Comenzó la represión contra el pueblo hondureño.

Mucha policía...poca diversión...
Mucha policía…poca diversión…

La imposición del Estado de Sitio ha convertido al pueblo hondureño en rehén de los golpistas. Representa en la práctica un arresto domiciliar que se decreta en contra de toda la población. Nadie está autorizado a salir de sus casas bajo riesgo de sufrir las represalias por parte de las fuerzas militares y del orden público. El Estado de Sitio convierte a los militares y los cuerpos de seguridad en carceleros de su propio pueblo.

 

Esta es la realidad que se vive en estos momentos en Honduras. El Estado de Sitio ha servido de cobertura seudo legal para justificar el violento desalojo que se produjo esta madrugada frente a la Embajada de Brasil, donde miles de hondureños se habían congregados atendiendo el llamado de Zelaya.

 

La decisión de Estado de Sitio afecta también a los más humildes, los que tienen que salir a trabajar para ganar el sustento diario. Golpea a cientos de miles de familias, que por sus escasos recursos económicos, tiene que salir a comprar diariamente lo de la comida a la calle o al mercado.

 

El Estado de Sitio sirve de cobertura para intentar ocultar los hechos represivos como el desalojo de está madrugada, que ha dejado más de cien heridos, según reportes de los hospitales; y más de cien detenidos, según reportan los organismos de derechos humanos.

 

Las noticias, al señalar que más de cien detenidos han sido llevados a un campo de concentración improvisado en un estadio olímpico de la capital, nos recuerdan los siguientes días después del golpe de Pinochet en Chile, nos recuerda los campos de concentración de la época de Hitler. Increíble los extremos a los que está llegando el gobierno de facto hondureño. El Sr. Micheletti está corriendo el riesgo que mas adelante pueda ser juzgado por los tribunales internacionales, por violaciones a los derechos humanos.

 

Honduras se encuentra en medio de la campaña electoral, pues el gobierno de facto se empecinó en mantener la fecha original de las elecciones como si nada había pasado. Esta medida atenta también contra el mismo proceso electoral que ellos quieren poner como salida a la situación. ¿Cómo puede hablarse de un clima de libertades y de elecciones libres en un país que se ve obligado a suspender la campaña electoral por una declaratoria de Estado de Sitio? En estos momentos hasta los candidatos presidenciales están bajo “arresto domiciliar”, nadie puede salir de sus casas ni a comprar una medicina urgente, mucho menos para hacer propaganda electoral.

 

La situación es tan delicada, que hasta el mismo candidato a la presidencia por el Partido Nacional ha tenido que declarar que si Micheletti no dialoga con Zelaya le retirará su apoyo al gobierno de facto. Es decir, que hasta el ultra conservador partido de derecha, ya vio que las cosas se van a complicar en el país, y están tomando las medidas para distanciarse con prudencia de la actual camarilla gubernamental.

 

Micheletti puede quedarse más solo aun, con estas medidas que está tomando. Varios sectores conservadores hondureños que inicialmente apoyaron el golpe, pueden comenzar a cambiar de opinión. Ya lo amenazó el candidato presidencial del principal partido de derecha. Muchos empresarios ven con preocupación el aislamiento en que está quedando Honduras y sacan las calculadoras para evaluar las consecuencias de las medidas de sanción económica de la comunidad internacional. El Estado de sitio y la situación de desorden social, no alienta la inversión, ni nacional y mucho menos extranjera. Por ahora invertir en Honduras es una locura.

 

Estos factores deben ser puestos en la balanza por Micheletti y la camarilla usurpadora del gobierno. Pues así como los grupos de poder hondureños los alentaron a asumir la presidencia y el gobierno de facto, luego los pueden dejar solos. Micheletti debería verse en el espejo de muchos golpistas latinoamericanos, que dejaron de ser héroes de la patria y salvadores de la nación, para convertirse luego en delincuentes, que ahora huyen de la justicia o pagan en las cárceles sus delitos.

 

Mientras tanto, nuestra solidaridad con el noble pueblo hondureño, que por hoy vive momentos difíciles, pero esperamos que pronto recupere la democracia y la legalidad, usurpada por una camarilla golpista.

 

Ayutuxtepeque, martes, 22 de septiembre de 2009.

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