Ayer a tempranas horas por la tarde regresábamos a casa con la familia cuando me tuve que hacer a un lado para dejar pasar a una… ¡No! a dos ambulancias que iban a toda velocidad subiendo por el semáforo de la colonia Zacamil, unos instantes después escuchamos otras ambulancias que corrían a toda velocidad en pos de las anteriores y nos percatamos que sucedía algo grave, pues casi al llegar al busto de Monseñor Romero escuchamos a lo lejos el sonido de otras ambulancias que se acercaban al mismo siniestro, al llegar a casa estaban varios vecinos pendientes de los hechos y más de alguno se había dirigido a la ruta por donde pasaban las ambulancias y mi hijo se fue en busca de noticias que trajo al poco momento, aunque yo ya me había enterado de lo que pasado por Twitter.
Al parecer un accidente grave en la colonia Santísima Trinidad, a donde llegan las rutas 44 y 9 de buses y microbuses.
Parece una total ironía pero al mencionar la palabra accidente de tránsito la mayoría de nosotros piensa que están involucrados buses o microbuses y efectivamente eso había pasado:
Un bus de la ruta 9 y un microbús de la 44 colisionaron en la colonia Santísima Trinidad, de Ayutuxtepeque por disputando la vía según los testigos, causando que el conductor del bus hiciera que el microbús volcara mientras el bus de la ruta 9 chocó y destrozó la pared de una pupusería que, a la hora del accidente, afortunadamente estaba cerrada.
Ambos conductores quedaron atrapados entre los hierros de los vehículos, y fueron rescatados por cuerpos de socorro y trasladados a diferentes centros asistenciales, al igual que cerca de 30 pasajeros de ambas unidades que resultaron con lesiones de todo tipo.
El conductor del bus alega desperfectos mecánicos, pero aquí en realidad se conjugan varias cosas que incluyen unidades demasiado viejas y conductores irresponsables, seguramente bajo los efectos de drogas enervantes que hacen de las calles sus campos de batalla particulares.
La gente en las redes sociales clama por leyes de tránsito más duras y mejores controles para las contrataciones de motoristas.
En realidad el sector del transporte público esta siendo controlado cada vez más por gente de dudosa reputación, parece que algunas rutas ya están bajo la hegemonía de algunas maras y este sector es ideal para el lavado de dinero pues puede reportar enormes ingresos sin que sean fácilmente comprobables, por lo que debería ser un sector comercial al que se le debería dar un control y seguimiento muy estrictos, además de que como ya hemos venido señalando desde hace mucho tiempo es necesario poner mas rigor a las leyes de tránsito y comenzar por multiplicar por diez cada multa que se impone, de manera que una multa grave de 570 dólares sea mucho más disuasiva que una de apenas 57 dólares que es risible por la gravedad de la infracción.
Por otro lado nuestros honorables diputados colaboran grandemente con este clima de peligro al aprobar una y otra vez la circulación de autobuses que hace varios años dejaron de ser viables para el transporte público, por lo que parte de la responsabilidad de accidentes por fallas mecánicas es exclusiva culpa de los “padres de la patria”.
Las multas deben multiplicarse por diez como primer paso, decomiso de la licencia de conducir hasta que se pague, luego crear los mecanismos para hacer valer estas multas con tiempo de plazo mínimo para pagar sin intereses y luego comenzar a cargar intereses por cada mes de atraso más cárcel y una duplicación de la multa si el conductor es descubierto conduciendo sin licencia y con multa pendiente, con libertad hasta que pague y luego tres a seis meses de servicio comunitario, mas asistencia a un curso de conducción responsable para poder obtener una licencia de conducir de nuevo, condicionada a ser retirada de por vida si reincide.
Simple, directo y efectivo.
3 comments for “De accidentes de tránsito, diputados, leyes y multas.”