Campaña presidencial 2017-2019 o ¿Quien vende mejor los espejos y cuentas de colores?


Todos recordamos aquella historia con visos de leyenda negra en la que los españoles «engañaron» a los pobres e inocentes indígenas invitándolos a intercambiar los cascabeles, cristalitos de colores, espejos y otras baratijas por los pequeños adornos de oro que llevaban como adornos en su cuerpo además de preguntarles que de donde habían sacado ese material.
Desde entonces nuestros pueblos latinoamericanos han quedado con el estigma de que somos fácilmente embobados por el brillo de las cosas que los extranjeros devenidos algunos de ellos hoy en nuestros patrones, nos ponen enfrente de las narices, cuentas y espejitos hoy son metafóricamente promesas de un futuro mejor, paz, estabilidad, buen trabajo, buen vivir.
Estamos a dos años de la elección presidencial 2019 pero los famosos «espejitos y cuentas de colores» ya están siendo agitados frente a nuestros ojos, precandidatos recorren el país dialogando con la gente, recabando sus necesidades, obteniendo los insumos acerca del país que quieren, repartiendo espejitos…perdón, sueños y promesas a cambio de oro… digo votos.
Lo malo es que seguimos siendo el mismo pueblo pobre, ignorante e inocente, que se cree hacer un gran negocio pagando oro por baratijas, a pesar de que vivimos en carne propia los veinte años de unos que desmantelaron y vendieron la estructura estatal, que acabaron con nuestra moneda, nos privatizaron las pensiones bajo un modelo fallido desde el principio y crearon las condiciones para que la delincuencia pandilleril pasara de ser miseria organizada como las llamó cierto jetón a ser verdadero crimen organizado, pero en aras del cambio, llegaron otros que lejos de enderezar las cosas, han maquillado apenas algunas de las fallas mas visibles del grupo anterior y están creando una clientela política a base del reparto sin control ni sustentabilidad de pequeñas dosis de esperanza, demostrando ser pésimos administradores y siguiendo prácticamente las mismas malas costumbres de vivir a costa del estado que hicieron sus antecesores.
Demostrado está que ni unos ni otros han solucionado los problemas y lo peor es que estamos a las puertas de caer en la alternancia basada en el bipartidismo, entre dos actores que han representado pésimamente su papel, pues muchos de los que votamos por «el cambio» hoy, desencantados por los magros resultados obtenidos, piensan castigar a quienes les fallaron devolviendo el poder a los que previamente habían llevado a nuestro país al borde del abismo, olvidando que fueron ellos quienes se repartieron los bancos, las telefónicas, las compañías de alumbrado, las pensiones.
¿Solución?
No votar para nada, por ninguno de los dos partidos mayoritarios
Y si no aparece una propuesta decente que no sea de estos dos partidos, pues anular el voto.
La abstención solo es favorable al bipartidismo, esta vez hay que ir a votar y anular el voto, pues la anulación si tiene sus consecuencias el artículo 273 del código electoral, especifica que unas elecciones serán declaradas nulas «Cuando los votos nulos y abstenciones, calificadas como tales en el artículo 200 de este Código, superen a la totalidad de los votos válidos en la elección de que se trate.»
Es decir que si más del 50% de los votos son nulos la elección se declara nula.
¿Y que pasaría entonces?
Se debe repetir la elección creo que en cosa de 30 días.
¿Y si nuevamente, más de la mitad anula su voto?
Se debe repetir nuevamente pero el mensaje sería claro, no queremos a ninguno de ustedes.

NO confundir voto nulo con abstención, la abstención y su similar en El Salvador que sería dejar el voto en Blanco, es dejar abierta la posibilidad a los votos duros de los dos partidos de medir fuerzas y elegir a cualquiera de ellos, en cambio el voto nulo si es mayoría puede anular una votación, tantas veces como sea necesario hasta que se entienda el mensaje, solo que para eso debemos tener otro pueblo diferente al que tenemos, que haya dejado atrás el encanto de los espejitos y las cuentas de colores.

Hay muchas voces en contra de anular el voto, vale la pena leerlas porque presentan sus argumentos bajo el matiz de estar a favor de uno de los bandos, el problema es para quienes ya fuimos desencantados por ellos y lo que menos queremos es la alternabilidad basada en un bipartidismo nocivo para nuestra nación.

 

http://www.elsalvador.com/opinion/editoriales/120168/grave-peligro-del-voto-nulo-o-de-no-votar/

http://www.contrapunto.com.sv/archivo2016/columnistas/sobre-el-voto-nulo-y-nuestra-responsabilidad-por-el-futuro

http://www.contrapunto.com.sv/archivo2016/columnistas/el-voto-nulo

http://elblog.com/blogs/no-anule-su-voto.html

 

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