gobierno por los casi 13 mil millones de dólares que ha alcanzado la deuda externa de El Salvador.
Y con descaro, pues no se le puede decir de otra manera, toman poses de sorpresa e indignación. Según los areneros, los salvadoreños ya olvidamos que fue en sus cuatro periodos de gobierno que la deuda externa creció por el orden de los 11 mil millones de dólares.
Es decir, solo un cínico que ha endeudado al país en once mil millones de dólares venga a asustarse porque la misma está subiendo a los 13 mil millones.
La ciudadanía salvadoreña no debe olvidar que los gobiernos de ARENA se endeudaron a pesar de que siempre aseguraron que la economía, y por ende el fisco, tenían crecimientos por el orden de los 4, 3 y 2 puntos. Y cuando Tony Saca llegó a la presidencia, siendo el máximo líder del partido ARENA, utilizaron, con la venia de los dueños de ARENA, es decir la oligarquía, los fideicomisos para adquirir préstamos sin necesidad de que estos fueran aprobados por mayoría calificada.
ARENA endeudó al país, con el voto de la mayoría legislativa, es decir, de forma fraudulenta.
Cuando el Presidente Mauricio Funes y el FMLN asumen el poder, se dan cuenta de que El Salvador estaba en bancarrota y que los gobiernos areneros desde el año 2000 cubrieron el presupuesto nacional con préstamos.
Es decir, los gobiernos areneros le mintieron a los salvadoreños de la situación económica del país.
El Presidente Funes se ha visto obligado a los préstamos internacionales debido, en parte, a la situación de quiebra en la que se encuentra el país al iniciar su gobierno, y, por otra, porque el país comienza a pagar deudas de sus antecesores a partir del año 2010.
Según el economista de izquierda, Salvador Arias, El Salvador paga a partir del año pasado en concepto de deuda cerca de 900 millones de dólares, lo que se convierte en una presión fiscal y financiera para el país.
La salida que ofrece Arias de negociar una moratoria de la deuda no es descabellada, y el Gabinete Económico del gobierno debería estudiarla entre las diferentes opciones que puedan tener en mente.