ARENA en su desesperación es capaz de todo

Las acusaciones hechas por Ana Vilma de Escobar, en el sentido que el Presidente de la República podría haber sido el acompañante de Eduardo Kriete en el momento del choque del Ferrari son verdaderamente temerarias. Además, los hechos parecieran indicar que son falsas sus apreciaciones. Pero más delicada es la forma en que ciertos medios de comunicación han destacado la noticia.

Estos hechos son el reflejo de la desesperación en que el partido ARENA y la derecha tradicional han caído como consecuencia de los resultados de las encuestas de opinión, que indican que la ventaja que lleva el FMLN no solo es grande, es también insuperable en el corto tiempo que les queda para el día de las elecciones de segunda vuelta.

Hacer estos señalamientos, que son fruto de la imaginación que se desborda ante la angustia de una derrota electoral, es una prueba de la total pérdida de valores morales y éticos de la derecha, si es que algún día los tuvieron. Significa que los guía la famosa frase de que “El fin justifica los medios” Esto es particularmente grave, pues en nuestro país todos sabemos de qué ha sido capaz la derecha tradicional con tal de mantenerse en el poder y de defender sus intereses.

Por otra parte, valerse de su calidad de diputada y ampararse de hecho en el texto constitucional que señala que los diputados: “Son inviolables y no tendrán responsabilidad en tiempo alguno por las opiniones o votos que emitan.” (Art. 125) es una total irresponsabilidad y cobardía. Este precepto constitucional, que fue elaborado con mucha buena fe para proteger a los diputados de ataques de grupos de interés ante resoluciones controversiales que se tomaran en la Asamblea Legislativa, está siendo utilizado para la difamación de adversarios políticos y evadir la responsabilidad judicial correspondiente.

No nos olvidemos que el rumor es una de las tácticas utilizadas por el asesor de campaña de Norman, JJ Rendón que incluso tiene un área especializada para ello en su empresa de consultoría. En nuestro país, a pesar que las pruebas contundentes de que el accidente del Ferrari ha sido un acto más de despilfarro de la oligarquía, se quiere usar con fines propagandísticos para oxigenar una campaña que agoniza todos los días.

Este caso nos demuestra que los grupos de poder económico tradicional en nuestro país, son capaces de cualquier cosa para recuperar el control del Estado y ponerlo nuevamente a su servicio. Mucho cuidado y estar prevenidos, pues en el pasado no vacilaron en llegar hasta el asesinato, las masacres y las torturas. No debemos olvidar que en pasado ocuparon el recurso del Golpe de Estado militar para cambiar las cosas cuando ya no les favorecían o no les convenían. Mucho cuidado.

Ayutuxtepeque, lunes, 24 de febrero de 2014.